Laguna de Bocana de Ostiones

En medio de los riscos, el mar forma una laguna que es aprovechada por los pobladores de Bocana de Ostiones, para bañarse. Es uno de sus principales sitios turísticos de esa zona esmeraldeña.

Bocana de Ostiones en Rioverde - Esmeraldas

Se encuentra a 4,5 Km. de la vía principal; fácil acceso, tiempo de recorrido desde la Panamericana 10 minutos. Encontramos en este lugar a la Cooperativa “Langostiones” cuyo presidente es Carlos Cuero; esta cooperativa cuenta con un hospedaje para turistas, desafortunadamente inconcluso; sin embargo siguen trabajando en el desarrollo del turismo, que han considerado una nueva fuente de desarrollo, sus playas son extensas y su gente amable; en todos estos sitios destaca la sabrosa comida, las riquezas marinas se transforman en platos variados y muy apetitosos.

La entrada de mar es poco visitada, pero ahora la comunidad quiere explotarla turísticamente. Bocana de Ostiones está en el norte de la ‘Provincia Verde’, en el cantón Rioverde. Es parte de la ruta denominada Spondylus.

En ese sector, las elevaciones montañosas adornan el perfil costero. A lo lejos se ven también las embarcaciones pesqueras. Antes se dedicaban exclusivamente a la captura de mariscos y pescado, pero ahora algunas ya han sido adaptadas para realizar paseos para turistas y para avistar ballenas jorobadas. Los cetáceos llegan a las costas ecuatorianas entre julio y septiembre de cada año. Todo comenzó hace un año.

La comunidad se organizó alrededor de un proyecto gastronómico, con el apoyo del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y la Dirección de Turismo. En Bocana de Ostiones se construyó un comedor y se compraron dos lanchas de fibra de vidrio con motores fuera de borda.

La iniciativa y su promoción atrajeron a los primeros turistas. Uno de ellos, Daniel Campos, de la provincia del Azuay. Dice que se ha propuesto visitar cada año el sector con su familia. “Los precios son cómodos y el paisaje es espectacular. A mí me gusta disfrutar de la tranquilidad y este sector es propicio”. En los comedores de la playa se encuentran platos típicos como pescado frito y encocado; cebiches de camarón, calamar y también de concha. Jimmy Hurtado, presidente de la comunidad, reconoce que aún falta infraestructura para alojar a los turistas, “pero con el apoyo de los visitantes se podrá cambiar esto a mediano plazo”. Por el momento -agrega- los turistas pueden hospedarse en la ciudad de Esmeraldas y pasar el día en Bocana de Ostiones.

Está a una hora de distancia en vehículo. Desde el peñón de Ostiones, en la parte alta de esa población, se distinguen las playas de Paufí y África, en la parroquia Montalvo, del cantón Rioverde. Además, hay un pequeño puerto artesanal que es el sitio de embarque para los recorridos en lanchas. Se navega por el río Ostiones, que está rodeado por manglar y una variedad de aves como gaviotas, garzas y piqueros. Con el apoyo de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres se señalizó la ruta. En el manglar hay letreros para que los visitantes puedan conocer detalles de las especies que viven allí.

En ese estuario está también el llamado “charco corvinero”. Es un sitio para la pesca deportiva de corvinas, pargo rojo y bagres. El recorrido en lancha por el mar incluye una parada en el balneario África, que es una playa desolada. También se llega por tierra con la marea baja. Allí los turistas tienen la posibilidad de observar las 3 000 piezas arqueológicas encontradas en el sitio. En la playa hay vestigios que aún son estudiados para determinar sus orígenes.

Los visitantes escucharán las leyendas alrededor de las figuras narradas por Arquímedes Simisterra, dueño del museo que está sobre una loma. En ese sitio están las cuevas de León Valdés, que es una elevación montañosa. Está llena de laberintos. Habitantes del lugar dicen que por los escondrijos se llega hasta Ostiones. En el futuro se piensa hacer visitas guiadas. Luego del recorrido por el río y el manglar, los turistas probarán un platillo de mariscos denominado Tres sin sacar. Se lo creó en agosto, como parte del proceso de promoción turística de la comunidad esmeraldeña.

Está compuesto por langostinos, calamar y pata de burro (caracol de mar). Cuesta USD 5 y ya tienen comensales. Se los cocina con zumo de coco y hierbas aromáticas (chillangua, orégano y albahaca), explica Mabeliz Cortez, una de las organizadoras. “El nombre se lo dio, porque el plato es afrodisiaco”, dice la operadora turística, entre risas. El platillo está acompañado con arroz, patacones y una limonada endulzada con panela. Ramón Echeverría, un turista, destaca su sabor intenso. “Prácticamente los mariscos salen del mar al plato. Se siente la frescura y la sazón de las cocineras”.




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