1962. Graba Caraqueñita Julio Jaramillo

En sus idas y venidas a Venezuela conoce a una chica y le escribe Caraqueñita, que luego transformaría en Guayaquileña, que grabó en 1970.

Guayaquileña

Letra de Julio Jaramillo

Al volver, después de un año entero 
de haber deseado este momento 
quiero ser el motivo que llene todo tu pensamiento 
para ver si con el tiempo 
no has olvidado esta promesa 
de amarme siempre aunque mi ausencia sea tu tristeza 
de amarme siempre aunque mi ausencia sea tu tristeza 


Guayaquileña, linda florcita de primavera 
de los jardines la más bonita por ser morena, 
Guayaquileña te entrego toda mi vida entera, 
con mi canción también te dejo el corazón

Nancy Arroyo:

Fue igual que la canción Guayaquileña, que se grabó en Venezuela como Caraqueñita”.

En JJ: relatos en vivo, Jaramillo antes de interpretar ese tema, cuenta:

“Bueno, cuando yo tuve la oportunidad de escribir esta canción, la escribí justamente llamándola como Caraqueñita y precisamente porque fue escrita para una chica caraqueña”.

Julio Jaramillo no morirá jamás. El 9 de febrero de 1978 solo dejó de respirar, pero sigue vivo en las más de 5.000 canciones que grabó en su breve y brillante vida artística de tan solo 23 años. Numerosas anécdotas, historias y leyendas giran alrededor de su vida y miles de canciones. Pero hoy solo nos referiremos a unas pocas historias que viven en las canciones de Julio Jaramillo, de las que además fue su compositor.

El arquitecto Alfredo Enderica –estudioso de la vida de Jaramillo y uno de los mayores coleccionistas de sus canciones– refiere que en su faceta de compositor el Ruiseñor de América tiene registradas 49 canciones –letra y música– en diferentes ritmos: boleros, guarachas, pasillos, porros, rancheras, valses, etcétera.

Se cree que son más las composiciones. Tal vez algunas se extraviaron en sus noches bohemias. El mismo Jaramillo, en 1976 –a dos años de su muerte–, en una entrevista comenta que evita grabarlas: “He grabado muy poquitas composiciones mías, eso lo hago como hobby. Compongo, pero no grabo, para que no dejen de ser muy mías. Si las grabo, ya no me gustan”.

Esas creaciones constan en sus numerosos discos y en el 2003 circuló Julio Jaramillo: el autor, el compositor, el intérprete, exclusivamente con 18 temas de Míster Juramento. El biógrafo Rodolfo Pérez Pimentel cuenta que en Guayaquil fueron célebres los amoríos de JJ, más que nada el sostenido con la vedette Blanquita Garzón, con la que tendría dos hijos. “Era un amor profundo, pero tormentoso y torturado”, manifiesta Pérez en el noveno tomo de su Diccionario Biográfico del Ecuador.

Por esa relación tormentosa con la bailarina, muchos creen que Jaramillo le compuso el bolero Penitas: “Negro soy, / penitas tengo en el alma y no lo puedo ocultar, / las tengo para contar que yo necesito llorar. / Me enamoré de una blanca, ella me dijo que no. / No sabe que el negro tiene buen corazón hecho por Dios. / Así tengo mis penitas, oscuritas como yo. / Una blanca que no ama a un negro como yo”.

Lo cierto es que sus amores fueron incontables –como el número exacto de las canciones grabadas por él–. Aunque cuenta la leyenda que una mujer se resistió a caer en sus brazos. Se llamaba Elsa y él así tituló al pasillo que le dedicó, quizás para lograr vencer la voluntad de no entregársele: “Mujer, que encierras virtudes / en tu corazón tan santo, / entrégame tu cariño, / quítame este albor de llanto / que me tiene enferma el alma / y el corazón oprimido, / pues no dejes que yo muera / enfermo de nostalgia / y sin tu cariño”.

Cuentan que Elsa era sobrina de Hugo Reyes –uno de sus mejores amigos–, quien conocía las correrías amatorias del cantante y se opuso a esa relación, contándole a su sobrina cómo era Julio, que estaba casado, etc. Elsa fue uno de sus primeros éxitos y una canción marcada por la polémica. En el disco JJ: relatos en vivo, de 1966, Jaramillo dice la grabó en 1955. Pero un personaje aseguraba que era de su autoría, que él se la cantó a Julio cuando fueron compañeros en el cuartel. Julio hizo el servicio militar en 1959 y fue licenciado en enero de 1960, así todo queda como un dato anecdótico más.

Sobre la misma canción, la viuda de Jaramillo, Nancy Arroyo, en un blog en memoria de JJ, cuenta: “Te comento que Elsa no se llamaba así, se llamaba originalmente Mujer virginal, pero mi esposo había conocido a una chica con ese nombre y a la canción que ya había escrito para otra mujer le cambió el título por el nombre de ella, pero como te darás cuenta, la canción no dice Elsa por ningún lado. Fue igual que la canción Guayaquileña, que se grabó en Venezuela como Caraqueñita”.

Al respecto de esa canción, Alfredo Enderica opina que Jaramillo, en su calidad de autor, “podía hacer con sus canciones –letra y música– lo que le diera la gana”. En JJ: relatos en vivo, Jaramillo antes de interpretar ese tema, cuenta: “Bueno, cuando yo tuve la oportunidad de escribir esta canción, la escribí justamente llamándola como Caraqueñita y precisamente porque fue escrita para una chica caraqueña”.

Y canta el valse: “Guayaquileña, linda florcita de primavera, / de los jardines la más bonita por ser morena. / Guayaquileña, te entrego toda mi vida entera, / con mi canción también te dejo el corazón”. Existen dos versiones: Caraqueñita, la primera, y Guayaquileña, la posterior.

Siempre la vida amorosa de Julio Jaramillo fue intensa. En 1962, por agredir a su mujer, la argentina Olga Reich, fue deportado de México. Residiendo ya en Costa Rica, compone el porro Ay, mexicanita, que inmediatamente se convierte en un éxito en el país azteca. Sonaba en radios y rocolas, pero el autor estaba ausente. Entonces un hábil empresario, argumentando que Jaramillo no había agredido a una mexicana sino a una argentina, y que tan popular porro era un homenaje a la mujer mexicana, logra que las autoridades indulten al deportado.

Entonces, en 1963, Julio retorna a México y en todos sus shows cantaba: “México tiene una cosa que no sé. / El que llega, de pronto no se quiere volver. / Será porque le dieron a tomar el tequila, / será el sabroso pulque que te dan a ofrecer. / Ay, mexicanita, dame tu calor, / yo te juro por la Virgen / que si me quieres mucho, te llevo al Ecuador”.

Enderica recuerda toda una antología de historias relacionadas con JJ. Hoy, 33 años después, aquella noche del 9 de febrero no se olvida. Sobre Guayaquil caía una llovizna finísima. Las radios comunicaron que Julio Jaramillo acababa de morir. En las emisoras, la fatal noticia y sus canciones fueron un eco y homenaje trágico. Ese 9 de febrero de 1978, Julio Jaramillo viajó a la inmortalidad, donde permanece.

Julio Jaramillo Música

  • Su primer éxito lo cantó junto a Fresia Saavedra, Mi madre querida.
  • Luego de eso vendrían los célebres Fatalidad, Guayaquil de Mis Amores, Sombras, Nuestro juramento...
  • La obra de Jaramillo es tan extensa que el cálculo de su producción no fue posible sino hasta que su mayor coleccionista en el mundo, Yoshinori Yamamoto, revelara que había logrado recopilar más de 4.500 grabaciones.



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