Museo del Padre Almeida - Recoleta de San Diego

El Convento de San Diego alberga un museo, con grandes expresiones artísticas como pinturas, esculturas, e inclusive la arquitectura de la primera recoleta de Suramérica. Este lugar guarda la Leyenda del Padre Almeida.

¿Qué debes saber?

  • En tiempos de la colonia, era común la construcción de pequeños conventos en las afueras de la ciudad. Conocidos como recoletas, eran espacios destinados a la oración y recogimiento de las comunidades religiosas. La recoleta más antigua del Ecuador y de toda Sudamérica es la del Convento de San Diego de Alcalá.
  • Fundado en 1597 por iniciativa del Fray Bartolomé Rubio, fue ubicado en las faldas del Pichincha y a un costado del Panecillo.
  • En la mitad del siglo XVIII, el Convento fue concluido totalmente, tiene 410 años desde su fundación, sirviendo como un lugar de recogimiento y penitencia, haciendo que las personas que llegasen a él sientan un encuentro profundo con Dios.
  • Se extiende en una manzana completa y actualmente esta rodeado por los barrios de La Colmena, San Diego y La Libertad. Desde su creación, el conveto está a cargo de la congregación franciscana, la cual ha logrado conservarlo en perfecto estado.
  • El Museo del Padre Almeida funciona en el interior de este convento que, ubicado en la ciudad de Quito es el escenario de la leyenda de bohemio religioso.
  • Aquí se exhiben obras de gran interés como el bello púlpito de la Virgen de Chichinquirá, el Cristo del Padre Almeida, representantes de la Escuela Quiteña de Artes y Oficios.

Iglesia de San Diego

  • Podemos observar que la Iglesia tiene la puerta principal de entrada, hacia la plazoleta, es de piedra y de sencilla de arquitectura.
  • Conformada por una sola nave, está formada por tres tipos de arquitecturas; situando las bóvedas de medio punto, bóvedas de cañón corrido, realizado por dos pequeñas linternas ovaladas abiertas en la bóveda, sus bordes se hallan decorados con una ligera moldura tallada y pintada de verde y oro, de la que se desprenden rayos también dorados.
  • En su presbiterio (espacio que precede al altar mayor) encontramos la figura de San Antonio, en el altar hay las imágenes de la Santísima Virgen María con las advocaciones del Quinche, la Virgen de la nube, la Virgen de Fátima, y el Divino Niño.
  • La figura al patrono de la Parroquia “San Diego de Alcalá” franciscano español, es una escultura original de madera con la técnica del estofado, que data del siglo XVIII. 
  • En el altar mayor que data de 1950 (reconstruido pues al parecer el original fue destruido por completo en los terremotos), desde la parte más alta, destacan la santisima trinidad junto a la Virgen María, en el centro la figura de la Virgen de la Caridad de Illescas, y a los costados entre las cuatro columnas que soportan el friso, las figuras de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís atribuidas a Caspicara.
  • Tras del altar mayor, se puede visitar el osario, que liderado por Nuestra Señora de los Dolores, contiene los restos mortales de las personas que decidieron enterrarse en el convento.
  • La iglesia está decorada con fabulosos retablos de pan de oro, al estilo barroco, que atesoran a Nuetra Señora de la Caridad, a la Virgen Dolorosa, Nuestra Señora de las Mercedes del Volcán y a San Diego, patrono del convento.
    • En el retablo de San Diego se observa la conbinación de varios elementos, como pinturas y esculturas con un fino acabado en el que resaltan minuciosos detalles.
    • Al frente está el retablo del El Calvario que data del siglo XVII, con magistrales esculturas que exhiben la mirada desesperada en el rostro de Magdalena, la rigidez en la estatua de San Juan (su escultor Diego de Robles), y la hermosura ante la faz angustiosa de la Virgen de los Dolores, esconden a sus espaldas pequeños cuadros y espejos de ángeles, lo que lo cataloga como uno de los altares más bellos de Quito.
    • En el retablo de la Presentación de la Virgen María en el templo, se pueden observar columnas salomónicas de estilo barroco
    • En el retablo de San Antonio de Padua, santo franciscano, exhibe una hermosa decoración de su traje, mientras que dos querubines en la parte más alta, dirigen la mirada del espectador, a la Santa Faz de Cristo.
  • 2 nichos ocupan el espacio entre los retablos, donde se puede observar las escultura de San José y del Señor de la Justicia.

