Mirador de Guápulo y las promesas de amor

Aprecia el inicio del camino que siguió Orellana para llegar al río Amazonas, entérate como su expedición fue atacada por mujeres muy similares a las Amazonas y como en este sitio las parejas se juran amor eterno.

¿Qué debes saber?

El Mirador de Guápulo, ubicado en el centro norte de Quito, ofrece una experiencia única que combina impresionantes vistas panorámicas con una rica tradición cultural. Conocido por su encanto tanto de día como de noche, este mirador es uno de los lugares más queridos por los habitantes locales y los visitantes por igual.

Por la mañana, el Mirador de Guápulo brinda a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la serenidad de la naturaleza. El paisaje verde se fusiona con un cielo azul espectacular, creando un ambiente de tranquilidad y belleza natural. Además, los sonidos armoniosos de la naturaleza añaden una atmósfera relajante mientras los visitantes exploran los alrededores. Una visita matutina al mirador es ideal para aquellos que desean comenzar el día con una sensación de paz y admiración por la naturaleza circundante.

Una de las características más destacadas del Mirador de Guápulo es su proximidad a la iglesia del mismo nombre. Esta iglesia, una de las más hermosas de la ciudad, combina el estilo mudéjar con el barroco, creando un ambiente único que vale la pena explorar. Los visitantes pueden aprovechar la oportunidad de visitar este sitio histórico y sumergirse en su rica arquitectura y su significado cultural.

Por la noche, Guápulo cobra vida de una manera completamente diferente. Se convierte en uno de los lugares más animados y bohemios de la ciudad, atrayendo a jóvenes y adultos por igual. Los bares locales abren sus puertas para recibir a los visitantes, ofreciendo una variedad de bebidas clásicas de Quito, como el famoso "canelazo". Estos bares, aunque pequeños, están llenos de energía y camaradería, lo que los convierte en el lugar perfecto para socializar y disfrutar de la vida nocturna de la ciudad.

Promesas tan difíciles de romper, como un candado.

Además de su belleza natural y su ambiente animado, el Mirador de Guápulo es conocido por una tradición única que ha ganado popularidad en los últimos años: los candados del amor. Inspirada en la tradición del Puente de las Artes en París, esta práctica implica que las parejas coloquen candados en las rejas del mirador como símbolo de su amor eterno. Cada candado está adornado con los nombres de la pareja, la fecha y, a menudo, una promesa de amor duradero. Esta costumbre ha añadido un toque romántico y sentimental al mirador, convirtiéndolo en un lugar especial para las parejas que desean sellar su amor de una manera significativa.

La ubicación del Mirador de Guápulo en una ladera agrega un elemento adicional de emoción y aventura a la experiencia. Desde este punto de vista elevado, los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas del valle de Cumbayá y Tumbaco, así como de la zona oriental de la cordillera de los Andes que rodea a Quito. La sensación de estar en la cima del mundo, junto con la belleza natural que lo rodea, hace que este mirador sea verdaderamente especial.

En resumen, el Mirador de Guápulo ofrece una combinación única de belleza natural, historia cultural y tradición romántica. Ya sea que los visitantes estén buscando un momento de paz y serenidad o una noche de diversión y emoción, este mirador tiene algo que ofrecer para todos. Su proximidad a la iglesia de Guápulo, su vibrante vida nocturna y la encantadora tradición de los candados del amor lo convierten en un destino imprescindible para aquellos que visitan la hermosa ciudad de Quito.




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