Tren turístico de Cevallos

Para conocer los atractivos y emprendimientos turísticos del cantón Cevallos, este mini tren es la mejor opción. ¡Qué esperas, súbete al tren!.

El tren de la dulzura

  • Está ubicado en la calle González Suárez y 13 de Mayo, junto al Parque de la Madre, este tren miniatura ofrece:
  • Paseos turísticos
    • De aproximadamente 20 minutos.
    • Los paseos turísticos tienen rutas establecidas, a un costo de 2 dólares adultos y 1 dólar los niños.
    • Comprenden recorridos por los huertos frutales, el centro de Cevallos, la estación del tren y realizamos dos paradas, una en la Fábrica de Chocolates Guguis y en el Huerto de Taxos en donde le venden porciones de frutas de temporada.
    • Los paseos turísticos se los contrata en el lugar de 12h00 a 18h00.
  • Tour de medio día
    • El tour permite a los turistas visitar diferentes emprendimientos de producción de chocolate y mermeladas.
    • Este tour incluye guía local, souvenir, transporte, break, almuerzo, degustaciones y tienen un costo de 15 dólares.
    • Este tren está disponible los fines de semana y feriados desde las 12h00 hasta las 18h00.
    • El tour se realizan previa reservación vía Facebook o WhatsApp al 0997020098 

Las vías del tren por las poblaciones de Tungurahua

Hay historias que son inevitables, es como si el universo conspirará para juntar diversos caminos de familias distantes, de pueblos lejanos.

En esta historia, los caminos son las vías del tren del Ecuador, ese sueño ambicioso de Eloy Alfaro y de ingenieros europeos, que dio sus primeros pasos en el cantón Cevallos de la provincia de Tungurahua.

El primer camino, parte de Mocha, donde un abuelo gracias a su oficio de telegrafista, logró sacar adelante a su familia, dejando a su paso, fabulosas historias de las rutas que recorría el tren.

Por otro camino, hay otro abuelo que construyó su casa justo en la curva que da la bienvenida a turistas y comerciantes que, subidos en el techo del tren, saludaban a los pobladores de Cevallos.

Un oficio directamente ligado a la cultura del tren y una casa que permitía vivir la cotidianidad de los caballos de acero. Cultura y cotidianidad, porque el tren se escucha, se huele, se vive y se siente en la piel.

Otro camino es el de Noé Valle, un joven cevallence, nieto de estos dos abuelos, que más que habitar esas casas en Mocha y Cevallos, heredó de su familia un profundo amor por el tren. En el 2012, Noé, escuchó sobre los planes de rehabilitación de la estación del tren de Cevallos.

Algo lo sacudió su corazón y también su mente, pues por varias noches no logró conciliar el sueño, pues se amanecía pensando en cómo sus abuelos lograron, gracias al tren, sacar adelante a sus familias. Noé reclamaba ese mismo destino.

La estación del tren de Cevallos

La rehabilitación del tren reactivó la economía de Cevallos, de pronto ahora el futuro de esta población tenía nombre propio: Turismo.

Los pobladores de Cevallos son gente pujante, emprendedora, en pocos meses florecieron en este poblado varias actividades de turismo como huertas, restaurantes, cafés y hosterías.

Junto a negocios tradicionales como los de la elaboración de caramelos y melcochas, brindaban a los turistas interesantes opciones de distracción y esparcimiento.

Fueron esos negocios turísticos los que permitieron a Noé volver a dormir, pues el destino que buscaba era obvio. Él se dio cuenta que los turistas necesitaban un medio de transporte que les permitiera recorrer las opciones turísticas.

Noé tiene pinta de europeo, tal vez por sus venas corre la sangre de los ingenieros que diseñaron las vías que juntaron a sus ancestros.

Tal vez esto explica muy bien, la habilidad de este joven que, en marzo del 2016, estacionó en las afueras de la estación de Cevallos, un tren miniatura, diseñado y construido por sus propias manos.

La historia del tren, buscando como repetirse

Hay historias que son inevitables, hoy cuando Noé conduce su tren y pasa por las viejas casas de Cevallos, levanta con alegría su mano para saludar a los transeúntes que con alegría dan la bienvenida a los turistas, el jura que de vez en cuando vuelve a ver a su abuelo.

Hay historias que son inevitables, hoy cuando Noé revisa su e-mail para contactarse con turistas que buscan sus servicios, se siente como su abuelo, el telegrafista que enviaba mensajes al mundo.




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