Torre de la Calahorra - Cordoba

La Torre de la Calahorra, pese a su excepcional enclave, situada a los pies del Puente Romano, a la otra orilla del casco histórico de la ciudad, es uno de los monumentos menos conocidos y difundidos de Córdoba.

 

La primitiva función de la Torre de la Calahorra fue meramente defensiva, ya que los continuos conflictos bélicos hacían del puente un acceso rápido y fácil a la ciudad, por lo que necesitaba de mecanismo de defensa que lo protegiera. Puede dar, a simple vista, la sensación de presentar un tamaño reducido para dicha tarea, pero debido a sus características, era más que suficiente.

En su origen se piensa que fueron dos torres, unidas por un arco de medio punto, por el que se ingresaba en el puente. Pero, hacia el año 1369, durante el mandato del monarca Enrique II de Trastámara, se decidió edificar una tercera torre, creándose una planta de cruz de tres brazos, y dos cilindros, ubicados en los vértices sureste y suroeste de la citada cruz. En estos momentos se toma una medida más, que no es otra que desviar el último arco del puente levemente hacia el oeste, pasando de atravesar la torre a bordearla en uno de sus lados.

El sistema defensivo que presenta el edificio es notable, comenzando por sus recios muros y su profundo foso, pasando por las numerosas y estrechas troneras, que servían para albergar los cañones y otras piezas de artillería, o su culminación por medio de almenas piramidales, mostrando al enemigo su carácter de fortaleza infranqueable.

El interior de la Torre de la Calahorra se compone de catorce estancias alojadas en tres alturas, a las que hay que unir la terraza. Las estancias mayores, de planta rectangular, se hallan en el centro, mientras que las de menores dimensiones, de planta cuadrada, se encuentran en los brazos de la cruz. Como sucede al exterior, dentro de la torre no hay apenas decoración, a excepción de los propios elementos arquitectónicos.

Ya conocemos la función para la que fue ideado nuestro edificio, pero lo cierto es que ha tenido otras varias a lo largo de su dilatada historia. Durante gran parte del siglo XVIII, por ejemplo, fue empleada como cárcel, encerrando en ella a soldados extranjeros traídos en su mayoría del puerto de Cádiz. A finales del mismo siglo, durante la epidemia de tabardillos que azotó la ciudad, se decidió poner a los afectados en cuarentena en este mismo sitio. A mediados del siglo XIX, la torre fue sede de una escuela de niñas vecinas del barrio del Campo de la Verdad.

En la actualidad, la Torre de la Calahorra alberga una exposición permanente dedicada a las tres culturas que habitaron nuestra ciudad: cristiana, musulmana y judía. Gestionada por la Fundación Paradigma Córdoba, que continúa la fundada en 1987, Fundación Roger Garaudy, creada por el filósofo Roger Garaudy (hasta 2010), y pretende dar a conocer al mundo la importancia de la convivencia de estas tres culturas, que se dio en Córdoba durante la época Califal. Del contenido de la exposición encontrarán más información en el apartado Torre de la Calahorra – Museo Vivo de al-Andalus de la sección "Museos de Córdoba".

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