Museo Municipal de Guayaquil

Conoce la historia del Ecuador de una forma interactiva y recreativa en el museo Municipal de Guayaquil. El Museo Municipal de Guayaquil data de hace 98 años. Pero sus paredes encierran siglos de historia.

Posee la sala más grande de Guayaquil, que a lo largo del año tiene diversas exposiciones pictóricas, siendo una de las más célebres, el Salón de Julio, en el que se realiza una muestra de artes plásticas, como una de las múltiples actividades por la Fundación de Guayaquil.

  • Dirección: Calle Sucre entre la avenida Chile y la avenida Pedro Carbo. 
  • Horario: Martes a viernes: 8h30 a 16h30; Sábados y domingos: 10h00 a 14h00. 

Pedro Carbo Noboa, político y escritor guayaquileño, fue quien inauguró el “Museo Industrial”, que funcionaba en el edificio del Cabildo, exhibiendo algunas muestras de los adelantos tecnológicos de la época. Se podría decir que ese fue el precedente al Museo Municipal de Guayaquil, que se inauguró en 1909.

El Mural de la fachada principal, realizado con cerámica vítrea y varillas de hierro corrugado por el artista guayaquileño Jorge Swett, las sillas tipo o imitación Manteño-Huancavilca, ubicadas en la entrada, el vehículo que perteneció al Dr. Carbo Noboa, considerado un clásico de la industria automotriz; las piezas prehispánicas y las antiguas vitrinas de forma octogonal que aún se conservan.

También son atractivo, la sala prehispánica que expone el desarrollo de las culturas de la costa, el monolito de piedra antropomorfo que se exhibe desde la inauguración, el busto en bronce del general Antonio José de Sucre, un tótem en madera de Guasango con 32 figuras talladas, encontrado en el cerro de las Negras, situado en el hall del Museo.

12 datos insólitos sobre el pasado de nuestra amada Guayaquil que podrás conocer en el museo.

  1. La isla Puná, hoy parroquia rural de Guayaquil, era habitada por los punáes, considerados parte de la etnia huancavilca. Por ello se guarda en este museo la llamada Piedra del Sacrificio, hallada en el sector de Campo Alegre de la isla. Esa piedra muestra la presencia de los cocodrilos en el río, ya que tal reptil está tallado junto a otro animal que podría ser una iguana.
  2. Guayaquil, que viene de las voces Hua Illa Quil, quiere decir “tierra de prado hermoso asentada en la región de los quilcas”, según investigaciones de Francisco Campos Coello, quien indicó que los quilcas era un pueblo del área.
  3. Los asentamientos humanos prehispánicos de este territorio confluyeron en dos pueblos: Manteño-Huancavilca y Milagro-Quevedo, que hablaban el idioma tsafiqui, los cuales tuvieron contacto con los primeros colonizadores españoles.
  4. En 1929, los historiadores Modesto Chávez Franco, José Antonio Campos, Eleodoro Avilés, José Gabriel Pino Roca y Pedro José Huerta comenzaron a estudiar a fondo el proceso fundacional de Guayaquil, el cual se aclararía definitivamente en 1955 y 1970 con los aportes de Miguel Aspiazu y Dora León. La conclusión fue que la fundación se dio por etapas y reasentamientos entre el 15 de agosto de 1534 (nació como Santiago de Quito en una zona cerca de Riobamba) y mediados de 1547 (fundación definitiva en la ribera occidental del río Guayas). Sin embargo, la fecha oficial queda designada como 25 de julio  de 1535, ya que en ese año la ciudad llegó a la costa y en ese día se celebra la fiesta del apóstol Santiago.
  5. La designación de ‘madera de guerrero’ nace tras la victoria de los guayaquileños en contra de los piratas holandeses que atacaron la ciudad en agosto de 1624 con once barcos, cuando un ataque normal era con tres. Los holandeses eran soldados profesionales que quedaron sorprendidos de haber sido vencidos por un pueblo civil que luchó con palos, machetes y piedras en tres días de batalla.
  6. El fundador del primer museo de historia natural del mundo fue el guayaquileño Pedro Franco Dávila (1711-1786), quien residía en París en tiempos de la colonia. Desde Francia comenzó a coleccionar piezas relacionadas con la naturaleza, animales y vegetales, hasta que el rey de España le compró la colección. Así Franco Dávila termina convirtiéndose en fundador del Museo de Historia Natural de Madrid, cuyas instalaciones luego fueron utilizadas para albergar el museo de El Prado.
  7. El Museo Municipal alberga uno de los dioramas mejor elaborados de América Latina, según Melvin Hoyos. Esta maqueta exhibe a Guayaquil, ya como una urbe organizada, en 1770. Esa área era denominada Ciudad Nueva, ya que Ciudad Vieja se localizaba en la zona de Cerrito Verde (actual cerro Santa Ana).
  8. El dormitorio de Antonio José de Sucre (1795-1830) y la marquesa de Solanda (Mariana Carcelén), utilizado en Quito, se luce en este museo. Esa cama, dos veladores y su chifonier (cómoda alta) pertenecieron a ese mariscal que organizó en Guayaquil el ejército que derrotó a los españoles en la Batalla del Pichincha.
  9. Desde el 11 de noviembre de 1820 hasta el 26 de julio de 1822, Guayaquil fue una nación soberana reconocida por Inglaterra, Francia y Estados Unidos. Guayaquil deja de ser una nación libre cuando llega Simón Bolívar con 3.000 veteranos de guerra y anexa este territorio a la Gran Colombia. Aquí se exhibe el Reglamento Provisorio que serviría para regular la vida jurídica de la nueva nación, y un impreso del periódico El Patriota, el primero de Guayaquil, cuyo principal redactor era José Joaquín de Olmedo.
  10. El principal hombre del Guayaquil republicano es Vicente Rocafuerte (1783-1847), así que el Museo exhibe el ataúd en el que llegó de Lima, donde murió de fiebre amarilla, junto a los retratos de sus padres y una escultura con la imagen de ese insigne guayaquileño. Otro dato interesante es que el nombre original del vapor que vemos en el escudo nacional es San Vicente del Guayas, en honor a él. Por ello, allí junto vemos una pequeña réplica del barco, hecha gracias a datos de una investigación de Eduardo Estrada Guzmán.
  11. El Incendio Grande de octubre de 1896 provocó un fenómeno natural insólito: un fluviomoto, algo así como un maremoto, pero en el río. Se debió a que la presión del aire caliente generó que el agua del Guayas se retrajera hacia Durán, para luego regresar con gran fuerza.
  12. El museo cierra su exhibición de la ciudad con objetos del siglo XX. El más grande es el automóvil Ford que manejó el respetado médico Modesto Carbo Noboa (1890-1973). Lo hacía a poca velocidad, pero nadie lo presionaba debido a la admiración que le tenían. Este carro aún funciona y es encendido cada cuatro días para mantener la máquina en buen estado. Su motor parece tener el dulce sonido de la historia. (M.P.)

