Historia de la Casa Consistorial

Casa Consistorial en su construcción se encuentra el reloj público de Alausi, y es un bien patrimonial.

¿Qué debes saber?

Casa construida en el año de 1.866, cuando era presidente del Concejo don Joaquín Vásquez. Fue edificada por el yerno del prócer de la independencia alauseña. coronel José Antonio Pontón. Aquí funcionaron las dependencias municipales hasta el año de 1.991

El local donde en la actualidad se encuentra el reloj público, fue el primer edificio que la Municipalidad construyó para utilizarlo como oficinas, cárcel y escuela. Fue en el año de 1.866 cuando presidente del Concejo, don Joaquín Vásquez. El contratista de esta obra, don Félix Fiallo, yerno del coronel José Antonio Pontón, héroe de nuestra Independencia, El monto del contrato fue de 2.748 pesos. El plazo de entrega dos años. Esta es la historia de su construcción. Los documentos están consignados en las páginas 12 y 13, correspondientes al acta de sesiones de la Municipalidad de 23 de mayo de 1.871(Es una historia de pleitos judiciales que, por su extensión, resumimos) 

Era Jefe Político del cantón don Tomás Betancourt, él manifiesta a los concejales lo que sigue: “el deber que me impone las leyes en el puesto que ocupo, el solemne juramento que tengo prestado, el interés que me anima por la mejora y el adelantamiento de este cantón, el informe que me ha dado la Gobernación de la Provincia respecto a las obras públicas y sobre todo mi propio honor, me obligan a reproducir en todas sus partes la moción sancionada en el acta de sesiones ordinarias de 2 de julio de 1.869. Estos antecedentes y los hechos que paso a demostrar, confirmar el juicio que he formado que los señores Fiallo, no tiene voluntad de cumplir con sus compromisos y mucho menos de invertir en las obras públicas las cantidades que han percibido del tesorero municipal con tal objeto”. 

En consecuencia, si hubiera buena fe, honor y delicadeza de parte del empresario, bien podría haber terminado las obras públicas con las tres cuartas partes de la suma percibida La lectura de la escritura de hipoteca presentada por el empresario con Cayandeleg, arroja a la simple vista las nulidades que adolece por falta de los requisitos legales. La casa se terminó de construir a inicios del siglo veinte.

Esta casa tiene un profundo valor histórico. Obligado por las circunstancias apremiantes que significaba el traslado del General Alfaro a la ciudad de Quito y en virtud que la casa de Carlos Cattani no ofrecía las debidas seguridades la mañana del día 27 de enero, hubo de trasladarlo a este edificio. Aquí estaban instaladas las dependencias municipales. Debidamente protegido hasta cuando reciban la orden de continuar su macabro viaje, fue ubicado de uno de sus salones. 

En este lugar el General Alfaro, entregó al Coronel Carlos Andrade, uno de los oficiales encargados de su protección, un maletín lleno de documentos diciéndole: “ Te encargo esto que me ha tenido muy preocupado durante el viaje, por el temor que se pierdan , no de que se roben, porque felizmente estos muchachos son muy honrados…La maletita en que los he guardado a cada rato se me confunde y en tus manos los papeles quedan seguros: es la Historia del Ferrocarril.”.

A la una de tarde se reinició el viaje debiendo pasar por Cajabamba a las cuatro, por Ambato a las diez de la noche, Latacunga a las doce, Machachi a dos de la mañana, a Quito a las cuatro del día 28 de enero. Debían entrar al panóptico por detrás del Panecillo, sin que se percate la ciudadanía. Nada de este itinerario se cumplió. Ingresaron a plena luz del día, esperando que la muchedumbre siga a la caravana de mártires. Una vez en el Panóptico, de desató una carnicería infernal, su posterior arrastre por las calles quiteñas y finalmente su inmolación en el parque del Ejido.




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