Aquí he nacido, aquí me he de morir

Segundo José Felix Lomas Chacón

Yo quisiera contar mi historia. No soy tan maduro,de tanta experiencia.pero ya estoy por ajustar los 66 años.

Mi papà fue de Tulcàn,mi mamà de Teques,al otro lado de ipiales.Mi mamà,Bertha Chacòn.saliò de alla muy jovencita para el carmelo.por el Playòn. Entonces en huaca se conoce con mi papà,Antonio Lomas,que ha sido viudo.

yo soy el primero hijo.Me llamo...Bueno,tengo muchos nombres porque en ese tiempo no han costado plata.Tengo tres nombres,me llamo Segundo Josè Fèlix Lomas Chacòn.

Soy nacido aquì,he crecido aquì. Asì-digamos-saliera yo a vivir  a otro lado y me muero,le tengo pedido a mis hijos que me traigan a  verla aquì. Esta es mi tierra. Aquì he nacido,aquì me he de morir y aquì me han de sepultar.

A yo tambien me a gustado aquí trabajar. No en el carbón, yo trabaje en la madera, aserrado. Primeramente aprendí con serrucho. serruchando con  mi papà, que hasta hoy existe y nos a ha aguantado ya muchos años y esta en perfecto estado. Tambien aprendi algo a ser albañil para acomodar la casa de mi papà, despues mi casa.

A todo me a gustado hacerle. No ha habido cosa imposible. Cuando el hombre se determina quiere hacer algo, lo hace porque esa es la decisión de un varòn.

Toda mi juventud tome bastante trago. No me queda ese dolor de no haber disfrutado mi juventud. Mi vida es una historia, de largas veces comido, veces sin comer, veces también tiritando del hambre y así nos hemos formado.

En ese tiempo lo que daba eran las coles, las ocas, las habas, el trigo, la cebada. Había gente que salía del monte de de cacería y cogía su armadillo. De resto casi nada mas habia. porque se sembraban las papas y se lanchaban  apenas nacían. Por eso no había nada que que echar a la olla. Daba desesperación de ver que había mucha gente sin comer.

Lo mismo era para el agua, que se tomaba de una acequia sucia que pasaba por aquí. Otro problema era que llovía mucho y las vías no eran carrozables. Abandonados enlodados a pie limpio.

En la escuela éramos 70 alumnos con un solo profesor para todos los grados, de primero a cuarto. De donde vivíamos nos tocaba caminar lejos, a pie limpio, remangado el pantaloncito. Entrábamos en la mañana, nos íbamos a almorzar al mediodía y regresamos vuelta a estudiar en la tarde. el profesor nos enseñaba bastante, aprendimos propiamente a hacer una cuenta en la mente, lo que hoy es diferente: si no hay cuaderno y lápiz es buenamente.

De ver todas las necesidades que teníamos con la alimentación, el  agua, las vías, la educación, todo eso, muchos se salieron de aquí a vivir para diferentes parte: Buenos Aires, Monte Olivo, Pimampiro y otras partes. Pero los que nos quedamos éramos unidos. Salimos todos de aquí para el trabajo a la Calera socalando muchos días de minga. Éramos una comunidad que trabajaba bastante. Había más colaboración de la gente.

A mi  me gustaba meterme en todo. Siempre estaba en cualquier comité, por ejemplo en el comité pro iglesia, yo era de todo como también de los principiantes. En uno de esos comités, estando todo el pueblo reunido se sugirieron diferentes nombres para la parroquia. Clodomiro Aguilar decía que tiene que llamarse Mariscal Sucre. Una señora que era de Huaca pero viva aquí con el esposo, eran de la opinión que se le ponga el nombre de la Virgen Santísima de aquí, la Virgen del Rosario. Entonces decían que se le ponga parroquia El Rosario, que a su vez se podría hacer la fiesta de Parroquia y de la Virgen Santísima que hay aquí. Pero de allí se fue a votación, unos una cosa, otros otra y nos ganaron poniéndole el  nombre de Mariscal Sucre.

Yo fui discípulo de Manuel Tobias Cadena, el primer director de la escuela que ya es muerto. Los dos fuimos en comisión  a Quito para conseguir este colegio. Yo sin tener hijos, fui tres años presidente del comité de padres de Familia, en representación de mis hermanos. Es que mi papa tuvo el último hijo más o menos a los setenta años. Fuimos algunos hijos, once hermanos vivos y algunos muertos.

Pero de lo que me casé hice un propósito: retirarme de toda esas  posas, aunque cuando me iban a pedir algo colaboraba en lo que podía. Yo ahora tengo mi hogar, tengo mis hijos. Soy padre de cinco hijos; cuatro mujeres y un varoncito que es el último. Mi ilusión siempre fue que ellos no sufrieran como uno a sufrido. Ellos salieron de aquí del jardín a la escuela, de la escuela al colegio, del colegio a la universidad.

Es que ahorita todo es muy diferente. Tenemos las vías adoquinadas la entrada por La Calera es un a Panamericana, igual tenemos otra entrada por el Carmelo. Todas son vías carrozables. También tenemos una escuela con muchos profesores,a los que hoy le llaman Paralelos.

De esos tiempos de antes aca pasado cuantas cosas.Ya no hay terrenos botados como sabia haber más antes. Hoy si es caro, estamos hablando que cuesta unos 15.000 dolares la hectarea. Eso es porque nos pusieron el teléfono, la canalización, la luz eléctrica y el agua entubada y potable. Ya vivimos como en la ciudad.

Lo poco que ha quedado de monte esta como reservas ecológica, ya es prohibido hasta cortar una rama. La gente está obedeciendo, esta evitando las tablas. Ya se le ve algunos animalitos, no como antes, pero se les ve unos pocos que están creciendo, como el zorro, la raposa, el conejo, el armadillo, la perdiz, el erizo, el lobo. Por eso hay turismo, vienen personas de diferentes países, ahi tienen todo lo necesario, alimentación, cuartos, camas, ellos se quedan unas semanas y se van admirados, agradecidos de nuestra gente, despidiéndose incluso con abrazos y lamentos.

A pesar de todo eso, hay que decir que lamentablemente la gente de hoy no sirve para el monte. Ahoritica ya no son capaces de sembrar el trigo, la cebada, ni las coles, ocas. No somos tan unidos como antes. Ya no hacemos las mingas, no salimos a trabajar unidos como una comunidad.

 

SEGUNDO JOSE FELIX LOMAS CHACON




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