Chagra del recuerdo, Machachi

Al terminar la escuela, Carlos Lozada “Chagra del Recuerdo 2018 de Machachi”, ya era un experto jinete que no solo dominaba la beta, sino que amansaba caballos a la vieja usanza. Conócelo este sábado en el Paseo del Chagra de Machachi.

Hace 70 años, cada mañana, Don Carlos Lozada se levantaba de un brinco de su cama y luego de desayunar su madre lo despedía con una bendición. Saltando corría emocionado hacia las caballerías donde un huasicama le esperaba con un caballo. “A pelo” Carlos iniciaba lo que hoy es uno de sus recuerdos más preciados, el trayecto desde la hacienda Puichig hacia la Escuela Fiscal Luis Felipe Borja en Machachi.

Fueron esas cabalgatas donde Carlos se enamoró del campo, el color azul profundo del cielo y los 9 volcanes del cantón Mejía, eran los testigos de cómo este joven del barrio San José contemplaba el trabajo diario de los machacheños. Tal vez fue el aroma de los árboles o los colores de las plantaciones los que poco a poco transformaron a Carlos en un vaquero andino, en un auténtico chagra.

Al terminar la escuela, Carlos ya era un experto jinete que no solo dominaba la beta, sino que amansaba caballos a la vieja usanza. Y es que un caballo se puede amansar con diferentes técnicas, pero Carlos aprendió el oficio como lo hacían los chagras de antaño: con amor.

Amansador de caballos.

Amor, mucho amor, es lo que los chagras sienten por los caballos y es ese el principal ingrediente del ritual: Primero con la ayuda de la beta lo enlaza y luego entre juegos, que más parecen un baile, lo va preparando para enjaquimarlo. Es un juego puesto que ningún caballo chúcaro quiere que alguien lo domine. Un juego, pues primero hay que ganarse la confianza del animal e imponerle respeto... “Si el caballo no te respeta, entonces abusa y empieza a corcovear”.

El caballo al inicio está nervioso, por eso es que Carlos lo acaricia y hasta lo baña “el agua tranquiliza al caballo, le quita los nervios”. Se debe pasar mucho tiempo en su compañía, acariciándolo, hablándole, acicalándole “el caballito debe acostumbrarse al contacto con tus manos”.

Y lo engríe un poquito, dándole premios cada vez que aprende algo. Presentarle el cabestro puede tomar más tiempo, primero hay que dejar que lo olfatee, que se acostumbre a su presencia y así poco a poco llegará el día en que lo acepte y te permita abrocharlo (el cabestro) de tras de sus orejas.

Carlos cuenta la alegría que se siente cuando este largo proceso termina. Enjaquimar al caballo es en esencia, la firma de un pacto entre caballeros, un pacto de confianza, que marcará una larga relación entre el caballo y su jinete.

Su yegua le acompañaba hasta la cantina.

Don Carlos es un afamado chagra, que ha trabajado para casi todas las haciendas del cantón Mejía por más de 60 años, por eso es que en el 2018 fue declarado Chagra del Recuerdo. Le resulta complicado recordar a todos los caballos que amansó, sin embargo, hay una yegua que se robó su corazón. Y es que si Julio César amo a su caballo “Genitor”, Carlos César amo a su yegua “Canela”.

“Solo le faltaba hablar  y entendía clarito lo que yo le decía, me acompañó muchísimos años, me seguía a todas partes y hasta a la cantina quería entrar. Me dio 15 crías".  Un nieto de Canela, es el potrillo con el que don Carlos  participará en las competencias que se realizan a propósito del Paseo del Chagra, fiesta mayor del cantón Mejía.

Vestimenta del chagra.

Don Carlos cuenta que un auténtico chagra se reconoce a la distancia. Con poncho colorado, bufanda, espuelas y zamarro, un chagra nunca pasa desapercibido. Y ya de cerca la relación que tienen con sus caballos son la prueba más clara de que un chagra es un chagra. Finalmente, la presentación de su caballo marca la distancia entre un improvisado y un chagra de pura cepa, una buena montura con un cabezal reforzado, capaz de aguantar la fuerza de los toros, es una característica indispensable en un chagra machacheño.

Chagra warmi.

Teresa Quezada es la chagra warmi de Don Carlos. Las mujeres de los chagras juegan un papel importante en la vida de los chacareros. De ellas depende no solo el cuidado del hogar, sino también el correcto desempeño de sus esposos en la dura vida del campo. Y es que las jornadas de trabajo de los chagras son maratónicas, largas travesías a través de helados pajonales y mucho esfuerzo para realizar sus tareas en el manejo del ganado son las constantes de sus vidas. Por eso es que las warmis son poseedoras de conocimientos alimentarios ancestrales.

Comida típica de los chagras

  • Colada de haba, máchica, tostado, choclos, mellocos, ocas y los sabrosos quesos que se dan en Mejía son la base de la comida del chagra: “el cocinado”, que viene a ser la lonchera del trabajo.
  • La machica traposa que mezcla panela, agüita de cedrón, harina y manteca de chancho es un potaje que brinda energía para aguantar el día.

Paseo del chagra

Los vaqueros de los Andes, llamados chagras participan de muchos festejos en la provincia de Pichincha, pero su mayor celebración es el Paseo Procesional del Chagra que se desarrolla por las principales calles de Machachi, en el marco de las fiestas de cantonización de Mejía.

  • Esta fiesta popular ecuatoriana se cumple en julio
  • Inicia con la misa campal, para después continuar con el desfile del toro pregonero tirado por cuatro huascas (sogas) y conducido por hábiles chagras.
  • La música de bandas de pueblo acompaña a los participantes que integran las delegaciones provenientes de varias provincias del país.
  • Durante este evento, cientos de jinetes demuestran sus habilidades sobre el lomo de hermosos corceles de vaquería, deleitando de esta manera a los turistas nacionales y extranjeros que acuden a Machachi desde las primeras horas de la mañana.
  • Por la tarde, asisten a una corrida de toros de pueblo que cierra la jornada de este día.

La fiesta chacarera

Es la celebración central para conmemorar la cantonización de Mejía, y está compuesta por las siguientes actividades:

  • Desfile Procesional del Chagra
  • Corridas de toros populares
  • Eventos complementarios
  • Antes del desfile se procede a realizar la misa campal
  • En el desfile propiamente dicho se destacan: El toro pregonero; La gran carreta chacarera con la imagen del Señor de la Santa Escuela, patrono de la fiesta; La multitud de participantes, con intervalos de música y danza; y, Comparsas y carros alegóricos.

El Paseo del Chagra no es solo una fiesta, es toda una cultura. Mejía en su geografía conserva este ícono cultural de suma importancia que caracteriza de manera exclusiva a ciertas zonas de los Andes ecuatorianos.

Chagras Ecuador

  • La capital del Ecuador, Quito, es una ciudad conformada mayoritariamente por "chagras", que es el término que los quiteños originarios acuñaron para denominar a todo aquel habitante de la urbe que no haya nacido en ella y sea de otra de las provincias serranas. 



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