Edificio Sociedad de Obreros de Alausí

Un edificio patrimonial de Alausí, que nació de la sociedad de obreros.

¿Qué debes saber?

Alausí, a inicios del siglo XX como consecuencia de la construcción del ferrocarril, se nutre de acontecimientos que ocurren en el país y mundo. Fruto de esta influencia, los artesanos y obreros comienzan a sentir la suave brisa de la organización que se logra hacer realidad gracias a la presencia del sacerdote Eloy Abad que desde el año 1913 comenzó a ejercer su apostolado en la Parroquia Matriz; logró reunir a un buen número de obreros e iniciar gestiones para fundar una organización gremial. Eran años de gran efervescencia ciudadana, Alausí no podía estar al margen de estos nuevos horizontes. Así nació la Sociedad Obreros de Alausí fundada el 7 de febrero de 1915.

Edificio de la Sociedad de Obreros Alausí, comenzó a construirse en el año de 1.930. Los propios socios organizados en periódicas mingas lograron concluir. En un tiempo se constituyó en la mejor de la ciudad. Sirvió para que la ciudad se extienda hacia este barrio conocido como Bajanag.

Se trata de una edificación de estilo republicano cuyos cimientos están compuestos de piedra, sus paredes de adobe y bahareque cubierta de madera y zinc.

Los planos fueron mandados a trabajar con Silvio Cattani, en ese entonces estudiante en la Universidad Central de la ciudad de Quito. Por sus múltiples ocupaciones, lamentablemente no los pudo entregar. Posteriormente se procedió contratar al señor Juan H Robalino para que confeccione los planos, en base a las ideas de don Antonio Mora, “eterno” Comisario Municipal y personaje que brillará con luz propia en la apertura de nuevas calles y en la edificación de “modernas” construcciones.  Por este trabajo se canceló 12,60 sucres. Era presidente de la Sociedad, don Leonidas Campos.

El primer tramo de la edificación se inauguró el 4 de marzo de 1934, siendo presidente de la institución don Federico Palacios Peñaherrera. Un poco más de 19 años habían pasado desde que se fundó la institución para poder contar con la primera etapa de su construcción.

Para ser miembro de esta Institución, requería un serio proceso de concientización. La más prestigiosa y popular de su tiempo. Eran fiscales implacables, duros e inexorables, se comprometieron ser ejemplo para sus mandantes y mandatarios. Su lema: Unión, moral y trabajo, resume el evangelio de su existencia

Ubicado en las calles García Moreno y 9 de Octubre




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