Totana - Monumentos

Durante el recorrido por nuestro centro histórico nos encontramos los siguientes monumentos y lugares de interés:

Plaza de la Constitución

Plaza de la Constitución (siglo XVI), triangular y de perspectiva única también por su amplitud y luminosidad. En ella nos encontramos con algunos de los hitos arquitectónicos referenciales.

Templo Parroquial de Santiago

Templo Parroquial de Santiago (1553-1567), construido en su núcleo fundamental durante la primera mitad del XVI para abordar las demandas producidas por el aumento demográfico se consagró en julio de 1567 a la advocación del apóstol Santiago según traza del maestro mayor de la Diócesis, Jerónimo Quijano, alarifes locales y de la vecina ciudad de Lorca.

La fachada es de estilo tardo-barroco (último cuarto del s.XVIII).

La planta es basilical de tres naves siendo la central más ancha y alta que las laterales y separada éstas por pilares y arcos longitudinales. Diversas capillas completan su estructura. Estas naves laterales comienzan a construirse a partir de 1580, siendo las mas relevantes: la de S. Ildefonso (1580), en la que destaca el retablo de la imposición de la casulla por los ángeles al santo titular es uno de los pocos retablos renacentistas de la Región de Murcia que, dedicado a la advocación de San Ildefonso fue encargado para engrandecer la capilla familiar del regidor Alonso Ramos y, la capilla de Ntra. Sra del Rosario (1664), cuyo retablo fue realizado por Antonio Caro.

En su interior alberga una magnífica techumbre mudéjar realizado por el lorquino Esteban Riberón.

El altar mayor es un retablo barroco (1672) con columnas salomónicas, en cuya decoración destacan las hojas de parra. Es obra de Antonio Caro “El Viejo”.

Las imágenes son de importante valor artístico y religioso, destacando entre ellas la de Santa María Magdalena, atribuida a Francisco Salzillo. La talla del titular Santiago, patrón de Totana, es obra de González Moreno, en 1780 se construye el camarín donde se encuentra actualmente.

La Torre

Identidad de la ciudad de Totana, fue construida en el siglo XVII (1606-1608), de estilo toscano. Construida según traza del arquitecto Juan Fernández y el maestro alarife Juan de Zabala, totanero, con el claro objetivo de situar el reloj y las campanas, elementos de convocatoria a la liturgia y la oración de réquiem así como para organizar las tandas de riego. Esta torre de tres cuerpos, se levantó utilizando como material básico el ladrillo visto. El segundo cuerpo está rodeado por una baranda que estuvo “dada de azul y oro fino” y en cuya base se encuentran una serie de mascarones. Con bóveda o chapitel se cubrió en épocas anteriores. En la actualidad unas almenas, propias del gusto neogótico del S. XIX. Bajo ellas, terroríficas y fantásticas, aparecen las gárgolas, realizadas en cerámica por las manos diestras de alfareros locales.

El edificio del Ayuntamiento

Después del traslado del Concejo desde la villa de Aledo hasta el «arrabal de Totana» se construyó a lo largo del siglo XVI un edificio para albergar esta institución. En el siglo XIX fue remodelado y restaurado en 1990. Aún se conservan en el último piso los techos de madera y las bóvedas del sótano.

La fuente de Juan de Uzeta

La fuente de Juan de Uzeta (1751-1753) es una obra barroca única en la región del siglo XVIII, construida según diseño del escultor granadino afincado en Lorca y siguiendo la traza del artista local, Silvestre Martínez. A lo largo de la Historia, Totana ha estado dividida en dos barrios: el de Sevilla y el de Triana; al barrio de Sevilla no llegaba agua y para paliar el problema, el Concejo acordó “conducir el agua de la fuente de la Carrasca hasta la plaza de la villa” (1.750).

Realizada en mármol y jaspe negro y rojo, consta de tres cuerpos. El primero, levantado sobre una base hexagonal, da acceso a 18 caños repartidos entre sus 6 lados. El segundo, mucho más dinámico y bulboso, sirve de base a la taza que recibe el agua que mana de la boca de los rostros aterrados de 3 mascarones leonados y 3 angelotes, que decoran la pirámide hexagonal del tercer cuerpo. Queda rematada la obra por un medallón en el que aparece el escudo de la ciudad; sobre él queda enclavada la cruz de Santiago.

De sus dieciocho caños ha brotado a lo largo de su existencia fresca agua que, traída desde la sierra de Espuña surtía a los vecinos de la ciudad de un bien, tan escaso y preciado en el mundo mediterráneo.

