Virgen de las Lajas de Urbina

En la rama gruesa que se desprendía de un árbol, a la orilla del sendero que conducía al caserío de La Taya, perteneciente a la Parroquia de Urbina

En territorio ecuatoriano, fue encontrada por campesinos una piedra laja pequeña en la que aparece pintada la imagen de la Virgen María, réplica un tanto exacta de la de Nuestra Señora de Las Lajas que en su brazo izquierdo carga amorosamente al Niño Jesús, mientras con su mano derecha ofrece el Rosario a Santo Domingo que en posición de adoración se encuentra frente a San Francisco.

Y asevero que es una réplica “un tanto exacta”, por cuanto existen notorias diferencias entre las dos imágenes que si bien no desarmonizan el parecido visual, dan a entender que fueron obras del mismo autor.

De las similitudes que bien podrían hacer pensar que la imagen de La Taya fue el bosquejo que inspiró la magnificencia lajeña, se pueden destacar:

  • El color de la túnica y el manto de la Virgen.
  • La posición de su cabeza inclinada y la dirección de mirada del Niño Jesús que juega con el cordón franciscano.
  • El ofrecimiento del Rosario a Santo Domingo.
  • La media luna sobre la que apoya sus pies.
  • El cordón de ajuste de la túnica.
  • La posición orlada del
  • La postura orante de los Santos acompañantes.
  • El Rosario que pende de las manos de Santo Domingo.

Respecto de las diferencias entre la imagen de Nuestra Señora de Las Lajas y la encontrada en el cepejón de La Taya, se pueden advertir de arriba hacia abajo:

  • El Espíritu Santo que levita sobre la cabeza de la Virgen, que no se encuentra en la de Las Lajas.
  • Tanto la túnica como el manto de la Virgen de La Taya no poseen tantas estrellas ni arabescos como sí los tiene la imagen de Las Lajas.
  • El cuello de la sotana de Santo Domingo no tiene los relieves ni las dimensiones semejantes pese a que sí el mismo color.
  • Las vistosas costuras que registra San Francisco en su vestidura no aparecen similares ni menos el cordón franciscano.

Todo lo anterior, me lleva a pensar que la piedra santa de Urbina bien pudo haber sido el bosquejo de lo que sería la imagen de Las Lajas, la cual debido a la magnitud y dimensión gigante de la piedra requería de modificaciones y mayores cuidados de elaboración. Pero, lo cierto, es que la advocación de la Virgen María tanto en la piedra grande que se venera en las Lajas como en la pequeña que se reverencia en Urbina es exacta en cuanto a los contenidos de fe, es decir, en lo que respecta a los cuatro personajes que ahí aparecen, las posturas adoptadas, las posiciones de los mismos y los mensajes espirituales que destellan como la soberanía de la Virgen sobre el universo al posar sus pies sobre la media luna, el ofrecimiento del Rosario a Santo Domingo por parte de la Madre de Dios y el ofrecimiento del Cordón por parte de Jesús a San Francisco.




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