Raúl Francisco Sánchez Mendoza

Sánchez es el único historiador que tiene el cantón guayasense. El hombre es una verdadera leyenda viviente de Yaguachi, aunque nació en Guayaquil hace 46 años.

Un guayaquileño recopila la historia de Yaguachi

No importa la fecha, la hora, el lugar, si es feriado o un fin de semana. El teléfono de Raúl Francisco Sánchez Mendoza suena a cada momento. No hay un día que pase sin que alguien lo llame o visite, para preguntarle algún dato referente a Yaguachi.

Sánchez es el único historiador que tiene el cantón guayasense. El hombre es una verdadera leyenda viviente de Yaguachi, aunque nació en Guayaquil hace 46 años.

“Mi familia se radicó en Yaguachi cuando tenía 11 años, motivo suficiente para ser parte de su historia”, señaló.

Sus oscurecidos lentes de aumento de tipo rectangular que por lo regular lo acompañan, ayudan a proyectar esa figura culta, el estereotipo de un ‘hombre biblioteca’.

En su mayoría estudiantes lo buscan para conocer sobre Yaguachi. Colabora sin pedir nada a cambio.

Raúl Sánchez viene a ser el responsable de que la historia de Yaguachi no se pierda en el tiempo, sino que mantenerla viva a través de sus escritos: lleva a la fecha cuatro libros, basados a una ardua investigación que le tomó décadas recopilar, prácticamente toda su vida.

  • Su primer libro titulado ‘Yaguachi, mi casa grande’ se distribuyó como ‘pan caliente’, como él dice, pues fue el primer material escrito que recopiló la historia del cantón, su origen, sus personajes, entre otros datos que hasta entonces eran desconocidos por la mayoría. Aquello lo motivó a preparar tres ediciones más, totalizando 10.000 ejemplares.
  • ‘Antesala de la Independencia’ se denominó su segunda obra, lanzada en el 2005. Dos años después culminó su tercera obra titulada ‘Yaguachi, escenario de lucha, historia y milagros’.
  • Su última obra es ‘Una visión histórica de San Jacinto de Yaguachi’, que logró cristalizar con el auspicio de la Prefectura del Guayas.

Raúl se define como un “apasionado” por la comunicación. Se graduó de periodista en la Facultad de Comunicación Social (Facso) de la Universidad de Guayaquil en la década de los 90. Considera que su vocación impulsó aún más su amor por la investigación.

Pero muchos dudarían al pensar que este mismo hombre fue en su niñez un agricultor, en su adolescencia un ‘triciclero’ y más tarde como taxista. También incursionó en la política, llegando a ser electo por dos ocasiones como concejal, y en su primer periodo designado vicealcalde.

Como anécdota, Raúl recordó entre sonrisas que mientras era vicealcalde continuaba ejerciendo el taxismo en las noches. Sánchez era miembro de una cooperativa de taxis ejecutivos que ofrecía sus servicios a huéspedes de un hotel cinco estrellas de Guayaquil, así como de clientes de un centro comercial cercano.

Una de las anécdotas fue que en una ocasión se subió a su vehículo una funcionaria de la Prefectura. Al principio ella no lo reconoció.

Ella lo miraba una y otra vez, hasta que se atrevió a preguntarle si era familiar del vicealcalde de Yaguachi. Él le respondió: “Sí, soy yo”.

Sánchez confía en que su trabajo como escritor de libros trascienda a otras generaciones y que estas “se encuentren con el Yaguachi que alcancé a ver y escuchar, ese Yaguachi que me contaron mis abuelos y que descubrí en viejas revistas y periódicos que yo alcancé a leer y escudriñar”.

“Me llena de orgullo saber que puedo servir y ayudar, y que mis conocimientos no se queden congelados, compartirlo con la gente”, expresó el historiador y periodista.




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