Casa de Doña Ofelia Fiallo

Un casa patrimonial que conserva Alausí, cuya estructa y cimientos son compuestos en piedra una de las tres edificaciones que han utilizado el material.

¿Qué debes saber?

Casa construida por la familia Pontón y Larrea. La mejor de su época y hospedaje obligado de figuras relevantes de nuestra historia

Casa de estilo republicano cuya estructura está compuesta con cimientos de piedra y la pared principal con frente a la calle de piedra caliza traída expresamente desde una mina cercana a la parroquia de Achupallas. Únicamente tres edificaciones más de Alausí han utilizado este material. El frontis de la Iglesia Matriz, la entrada principal de la Casa Consistorial (antiguo edificio donde funcionó la Municipalidad y la entrada a la casa que fuera de don Florencio Guerrero (hoy entrada principal del Hotel “El Molino”). 

En el libro “Viajes al sur de Quito, en la Economía colonial”, página 203, escrito por Francisco José de Caldas aparece lo que sigue: “El 14 (abril de 1.822) forzando la marcha Sucre entró en Alausí, alojándose en una de las dos casas de la familia Pontón, que eran las únicas buenas del lugar”. El día anterior Sucre había pernoctado en Achupallas. Su deseo era seguir hacía el norte. El 21 de abril se libraría la Batalla de Tapi.

Posteriormente esta casa pasaría a poder de doña Ofelia Fiallo, descendiente del prócer Pontón y Larrea. Es esta casa, de acuerdo a lo que se refiere en el libro “LA FLORA ALAUSENSI”, publicado por la Universidad San Francisco de Quito dice:

“Muy temprano en la mañana del 29 de junio se dirigen rumbo al pueblo de Alausí por los inmensos llanos de Tiocajas” donde llama la atención a los naturalistas la presencia de gramíneas y la abundancia de cactus; ese mismo día pasan por el curato de Ticsan (Tixán), ubicado en medio de las montañas, donde son recibidos por más de 30 chagras descalzos y un sacerdote sordo con el mal francés. Luego de singular recibimiento e intercambio de saludos y buenos deseos dejan atrás ese pueblo, siguiendo una garganta, se trata, según menciona Humboldt, de un camino al borde de un precipicio, pero hermoso y bien mantenido. Al llegar a Alausí son recibidos por el teniente don Baltasar Pontón, jefe político de la población, y pasan ahí la noche. Esta expedición tenía como principales protagonistas al geólogo y naturalista prusiano Alexander von Humboldt y el botánico francés Aimé Bonpland”,




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