Restaurante Con Tra Dicción Azogues

“La gastronomía es más que un arte, es mi filosofía de vida. Yo vivo de la cocina, no cocino para vivir, yo vivo para cocinar”. Así inició nuestro Chef Felipe Jimbo a contarnos de su vida y pasión: la cocina.

¿Qué debes saber?

  • Cocina desde los 7 años. Sus abuelas fueron su inspiración, al igual que a su madre.
  • Tiene 29 años, nació en Azogues, provincia del Cañar y está al frente del restaurante Con Tra Dicción
  • La cocina criolla con ingredientes autóctonos es con lo que asocia a la gastronomía ecuatoriana.
  • Es uno de los creadores de la iniciativa “Azogues a la Carta
  • Está planificando un festival gastronómico en la provincia del Cañar.
  • Con Tra Dicción está ubicado en Azogues, en las calles Guayas y Antonio José de Sucre.

Es el primero de todas las generaciones de su familia que decidió irse por la gastronomía. Se casó hace poco con una gastrónoma, que al igual que él, también se desvive por la cocina. Eso le ha dado una energía incontenible, tanto así que desde hace 3 meses han dado un impulso muy grande a su restaurante.

José Felipe cocina, porque ama ver la expresión en los rostros de quienes prueban algo que él ha preparado. Le gusta que la gente viva la experiencia que él fabrica desde su cocina, misma que está llena de sensaciones, emociones y sentimientos.

Para este Chef hay recuerdos tan bonitos de su infancia, en el que está presente su abuelita, así, me cuenta: “yo no sé cómo de una olla tan chiquita, daba de comer a tantos mi veterana”. Esas imágenes en su mente, influyen en el gusto que tiene por brindar de su arte a sus comensales.

Sus sabores predilectos por heredad de sus abuelas son: seco de pollo, tamales, aguado de pollo, locro de poroto tierno con choclo tierno (mismo que está en la carta de su restaurante). Comida con esencia. Eso le cambia la vida a las personas, eso le alegra el corazón a la gente.

Nos contó una anécdota muy hermosa relacionada con una de sus creaciones, específicamente con un helado llamado “Chapicu”, un helado de máchica. Recuerda que una de las primeras veces que le contrató una importante empresa ecuatoriana, para un evento privado muy exclusivo, en el que estaba el padre del dueño de esa empresa, un señor con sus años encima. El chef, después de haber pasado los platos empezó a servir el postre, su helado de máchica con una mermelada de capulí. Después de unos instantes uno de los meseros le dijo al chef Felipe: “Felipao, mandaron a llamar al chef”. Él se puso algo nervioso, sus comensales eran personas que tenían mucho mundo, pensó que tal vez falló en algo. Cuando sale observa que el padre del dueño de la empresa estaba llorando, al acercarse, el señor le dijo: “estás loco vos, me hiciste acordar de mi abuelita, ella nos daba máchica con chocolate y nata”, mientras se secaba las lágrimas de alegría, ocasionadas por un bello recuerdo que le llegó en forma de postre. El chef le dijo: “sí, a mí también me daba de comer eso mi abuelita y es algo que me gustaba y alegraba mucho, por eso les quise compartir”.

Desde esa experiencia, el Chef Felipe se dijo que lo que él haría sería distinto, él quería brindar experiencias memorables con su gastronomía, rescatando sabores desde su propia perspectiva, para que la gente llegue con lo que él está proponiendo.

Aporte a la gastronomía del ecuador

Participó en Manizales en un Festival de Gastronomía, llevó cocina de identidad ecuatoriana, para que los asistentes degustaran nuestros ingredientes, nuestros sabores ancestrales en una propuesta fresca y con su sello personal.

Recibió reconocimiento del Ministerio de Turismo por su helado de máchica.

¿Por qué es importante la gastronomía?

Porque une familia, une gente, une personas. Nunca hay conversaciones cortas cuando hablas de comida. Además la gastronomía va de la mano con el turismo, coexisten. Turismo sin gastronomía y gastronomía sin turismo no es posible.

Considera que es importante que quienes impulsan el turismo valoren las propuestas gastronómicas de quienes, al igual que él, buscan darle al turista una experiencia que vaya más allá de lo que se ha mostrado, de lo “tradicional”.

Me deja una reflexión muy valiosa que la entendí de esta forma: quienes llevan muchos años rescatando productos ecuatorianos y recetas ancestrales, para subir el nivel de la cocina ecuatoriana con esencia, merecen y deben ser mostrados, deben estar en las agendas de las compañías de turismo, porque en ellos está la oportunidad de hacer crecer la gastronomía nacional para catapultarla y mostrarla al mundo.

En casa sirvo el tipo de comida cuya historia conozco

(Michael Pollan)

En su restaurante no tiene Wi-fi, porque le gusta que la gente disfrute de la persona con la que está compartiendo la mesa y los alimentos.

Los platos que tiene en la carta son de autor, su gastronomía recopila los sabores del Ecuador, del sur del país. En ellos hay esencia, historia, creatividad y sobretodo cariño y pasión.

No sueña con medallas y premios, él lo único que quiere es ser feliz cocinando para la gente que valora su esfuerzo por brindarles algo nuevo, algo de su inventiva y arte.

Alguna vez le preguntaron a José por qué no se va con su gastronomía a países donde seguramente apreciarían más sus creaciones, a lo que él, con su contagioso espíritu y dignidad respondió: ¿Por qué mi pueblo no se merece esa comida?... Si en algún momento me quieren dar una estrella Michelin, que me la den en Azogues. (…) Mis azogueños, mis cañarejos se merecen comer alta cocina, con sabores ancestrales, con sabor a nuestra esencia.

Mensaje para nuestros cocineros, chefs, gastrónomos

“Siempre miren hacia arriba, no desfallezcan. El momento que uno pierde sus convicciones todo se acaba. No importa si no tienen apoyo, sigan adelante, no se desalienten, el éxito llegará, ya sea como se lo imaginan o en la sonrisa de alguien a quien le alegraste el alma con tu comida.”

Apoyó en el libro Cocina Orígenes de América con las receta de:

  • Enrollado de cuy.




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