La llamada casa de las Contribuciones

Edificio de líneas modernistas, construido en las primeras décadas del siglo XX. Consta de tres plantas y semisótano. La escalera de acceso en un lateral; la planta de cubierta remata con un torreón de almenas. La fachada consta de balcón y mirador en la primera planta y balcón corrido con columnillas en la segunda, todo ello profusamente decorado con molduras, guirnaldas e impostas. En el interior, dos atlantes flanquean el acceso a la escalera; la distribución en la planta segunda se realiza mediante una galería con patio central que se abre en doble altura sobre la primera, ampliando considerablemente el espacio y la luminosidad del interior que la recibe a través de la claraboya.

Centro Socio-Cultural La Cárcel

Esta edificación se encuentra sobre un promontorio habitado desde la Prehistoria, tal y como atestiguan los restos arqueológicos del Calcolítico, encontrados en el subsuelo. En la actualidad acoge las dependencias culturales de la localidad. Esta construcción se levantó a finales del siglo XIX según proyecto del arquitecto Justo Millán Espinosa como cárcel del partido Judicial. Anteriormente existió en esta zona una ermita edificada a finales del siglo XVII y dedicada a la advocación de los Santos Cosme y Damián. Es de destacar el colorido de su fachada, como también el quebrado juego de su estructura, lo que le confieren al edificio un gran dinamismo y una agradable belleza. En su fachada se conserva el escudo de la Encomienda de Santiago, que estuvo, en otro tiempo, ubicado en la casa principal de esa institución. Igualmente en su interior podemos contemplar la lápida de piedra que lo acompañaba y que nos relata la vinculación de los infantes al maestrazgo de esta Orden Militar.

Capilla de la Milagrosa

Edificación de gusto neogótico, levantada a finales del siglo XIX, sobre el solar que ocupó la ermita de la Concepción, primera de las iglesias construidas en Totana.(1378). En lo que hoy es el jardín que la circunda estuvo situado anteriormente el Hospital de la Concepción, en donde la cofradía del mismo nombre, mantenía a su costa y con la ayuda de las limosnas de los vecinos las necesidades que, en la enfermedad y a la hora de la muerte, reclamaban los más pobres y necesitados. Muy cerca de allí se situó desde el siglo XVI la casa de la Encomienda, propiedad del Orden Militar de Santiago, exponente de una institución de enraizada historia en Totana, ya que el rey Alfonso X el Sabio donó en 1257 estas tierras de Aledo y Totana a esta orden militar a fin de asegurar en ellas el poblamiento, frente a la presencia árabe. Lamentablemente a mediados del pasado siglo esta noble vivienda fue derribada.

Templo parroquial de Las Tres Avemarías

Templo remodelado del antiguo Convento de San Buenaventura y Convento de los padres Capuchinos, religiosos que regentan dicha parroquia. Originariamente este convento se construyó en el siglo XVII cuando se instaló allí una comunidad de frailes franciscanos Alcantarinos (1604), que permanecieron en él hasta la desamortización del siglo XIX. A finales de ese mismo siglo un sacerdote totanero adquirió el convento y lo donó a la Orden Capuchina, que desde entonces ha ejercido en Totana una importante labor pastoral y social. Es interesante conocer esta iglesia donde encontraremos pinturas de sabor modernista junto a otras de larga historia. En su interior conserva una cripta del s.XVII. En el altar mayor destacan dos lienzos, obra del pintor valenciano Senen Vila: la imagen de las Tres Avemarías y unas vidrieras diseñadas por el padre Rafelbuñol. Sus capillas construidas de mampostería ofrecen una agradable sensación de devoción y fervor religioso, como también la cripta que se encuentra bajo la capilla de la comunión.

Ermita de San José

Sencilla ermita construida a finales del siglo XVII y restaurada hace unas décadas. Se configura externamente como una estructura sumamente dinámica, en la que sobresale un juego de tejadillos muy armonioso. La ermita se encuentra ubicada en un extremo de la plaza que la alberga. El edificio consta de una sola nave con planta rectangular cubierto de bóveda semicircular. La fachada principal está orientada al este. En ella una puerta adintelada da acceso a través de un pequeño vestíbulo a la nave de la ermita. Se remata la fachada con una espadaña con campana, coronada con la cruz de Santiago. En la esquina sureste aparece una pequeña hornacina que carece de imagen. En el altar mayor se encuentra el camarín con la imagen del titular, San José.