Otros espacios de la iglesia de San Diego

  • El Coro Alto del convento, recoge una colección de cuadros que representan a santos, apóstoles y la Virgen María, ocupa 3 lados del coro, con doble nivel con capacida para albergar a 41 religiosos. Pintura mural decora las paredes del coro.
  • El Refectorio de la recoleta, exhibe el cuadro de Isabel, la hija de Miguel de Santiago, que representa a la Sagrada Familia. En el cuadro se puede observar a una niña que a un costado de San José, esta pintando un retrato, cuenta la tradición que esa niña, es la representación de Isabel pintando a su padre.
  • En la salida del Refectorio, se puede admirar el famoso cuadro de la "Última Cena", famoso pues en el se observa como plato principal de la mesa, a un cuy.
  • La capilla de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chichinquirá, que exhibe un hermoso retablo que data del siglo XVIII y que posee una gran recordación en los feligreses quiteños, que acudian a la capilla para pedir favores a la virgen colombiana.
  • La recoleta, la iglesia y el museo, son claros ejemplos de los criterios que la UNESCO, en 1974 empleó para nombrar a Quito, como la primera ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.
  • Ahora es tu turno, no olvides colocar en tu lista de lugares turísticos de Quito, a esta centenaria recoleta llena de arte y leyendas.

Leyenda del Padre Almeida

  • El Museo del Convento de San Diego, fue inaugurado el 8 de septiembre de 1980, se decide cambiar el nombre del Museo por el de Museo Franciscano “Del Padre Almeida”.
  • En cada rincón de éste museo podemos encontrar la historia hecha arte, las esculturas religiosas proporcionan gran admiración a los turistas, en cada imagen y en cada figura se ve plasmada el talento de los artistas, que ha logrado superar las remodelaciones, que han rescatado paredes murales que se encontraban escondidas.
  • La historia del Museo Franciscano del Padre Almeida, transcurre su tiempo entre el mito y la realidad y de esta manera se fueron fortaleciendo la fe y la vida familiar. El arte religioso, como la Iglesia y la vida franciscana también fue creciendo en medio de todo este sector.
  • En el interior del convento se conserva una habitación que recrea los aposentos del Padre Almeida, destacan en su pared los silicios, que son disciplinas que los padres empleaban para realizar ritos de penitencia. La habitación luce una ventana que ofrece una espectacular y a la vez estratégica vista, pues desde ella se puede observar la entrada principal del convento, por lo que sin duda esta habitación fue utilizada por el padre mayor del convento, este es, el Padre Manuel de Almeida.
  • En las salas del museo, se conserva un cuadro con el retrato de Juan deAlmeida, el protagonista de la leyenda. Obras maestras de la escuela quiteña y cusqueña, como un retablo churiguirezco y un cuadro de la pasión de Cristo atribuido a Miguel de Santiago.
  • A un costado del altar mayor se puede observar un nicho en el que se encuentra una escultura de San Sebastián. Es fácil entender que el nicho ocupa el lugar de una ventana, la cual es el escenario, de la leyenda del Padre Almeida.
  • Sin duda, la imagen del Cristo crucificado, conocida como el Cristo de los tres rostros, es una de las protagonistas de la leyenda, la cual se puede admirar en el convento. Atribuida al Padre Carlos fue elaborada en el siglo XVII en madera de balsa, ya que era utilizada para la Ceremonia del Descendimiento de la Cruz y para representar la escena del Santo sepulcro. La leyenda cuenta, que fue esta imagen la que le habló al padre Almeida, diciéndole: "Hasta cuando Padre Almeida", a lo que el padre respondió "Hasta la vuelta Señor".
  • El padre Almeida fue un hermano, un religioso franciscano que vivió en este convento, en ese entonces la manera de evangelizar era un poco particular, en el día y en la noche salía con un grupo de amigos para ir a cantar en los velorios, en los lugares donde hacían oración, de ahí parte su leyenda. Almeida fue además el arquitecto del patio central de la recoleta. Hoy facilmente se puede observar la ventana clausurada, así como la firma del padre en los documentos históricos del convento, por lo que con certeza se sabe, que el famoso padre existió en la vida real.

El museo del Padre Almeida junto a los museos del Carmen Alto en la calle de las siete cruces, de Fray Pedro Gocial en San Francisco, de Fray Pedro Bedón en Santo Domingo, el de Fray Antonio Rodríguez en la Iglesia de Guápulo, de Miguel de Santiago en San Agustín, el de Francisco de Jesús Bolaños en el Convento de El Tejar, el de Santa Catalina de Siena en el Monasterio Catalino y el de arte colonial en el Centro histórico de Quito, custodian el celosos, las más completas colecciones de los maestros que llenaron de gloria a Quito.

Si eres un amante de los museos quiteños, recuerda que la ciudad de Quito cuenta con conjuntos de museos especializados en etnografía y arqueologíaantropologíaarte colonialarte modernotemáticos e interactivos y ciencia




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