Ruta Humboldt & Bonpland. Tixán - Alausí

Un tramo de la ruta que el geólogo alemán Alexander Von Humbolt recorrió en 1802, hoy es atesorado por investigadores y habitantes de dos comunidades de Alausí, un cantón situado al sur de Chimborazo.

Ruta Humboldt & Bonpland.  Tixán -  Alausí

El recorrido de 11 kilómetros por el camino que conduce desde Tixán a Alausí, en recuerdo al viaje que realizaran hace 200 años los naturalistas franceses: Alexander Von Humbildt y Aimé Bonpland, y reconociendo varias de las plantas endémicas en el sector principalmente por la zona volcánica del antiguo pueblo de los Tikizambis.

Allí se identificó una ruta de 10,4 kilómetros por la que Humboldt caminó mientras buscaba plantas que luego serían anotadas en los registros botánicos como nuevos hallazgos científicos. De las 28 plantas que Humboldt descubrió, 18 se consideran patrimoniales porque, hasta esa época, no habían sido vistas en ninguna otra parte del mundo. Mientras que las otras 10, aunque no fueron primicias, se consideran históricas porque formaron parte de la colección botánica más grande del mundo. Las plantas aún crecen en el antiguo camino de origen incaico. La vía mide unos tres metros, es lastrada y está bordeada por cercas de piedra que marcan los límites del camino. Es ideal para recorrerse a pie o en bicicleta, aunque también hay acceso para vehículos. Para Oswaldo Tello, técnico de la Unidad de Turismo del Municipio de Alausí, la identificación del camino también devela un nuevo atractivo con un alto potencial turístico. Una investigación realizada por la Universidad San Francisco de Quito en el 2016 puso al descubierto la ruta de Humboldt. Carlos Ruales, docente de esa institución volvió a hacer el recorrido del investigador alemán, pero esta vez identificó 80 tipos de plantas. Su investigación se publicó en un libro que ahora se utiliza como insumo principal para capacitar a los habitantes del sector. El propósito es que, en algún momento, puedan ofrecer a los visitantes el servicio de guías nativos e iniciar nuevos emprendimientos. “La idea que tenemos para este sitio es que las comunidades que están cerca puedan beneficiarse de las visitas de turistas y así dinamizar la economía”, explica Tello. Sin embargo, el proyecto está ligado a un estricto plan de conservación del camino y la vegetación que crece en él. Los comuneros ya empezaron a recibir las capacitaciones. Wilson Chauco solo tiene 16 años y es uno de los potenciales líderes del proyecto. Él participó en los recorridos que los investigadores realizaron en conjunto con el Club de Amigos de Humboldt, que se integró en Alausí, y conoce a detalle las singularidades de cada planta que crece en la zona. “Algunas de estas plantas tienen usos medicinales. Nuestros ancestros ya las conocían incluso antes de la llegada de Humboldt y la aparición de la medicina en América”, cuenta entusiasta el joven. Él es oriundo de Tixán, una parroquia de Alausí desde donde se inicia el recorrido. La ruta también atraviesa a Pueblo Viejo y San Vicente, dos comunidades donde la mayoría de la población es indígena. Ellos también se involucraron con el rescate del camino. No solo aportaron los conocimientos que por tradición oral heredaron de sus padres, sino que también periódicamente trabajan en mingas para mantener el camino despejado. “Antes esta carretera era la única forma de conexión entre Alausí y Riobamba. En la época colonial era conocida como camino real”, dice Chauco. Al momento, la ruta está en una fase de difusión. El Municipio de Alausí ya colocó señalética a lo largo del camino para mejorar la experiencia de los turistas que ya empiezan a llegar a la zona. “Tenemos expectativas muy altas con la difusión de este atractivo que permaneció oculto. Humboldt menciona en sus textos muchas más plantas de Alausí que de otras zonas por la riqueza natural”, dice Byron Niama, parte del Club de Amigos de Humboldt.
 




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