Sombreros López

4 generaciones de la familia López mantienen vivo el oficio tradicional dedicado a cubrir las cabezas de los inquietos quiteños y de las coquetas quiteñas. Descubre la magia del trabajo artesanal, de los sombreros hechos a mano.

¿Qué debes saber?

  • En los sombreros López podrás encontrar, un sombrero de calidad, hecho a mano y para cada estilo. 
  • Sombreros de paño, paja toquilla y tocados en infinidad de modelos con costos que van de los $30 hasta los $150 USD. 
  • Andrea López es la cuarta generación que desde 1920, mantiene vivo este oficio tradicional de Quito

Los sombreros de los López

  • En su local de la calle La Ronda, el artesano Luis López realiza con sus manos este trabajo artístico, casi extinto en nuestro país y en el mundo entero.
  • De paja toquilla, paño, organza, licra, tafetán o tul; de línea antigua o con diseños contemporáneos son los sombreros que elaboran las hábiles manos de Don Luis.
  • Los López han puesto en la cabeza de reconocidas personalidades sus hermosas creaciones. Sus sombreros y gorros han adornado a reinas de belleza, artistas, futbolistas y políticos nacionales e internacionales.
  • Agustín Delgado, Sharon, Joaquín Sabina, usaron los modelos de don Luis en sus cabezas.
  • Además, López inició una línea social de sombreros y pelucas.  Actualmente, produce atractivos y funcionales diseños para las mujeres que padecen cáncer y están sometidas a sesiones de quimioterapia. Para ellas creó pelucas, sombreros y gorros elegantes, llamativos y totalmente naturales.

Luis López lleva el arte del diseño en su sangre

  • Su abuelo empezó la confección a inicios del presente siglo en Ambato.
  • Luego, en la década del cuarenta, vino a Quito con su padre Luis Gerardo y su madre Ana Victoria, quienes instalaron su taller en las calles Flores y Esmeraldas, en el centro de Quito.
  • Él es uno de 10 hermanos y el único que continuó con este oficio.
  • En las vitrinas de su local se exponen sombreros de todos los colores y dimensiones. También existe una línea que incluye sombreros extravagantes para pasarelas y desfiles de modas.

Oficios tradicionales en la calle de las 7 Cruces

La calle García Moreno y Rocafuerte, inconfundible por el Arco de La Reina que marca la esquina del Museo del Carmen Alto y del Museo de la Ciudad, es el punto de partida para recorrer rumbo al norte, una ruta de oficios llena de sabores, recetas magistrales y sombreros.

  • Tienda del Carmen Alto. Al pie del Arco de la Reina, las madres carmelitas descalzas mantienen en la puerta de su museo una tienda donde comercializan los productos que fabrican al interior de sus conventos.
  • Botica Alemana. Leonardo Puertas, en la esquina de la Calle Bolívar, mantiene esta botica que desde 1875 se estableció en Ecuador y que para 1914 era una las 13 farmacias que atendían en Quito.
  • Poncheros de carreta. Ángel Remache, lidera la "Asociación de poncheros de Quito La Magolita", en el que con más de 40 poncheros, mantienen vivo el oficio de venta de la tradicional bebida quiteña.
  • Espumillas de la Michelena. Cerquita de los poncheros, fácilmente encontrarás a las espumilleras, que con la misma elegancia, rondan la Plaza Grande. Magdalena Moya, a media cuadra de la Plaza Grande, mantiene desde hace más de 50 años su local de Espumillas de la Michelena, conservando el nombre del barrio donde empezó su negocio. 
  • Tienda de la Inmaculada Concepción. Las madres conceptas en la esquina de la Plaza Grande, mantienen la tradición de elaborar ropa para los Niños Dios que reciben misas en diciembre y enero, además la tradición de proveer shampoos, jarabes, hostias, vino, escapularios y denarios de la Inmaculada, que poseen beneficiosas propiedades y protección garantizada.
  • Tienda del Carmen Bajo. Las madres carmelitas una cuadra más al oriente de la Plaza Grande, en la calle Olmedo y Venezuela mantienen la centenaría tradición de venta de vino de consagrar, jarabes para la tos, el hígado graso, la gastrítis, en cremas tienen la rosada, para la hermorroides, la artritis y las várices y hasta un jarabe para la memoria.
  • Tienda de la Encarnación de San Juan. Las madres agustinas siete cuadras al norte de la Plaza Grande, en la calle Benalcazar y Carchi, junto a la Basílica del Voto Nacional, también tienen su tienda. Famosas son sus líneas de repostería con manjares quiteños que mantienen los sabores tradicionales de los pasteles, moncaibas y chocolates coloniales, así como su línea cosmética que con agua de rosas y champús de romero, le ha permitido mantener por siglos a una fiel clientela.



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