Exposiciones del Museo Municipal

El Museo tiene las siguientes salas: En la planta baja están: Prehispánicas, Hispánicas, Colonia, Independencia, república, Siglo 20, y sala de Presidentes. En la sala alta: Sala Polivalente, Sala de Arte Contemporáneo, Auditorio, Sala de Arte Sacro, Numismática, Sala de exhibiciones temporales y reserva técnica del museo.

Sala Prehispánica

En esta sala se exhiben hermosos objetos, en su mayoría de cerámica, metales y líticas. El período denominado “Formativo” tiene una duración aproximada de 3.000 años y va desde el 3.500 A.C. al 500 A.C. Se llama así, porque en esta época los grupos de aborígenes, que habitaban en el antiguo territorio ecuatoriano, lograron importantes avances en la agricultura con lo que conformaron una sociedad estable, sedentaria y organizada.
Esta sociedad, tuvo además un desarrollo estético de la cerámica, así como de otras artesanías. Las culturas formativas de la costa son las de Valdivia, Machalilla  y Chorrera.

Sala Colonial

Aquí se exhibe el título del nacimiento de nuestra ciudad y la verdad sobre su nombre, el primer contacto entre nativos del Golfo de Guayaquil y navegantes españoles, ocurrido en 1526, cuando las balsas de los Punáes  al mando del Cacique Túmbala interceptaron al conquistador español Francisco Pizarro. En la sala se encuentran también: las armas de fuego españolas, un diorama de la antigua Iglesia Santo Domingo, los Planos de Guayaquil realizados en 1770 y 1772 por Francisco de Requena y Ramón García de León y Pizarro y una maqueta según el plano de 1858 de Manuel Villavicencio, la maqueta es de autoría del Arq. Parsival Castro.

Sala de Arte Sacro

A través de la historia de la humanidad el arte ha sido un importante aliado de las diferentes religiones, proporcionándole con sus variados estilos la forma y expresión idónea, para transmitir sus dogmas. Así, aquí se exhiben motivos representados en las escenas místicas como pinturas religiosas de las iglesias guayaquileñas, íconos y arquetipos del arte sagrado y esculturas de autores coloniales como Diego de Robles.

Sala Numismática

Antes de la aparición de las monedas como medio de cambio, se utilizó el sistema de trueque para realizar transacciones. Este sistema fue variando como consecuencia de la, cada vez mayor, especialización en el trabajo así como del cambio de las estructuras sociales en formación. Lo obsoleto del sistema llevó a los pueblos a crear un elemento único, cuyo valor de cambio les permitiera adquirir bienes y servicios. 

Más datos interesantes

  • Los Manteño-Huancavilca, pueblo que junto con los Milagro-Quevedo tuvieron contacto con los primeros colonizadores españoles, dejaron como símbolos sus sillas de piedra y dos tótems que se muestran en el museo. Uno de ellos es el más alto del mundo. Se exhibe al ingreso del museo.
  • Los astilleros marcaban uno de los puntos más importantes en la vida del Guayaquil colonial, ya que aquí se construyeron algunos de los barcos más importantes de la Armada española. Había dos zonas: los buques más grandes, de alto calado, nacían en la cara oeste de la isla Puná, mientras que los barcos menores eran construidos en la zona que conocemos como La Atarazana (palabra que significa astillero), aunque luego, por el año 1700, ese astillero se trasladó al sitio donde hoy vemos el Palacio de Cristal (antiguo Mercado Sur).
  • El Museo Municipal tiene los retratos de los cinco últimos gobernadores coloniales de Guayaquil: Pedro Zelaya, Ramón García León y Pizarro, Jacinto de Bejarano y Lavayen, Bartolomé Cucalón y Villamayor, y Pascual Vivero, quien enfrentó la insurrección de 1820, así que fue arrestado por nuestros próceres y enviado a Perú. 
  • Estas obras fueron posibles gracias a un trabajo de 15 años de recoger información gráfica de esos personajes, para que sean pintados por el artista latacungueño Ángeloni Tapia. Él también realiza los retratos de los presidentes en el Palacio de Carondelet. Tapia imitó el estilo colonial a través de la técnica de claroscuro de Rembrandt.
  • La imagen del Guayaquil del tiempo de la Independencia resulta expuesta junto a la cama de Antonio José de Sucre, en los cuadros del pintor francés Albert Charton, quien retrató la ciudad en la primera mitad del siglo XIX.



Publicado en:


Publicado por: