Guayacanes del Bosque seco de Mangahurco

El florecimiento de los Guayacanes es uno de los espectáculos del bosque seco. Aventura, áreas protegidas, camping, flora, naturaleza y un bosque vestido de sol.

¿Qué debes saber?

  • En la comunidad de Mangahurco, ubicada a 320 kilómetros de la ciudad de Loja y a 187 kilómetros de Arenillas, provincia de El Oro, se pinta de amarillo intenso con la primera lluvia fuerte del año entre enero y febrero.
  • Es el acontecimiento natural más maravilloso: el florecimiento de los guayacanes, un espectáculo de incomparable belleza, que ocurre a finales de diciembre y prinicipios de enero.
  • Este evento se da una sola vez al año, se estima que dura seis días, por lo que los turistas nacionales y extranjeros se desplazan con rapidez para vivir esta experiencia única y transformadora de vida.

Bosque seco de Mangahurco

Durante este tiempo los pobladores los cantones Celica, Pindal, Puyango, Zapotillo y Macará organizan una feria con todas sus cosechas y artesanías que han acumulado en todo el año para compartir con los visitantes.

El bosque seco de Mangahurco tiene 40.000 hectáreas de guayacanes que son celosamente cuidados por sus habitantes, quienes vieron en este acontecimiento natural una oportunidad de desarrollo turístico sostenible.

Desde 1978, los habitantes de Mangahurco, protegen al bosque como un verdadero tesoro, evitando la tala de este bosque seco, debido a que esta especie maderable requiere de hasta 200 años para que alcance 15 metros de altura.

Además, los turistas pueden visitar las parroquias de Bolaspamba y Cazaderos del cantón Zapotillo, en la provincia de Loja, donde también el florecimiento deslumbra con el impresionante color amarillo, espectáculo de milenarios árboles de Guayacán.

Varias actividades esperan a los visitantes como realizar una caminata de 5km por el bosque de Guayacanes, hasta llegar al balneario denominado El Inca.

Su gastronomía tradicional es otro atractivo; pues allí se prepara el exquisito seco de chivo también llamado “chivo al hueco”, por su peculiar cocción bajo tierra. El seco de gallina criolla acompañado de yuca, zapallo y ensalada; y, un delicioso refresco de tamarindo, fruta de la región es otra alternativa culinaria.

 




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