La nave rectangular de la ermita se dispone en cuatro tramos, entre cuyos pilares se han construido capillas. En el lado del Evangelio aparece, en la primera capilla una talla de la Inmaculada Concepción; a continuación un lienzo que representa las ánimas del Purgatorio, en el tercer tramo un retablo con la imagen del arcángel san Rafael; en el último tramo, una puerta lateral da acceso a la ermita. En el lado de la Epístola, en el primer tramo se encuentra una hornacina con la imagen de San Martín de Porres; en el segundo se venera la imagen del Cristo del Despojo; el tercer tramo acoge una hornacina con la imagen del Resucitado; en el cuarto tramo, frente a la puerta lateral, una gruta acoge la devoción a Nuestra Señora de Lourdes.

En el crucero, encontramos en el lado norte una imagen del Sagrado Corazón de Jesús y en el lado sur, la imagen de Nuestra Señora de la Salud.

Desde su atrio podemos contemplar la plenitud de la Sierra de Espuña, como también toda la amplitud de la fértil vega de Totana, en donde el trabajo concienzudo y paciente de sus gentes produce frutos de excelente calidad. Desde este lugar, en otro tiempo y en la festividad de San Marcos, se bendecían los campos del municipio, en la confianza de conseguir la protección divina para las cosechas, principal medio de vida de sus gentes.

Ermita de San Roque

Fue construida en el siglo XVIII, después de trasladarla desde la entrada a la villa en donde se ubicó a mediados del siglo XVI. Situada en la pendiente de una colina, rodeada al sur y oeste por una muralla de mampostería y el resto del edificio por un atrio al que dan acceso tres largas escalinatas que bajan a las calles de San Roque, Santa Eulalia y la Monja. San Roque, protector de enfermedades contagiosas, Se trata de una sencilla construcción de estilo toscano de una sola nave rectangular, con cubierta a dos aguas, asentada sobre arcos fajones, que presenta interiormente la forma de una bóveda semicircular de lunetos, adornada con pinturas dieciochescas de motivos florales y guirnaldas o cadenetas en tonos azul y rojo. A cada lado de dicha nave hay cinco capillas. La cabecera está formada por una capilla trapezoidal que alberga el presbiterio, decorado con un retablo fingido, con factura propia del siglo XVIII. En el altar mayor se encuentra, en una hornacina cubierta de cristales, la imagen en madera de S.Roque. En los arcos que sostienen la cúpula del crucero hay cuatro medallones. El crucero, a cuatro aguas y linterna, se cubre con una cúpula semiesférica sobre pechinas. En la fachada principal se encuentra una lápida en la que, junto a otros datos, aparece la fecha de construcción: 1761. En la ermita se encuentran las imágenes de S.Andrés, S.Bartolomé, S.Francisco de Asís y Santa Catalina. Aguarda la imagen de Santa Eulalia, cada ocho de diciembre hasta que en solemne procesión se traslada en la tarde, del siguiente día, hasta el templo parroquial de Santiago, en donde se celebran actos litúrgicos en su honor. En el lateral de esta ermita se ha construido un jardín que ofrece una bella estampa, con especial protagonismo de los elementos naturales. En él se ubica el monumento, un impresionante alto relieve, tallado en los últimos meses de 2004 por el escultor Anastasio Martínez Valcárcel, en el que se nos ofrece un hermoso momento de la romería de Santa Eulalia. Esta obra ha sido colocada para conmemorar la celebración del XVII Centenario del martirio de la Patrona de la ciudad.

"Arco de San Pedro”

”Arco de San Pedro”, “De Las Ollerías” o “De La Rambla”(s.XVI)

Acueducto construído por el totanero D. Pedro de Mora Cánovas en 1753. Su diseño es obra de D. Silvestre Martínez, diseñador también de la Fuente de la Plaza Mayor. Está bordeando la antigua zona de las Ollerías, donde en otro tiempo se situaron la mayor parte de los oficios alfareros de Totana. Fue construído para permitir la llegada del agua desde el manantial de La Carrasca, en la Sierra Espuña, hasta la fuente de la plaza, la de Juan de Uzeta.

Construído con piedra de sillería procedente de la Sierra de Tirieza y tallada por el maestro cantero Diego López Tello.

Otro acueducto de interés es el Arco Perdiguero utilizado para el transporte de agua de riego. Situado en la carretera de acceso a la ermita de la Huerta.

Fuente: turismo.totana.es




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