Monumento Los Raidistas

Un monumento que recuerda la travesía de los cinco raidistas del cantón Chone, en la provincia de Manabí. Está ubicado a la entrada de este territorio ayuda a mantener intacta la historia. Alrededor de este mausoleo los pobladores evocan a este grupo de chonenses que en 1939 emprendieron un periplo para demostrar a las autoridades, de ese entonces, que sí era posible trazar una ruta que uniera a Manabí con Quito.
Antes se habían enfrentado a la negativa de que eso no era viable. Sin embargo, Carlos Alberto Aray, Juan de Dios Zambrano, Emilio Hidalgo, Plutarco Moreira y Artemio Aray tenían indicios de que en otros tiempos ya se habían dado expediciones hacia esas dos regiones, por una ruta que era desconocida para las generaciones de esos años.
"Desde los orígenes de la provincia de Manabí, los pueblos aborígenes trazaron una vía para comunicarse entre las diversas tribus que formaban el Reino de Quito, en la que también transitaron los conquistadores y los colonizadores españoles, en busca del mar". Esto lo recoge un proyecto de resolución de la Asamblea Nacional que en enero de 2011 declaró la vía Chone-Quito como "Ruta de los Raidistas", precisamente en honor a la hazaña del Raid.
Carlos Aray, hijo de uno de los actores de esta gesta, la evoca como una hazaña que enorgullece a todo el pueblo.
Para él, no solo se trató de una gestión para el desarrollo y progreso de la provincia, sino que hubo una fusión entre tradiciones y pujanza. Por ejemplo, las fotos de esos años retratan a los raidistas vestidos con camisas de seda, sombrero de paja toquilla y un machete, instrumento que les ayudó a abrirse camino entre la tupida selva de la Costa.
En los archivos del Municipio de Chone se guardan testimonios de las estancias obligadas que los chonenses hacían a lo largo de su aventura.
En la película de Nixon Chalacama, que encarna la hazaña de los raidistas, se observa un contacto con aborígenes de la etnia Tsáchila de Santo Domingo. Los nativos ayudan a guiar a los chonenses a la ruta hacia la capital. Los tsáchilas con su experiencia en la selva también se unen a la minga por la búsqueda del camino entre la Costa y la Sierra.
La partida de los raidistas hacia la vía Quito se celebró con música popular y bandas de pueblo. Una muchedumbre los acompañó hasta lo que hoy es la parroquia Santa Rita.
Miguel Álava, de 75 años y oriundo de Chone, manifiesta que según los registros, la travesía les tomó a los raidistas 53 días, pues el 28 de enero de 1940 finalmente fueron recibidos en Quito por las autoridades nacionales.