Museo de la última Estación del Ferrocarril

LA ÚLTIMA ESTACIÓN DEL FERROCARRIL

En 1962, Piedras se volvió un lugar muy conocido, de gran concurrencia y renombrado, vivió 40 años de auge y bonanza, no es difícil imaginar la agitación y actividad de una estación que servía para de pueblos, caravanas de arrieros esperando la hora de transportar encomiendas, pasajeros esperando sin temor alguno porque la seguridad y calma estaba garantizada, los negocios crecían, se diversificaba la economía, llegó a ser el corazón de la economía en el ombligo de la provincia.

En el lugar se levantaron los edificios de bodegas y oficinas, en uno de ellos se encontraba la boletería y los dormitorios de empleados, y el otro edificio mucho más amplio pertenecía a la minera de Portovelo, en el conjunto urbano se destacaban las bodegas, la hostería y mulera del Señor Pancho Carrión, la Iglesia consagrada a La Virgen del Cisne, hasta que la modernidad más acelerada se imponía desde las carreteras recién abiertas, quitándole al tren la luz y un día se apagó para siempre.

Es así que la parroquia perdió su influencia, sus casas se derrumbaron, la gente emigró y la estación quedó desprotegida.

En la actualidad el lugar ha sido remodelado, aquí se encuentra el monumento al ferrocarril ecuatoriano, junto a él está la caseta dónde se vendían los boletos, misma que funciona como Museo y sala de audiovisuales. En el museo podemos encontrar fotografías de los fundadores de la parroquia y de como era en sus inicios, mensajes hístoricos, objetos en minituara, como trenes, entre otras cosas muy interesantes.

Horario de atención: de miércoles a domingo de 8:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00 horas.

En el lugar encuentra servicios de alimentación con comida típica los días sábados y domingos.

El acceso se lo puede realizar partiendo desde la parroquia Saracay (Puente Saracay), tomando la ruta Saracay-Piedras-La Bocana, el recorrido es de aproximadamente 8km.