Horno de arepas de Mama Lucha
¿Qué debes saber?
- El horno de arepas de Mama Lucha, brinda arepas de zapallo hechas en horno de leña y acompañadas con chicha de uva.
- Las arepas cuestan 25 centavos y el vaso de chicha 50 centavos y su receta se ha conservado por 4 generaciones.
- Este local vende 700 arepas diarias y los fines de semana llegan a las 3 mil a 4 mil arepas.
- Preparadas a base de zapallo, harina de maíz, panela, canela, manteca de chancho, mantequilla, huevos, queso, pasas y el ingrediente principal que proporciona un sabor único es la hoja de achira.
- La arepa es el plato gastronómico tradicional de Patate para deleitar el paladar acompañado con la exquisita chicha de uva.
- Está ubicada en la Calle González Suárez y Av. Ambato a media cuadra del parque central, diagonal a la Basílica (Tomar la vía de ingreso al cantón hasta llegar al parque central Simón Bolívar, girar a la derecha frente a él podrá degustar las dulces arepas con la chicha de uva).
- Atienden de lunes a domingo de 7h00 hasta las 18h00.
Las arepas patateñas
Si crees que las arepas son un plato exclusivo de la gastronomía venezolana, pues estás muy equivocado. En Patate las arepas se sirven desde 1890 de manos de Doña Zoila Torres. Son dulces, de zapallo, rellenas de queso y vienen envueltas en hojas de achira.
Las arepas de zapallo son el orgullo gastronómico de Patate, pues al cabo de 4 generaciones han logrado perfeccionarse conservando una serie de secretos culinarios que le dan un sabor inconfundible.
Doña Zoila, tuvo varios hijos, pero fue Luisa, su hija menor, la que heredó la receta secreta. Para mantener una tradición gastronómica por 4 generaciones se necesita del compromiso y pasión de las mujeres. Tal vez por eso es que estas centenarias recetas tienen un aroma a matriarcado.
Luisa Cárdenas, la hija de Doña Zoila, es una patateña de 80 años que aún atiende en su negocio ubicado a media cuadra del Parque central de Patate.
“Horno de arepas de Mama Lucha” ese fue el nombre que los moradores del Valle de la eterna primavera le dieron a esta vieja trinchera de la comida típica de Tungurahua.
4 generaciones de patateñas.
Fue en 1975 cuando Luisa con 35 años de edad, tomó la posta del negocio, vino con energía, pero como mucho respeto. Con energía para remodelar el local, para pasar de las paredes de barro al concreto, con respeto para mantener la receta.
El negocio no paraba de crecer, al punto que, en 1980, Consuelo, la única hija mujer de Luisa se sumó al negocio. En 1992 se sumó una nuera Magdalena Núñez.
En 1995 la cuarta generación se sumó al Horno de leña de Mama Lucha, las hijas de Consuelo, Andrea, Anita, Belén y Lucía Cepeda.
Son 4 generaciones de mujeres patateñas que con mucho trabajo han logrado mantener esta tradición. Pero también los patateños han contribuido. Don Luis Caicedo, esposo de mama Lucha, es el que se encarga de conseguir las hojas de achira y procesarlas para envolver las arepas.
Don Marco Caicedo esposo de Magdalena es el encargado de hornear. Lionel y Mateo, adolescentes de 14 y 15 años, son la quinta generación que ya se están preparando para en los próximos años tomar la posta de este negocio familiar.
Alegrías y tristezas alrededor de la tina de arepas
Cuando preguntamos a estas mujeres, que es lo que las motiva a continuar con su negocio, todas coinciden en algo, “la tina”. Se refieren al utensilio de cocina que en este caso es una lavacara gigante, en donde toda la familia se reúne a amasar las arepas.
También coinciden en la memoria de seres queridos que, aunque ya no están, siguen presentes a través de utensilios, pailas y palas que hace muchos años construyeron.
Doña Luisa en cambio confiesa que su mayor alegría, es saber que las arepas de su familia forman parte de la identidad de este pueblo mágico, ella dice que no se puede pensar en Patate sin antes recordar el dulce sabor del zapallo.
Ven a Patate, pueblo mágico de Tungurahua.
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