Combatir bien para defender a la Patria

Patriotismo para defender suelo ecuatoriano.

¿Qué debes saber?

El Instituto de Historia  Marítima de la Armada, ha considerado un deber de estricta justicia el reverdecer la glorias de quienes, bajo el comando de Alférez de Fragata, Víctor Naranjo Fiallo, en lucha desigual y temeraria, defendieron la integridad de la patria, ante las alevosas agresiones de la aviación peruana, registradas durante el conflicto de mil novecientos cuarenta y uno.  Y lo hace porque a diferencia del reconocimiento concedido a los heroicos combatientes del Cañonero “Calderón”, que igualmente se cubrieron de gloria en el canal de Jambelí, no han merecido el homenaje a que tienen derecho por ser también dignos de que la historia recoja sus nombres.  Tal es la finalidad de estas páginas, cuyo elevado propósito debe conmover la conciencia ciudadana.  El Aviso “Atahualpa”, haciendo honor a  su nombre mantuvo en alto los colores de la patria, en una acción sin precedentes en los anales de la nacionalidad ecuatoriana  y esto es necesario difundir para que los protagonistas de la hazaña sean igualmente considerados como “héroes nacionales”.

 Han pasado más de sesenta años de acciones aéreo-navales que difícilmente abrán de repetirse. Asediado  cuatro veces por quienes pretendían sepultarlo en el fondo del océano, el “Atahualpa”, con hábiles maniobras salió ileso bajo un sol que fue testigo de lo que no puede concebirse.   Era fácil pronosticar un fin contrario dada la extraordinaria  desigualdad de fuerzas.  Y sin embargo, el “Atahualpa” se convirtió entonces en símbolo de una ecuatorianidad que ha de perdurar a través del tiempo y del espació.  No en vano sus heroicos tripulantes habían hecho propia el sentido del deber, en holocausto de sus más nobles virtudes.  Y esto no lo puede olvidar la Historia. Sin mengua de sus inalienables atributos.

Por felicidad, cuatro exponentes del pensamiento vivo de la patria, han tomado a su cargo  el relievar lo que marca un hito en el devenir de la Armada ecuatoriana.  El perfil del héroe máximo de la acción, la historia de la nave, la reconstrucción del hecho y la relación del mismo, conforman este artículo, el mismo que constituye para mí una de las satisfacciones de mi espíritu.  Sin pretender de crítico, me atrevo a decir que Naranjo Fiallo y quienes estuvieron bajo sus órdenes, merecen la admiración de todos sus conciudadanos, ya que la acción del “Atahualpa” puede considerarse única, cuando se trata de enfrentamientos entre aviones y barcos.

Veintitrés  de julio

Era el primer combate contra una escuadrilla de cuatro aviones peruanos. Las baterías de defensa del Aviso “Atahualpa”, aunque exiguas derribaron un cazabombardero frente al muelle de Puerto Bolívar. “Una gran victoria, con el miedo y sin él, seguíamos con vida, habíamos luchado con valor; sin embargo, la muerte muy cerca de nosotros nos acechaba más, estábamos siempre con el deseo de hacer las cosas mejor que ayer”.

Cuatro aviones cazabombarderos peruanos aparecen súbitamente en el espacio aéreo de Puerto Bolívar, volvían con el propósito de vengar a su “compañero caído”, que no regresó a la base el día veintitrés de julio.

“El pueblo Orense rinde su postrer tributo de admiración  simpatía, y gratitud ante la tumba del Sr. Alférez de  Fragata don Víctor Naranjo Fiallo, Ex-Comandante del Aviso “Atahualpa”. Héroe en varios combates en Puerto Bolívar y Archipiélago de Jambelí, cuyo cuerpo invulnerable a los ataques constantes de la cobarde, sañuda aviación peruana, se ha rendido trágicamente ante la bala disparada por una mano aleve”.




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