Museo María Augusta Urrutia

Un lugar para admirar la religiosidad de la alta sociedad quiteña en pleno inicio de la vida republicana del Ecuador una vez que se separará de la Gran Colombia.

¿Qué debes saber?

  • Los espacios de la Casa Museo se ofrecen para diferentes eventos, recitales, conferencias, exposiciones temporales y talleres para niños, en pleno centro Histórico de Quito.
  • Dentro se puede apreciar las costumbres y forma de vida de inicios del siglo pasado, es una edificación típica del Centro Histórico con varias y amplias habitaciones y dos grandes patios centrales.  
  • Está decorada con obras de arte importantes, muebles traídos en su mayoría de Europa y una gran colección de 78 pinturas de Víctor Mideros (1888).
  • Muestra una gran colección de artículos domésticos “modernos” para la época, piezas decorativas de finales del siglo XIX, muebles de estilo europeo y piezas de arte que demuestran los refinados gustos que poseía la dama quiteña.

Visita al museo de María Agusta Urrutia

  • Construida en 1830, 8 años posteriores a la batalla de Pichincha y a una cuadra y media de la Plaza de la independencia, esta casa de tres pisos ha sido preservada en su estado original, ofreciendo una mirada auténtica a la vida de la distinguida María Augusta Urrutia.
  • La casa, ahora Museo María Augusta Urrutia, es un tesoro arquitectónico y cultural que transporta a los visitantes al Quito independiente, a la Luz de América.
  • Desde la entrada, la casa desvela la elegancia de la época, con detalles como pilastras de piedra y madera, alacenas y refrigeradores de la época en el primer nivel.
  • El segundo piso revela una cocina principal que parece detenida en el tiempo, con artefactos como moledoras de café, máquinas para hacer helado y molinos de piedra del siglo XVIII.
  • El baño de María Augusta, inalterado, alberga incluso su perfume Chanel No.5 bajo el espejo.
  • El comedor, con vajillas francesas del siglo XIX, lámparas de bronce y cristales de Baccarat, resalta el refinamiento de la época.
  • Urrutia, mecenas del pintor Víctor Mideros, exhibe en su casa 89 cuadros del artista, junto con muebles que cuentan la historia y la cultura de Ecuador.
  • La sala de costura refleja la generosidad de Urrutia, quien ayudaba a vestir a niños y clérigos. El ambiente alberga máquinas de coser y un altar portátil del siglo XVII, junto con piezas históricas de China.
  • La sala íntima muestra la devoción religiosa de María Augusta, con obras de la Escuela Quiteña y cuadros de Mideros.
  • El dormitorio, con pinturas encargadas especialmente para la habitación, revela su gusto artístico y religioso.
  • La sala de visitas, testigo de encuentros con personajes históricos, destaca con pinturas murales, cortinas y tapices de la época. Los cortineros de pan de oro y muebles Bull con incrustaciones de bronce añaden un toque de lujo.
  • El museo también alberga una colección de fotografías del siglo XIX y principios del XX, brindando una visión completa de la vida de María Augusta Urrutia y su contribución a la sociedad.
  • Esta joya histórica invita a los visitantes a sumergirse en el pasado, explorar la vida cotidiana de una figura ilustre y apreciar la riqueza cultural de Quito.
  • El Museo María Augusta Urrutia es una experiencia enriquecedora que conecta a los visitantes con la historia y el legado de Ecuador.
  • Lo más relevante de la casa, es la figura de Doña María Augusta Urrutia y su vivencia espiritual, ella reconoció a Dios en el rostro de los más humildes y, para servir a Dios, entregó su vida, sus bienes y su alma.

La Casa 760

  • Fue el hogar de Doña María Augusta Urrutia, 
  • Fue construida en el siglo XIX de estilo andaluz está decorada con piezas artísticas de más de un siglo de antiguedad. 
  • Fue restaurada y ahora expone a la casa tal y como María Augusta solía tenerla a principios del siglo XX.

La vida de María Augusta Urrutia

  • Nació en 1901 y falleció en 1987, descendiente de hacendados y del aristócrata Juan Pío Montúfar.
  • A los tres años quedó huérfana y entonces heredó varias haciendas, tanto en Quito como en Machachi.
  • A sus 20 años contrajo matrimonio y entonces recibió la Casa 760 como regalo de bodas por parte de la familia de su esposo.
  • Debido a que su pareja falleció en 1931 y nunca tuvieron hijos, Urrutia emprendió una vida dedicada a la beneficencia
  • En la Casa 760 empezó a recibir a varios niños de la calle haciendo de esta pequeña mansión un comedor y centro de juegos.
  • Para expandir su labor solidaria decidió en 1939 crear la Fundación Mariana de Jesús la misma que actualmente administra el museo. Con la creación de esta fundación, y la vinculación que Urrutia siempre llevó con la Compañía de Jesús, cedió sus haciendas para obras benéficas y religiosas, Así:
    • La hacienda de Solanda se destinó al Banco Ecuatoriano de la Vivienda para la construcción de casas para los desposeídos. 
    • La Hacienda de La Gasca sirvió para la edificación del Seminario Mayor.
    • La Hacienda Rumipamba se usó para que los jesuitas construyeran el Colegio San Gabriel y en su límite inferior se creo el parque La Carolina (nombrado así en memoria de la tía de María Augusta Urrutia, antigua hacendada de aquella zona).
    • En Machachi, las haciendas fueron a manos de jesuitas.
    • La gran parte de los réditos de las haciendas de María Augusta Urrutia se destinaron a la obra de la Fundación, además que ella fue el mecenas del pintor ibarreño Víctor Mideros.

Tras los pasos de la Independencia




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