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Ingapirca el mejor lugar para adorar al Sol

El guía me recomendó visitar Ingapirca durante el mes de junio ya que en ésta época del año se celebra la Fiesta del Inti Raymi que coincide con el solsticio de verano.

Guiado por la curiosidad y por la fascinación de descubrir a esas pequeñas joyas escondidas, de las que de a poco van hablando los viajeros que quedaron encantados por lo que conocieron, decidí emprender mi viaje hacia Ingapirca, planeando el recorrido volvieron a mí esas emociones de infancia que revolotean el cuerpo y no dejan dormir pensando en las aventuras que esperan y en aquello que descubrir.

Emprendí mi viaje por carretera. Adentrándome por la cordillera interandina llegué a la provincia del Cañar. Me dejaron encantado los paisajes multicolor que se dibujan en el horizonte, sus montañas parecen estar cubiertas con alfombras de mil colores formadas por los extensos cultivos de la zona. Los campos amarillos parecen haber sido teñidos por el resplandor del sol.

Poco a poco me internaba por caminos serpenteantes rodeados de colinas cuya señalización indicaba que me aproximaba a mi destino. En el trayecto podía observar personas que vestían coloridos trajes y singulares sombreros blancos. Me detuve para admirarlos y conversar con ellos. Me dijeron muy orgullosos “nosotros somos Cañaris” una etnia prehispánica que por generaciones ha habitado este territorio. “Somos conocidos como la Gran Nación Cañari de valientes e indomables guerreros”, recalcaron orgullosos. Sin duda alguna fue genial compartir con ellos un momento. Me contaron que en la vía que conduce desde El Tambo a Ingapirca existen dos centros comunitarios, Sisid Anejo y Caguanapamba, que ofrecen la posibilidad de convivir con esta comunidad. De seguro en la próxima travesía consideraré visitarlos.

Continuando con recorrido avancé hasta llegar a un pequeño y pintoresco pueblo de coloridas casas. Sin dudarlo había llegado a Ingapirca. Al acceder a la vía que conduce al Complejo divisé una extraordinaria construcción de piedra que me sorprendió por su belleza. De inmediato, me dirigí al sitio. Allí compré las entradas y me asignaron un guía. Apenas ingresé al lugar sentí una energía especial que no puedo describir. En el trayecto que en este sitio convivieron dos culturas: la Cañari y La Inca. La primera adoraba a la luna y la segunda al Sol. Además, la forma de construcción y materiales empleados por cada una eran diferentes, pero lo que más llamó mi atención fue la tumba Cañari encontrada en el sector. No te cuento los detalles. Hay que conocerla.

En todo el Complejo pude observar vestigios de viviendas, bodegas y plazas. Una construcción en forma de elipse conocida comúnmente como el castillo. Al acceder por las escaleras de piedra sentí transporme en el tiempo. Puedes vivir la experiencia de sentirme como un monarca Inca que sube a su palacio. Se cree que éste fue un espacio para adoración al Sol y un centro administrativo.

El guía me recomendó visitar Ingapirca durante el mes de junio ya que en ésta época del año se celebra la Fiesta del Inti Raymi que coincide con el solsticio de verano. En Esta fiesta ancestral se da las gracias al Sol por las cosechas recibidas y se preparan eventos especiales como festivales de música, danza y la elección de la Ñusta.

Terminado el recorrido guiado me dirigí por un pequeño sendero para conocer la famosa “Cara del Inca”, lugar de visita obligatoria. En el camino llamaron mi atención algunas viviendas locales que sorprendentemente están hechas de lodo (adobe). Algunas cuentan con tiendas de artesanías o te ofrecen gastronomía local. Al final del sendero se divisa una cara perfectamente esculpida en una roca. Según indican algunos nativos del sector se trata de una formación rocosa natural, ¡pero sí que es sabia la naturaleza!.

De regreso decidí probar una bebida que se ofrecía en los negocios locales, la llaman ¡chicha!, me contaron que es una bebida elaborada a base de maíz que, a decir de los habitantes de la zona, en ocasiones especiales. Toda la aventura vivida abrió mi apetito. Así que decidí probar un “choclo con queso”, realmente una opción que hay que experimentar. Otro plato imperdible es la trucha proveniente de los ríos del sector. Sin duda uno de los platos más exquisitos que he probado.

Es imposible describir todas las experiencias vividas. Sin duda alguna, Ingapirca es uno de los sitios que el turista debe visitar para conocer más de la cultura y la historia de los pueblos precolombinos que se asentaron en el Ecuador.

¿Qué esperas para armar tus maletas y aventurarte a visitar el Complejo Arqueológico más grande del Ecuador?.

Por: Wilmer Prado




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