Ponche Suizo auténtico sabor ambateño

La magia de una receta secreta en Ambato ha sido parte de la población desde 1952, algo que no puedes dejar de hacer si visitas la ciudad es probar su tradicional y delicioso sabor.

¿Qué debes saber?

  • En las concurridas calles de Ambato, específicamente en la intersección de Sucre y Montalvo, se esconde un rincón especial que ha cautivado los paladares de locales y visitantes durante décadas: el Ponche Suizo.
  • Este delicioso postre, con su consistencia espumosa, su característico color amarillo y su inigualable sabor dulce, ha generado debates entre quienes intentan descifrar sus ingredientes secretos. Aunque la canela, la vainilla y el huevo son sospechosos, la receta exacta se mantiene celosamente guardada en este lugar lleno de historia y tradición.
  • El producto se mantiene refrigerado, pasa por una batidora antes de servirse y se consume frío. En el local de la calle Sucre Montalvo en Ambato, se ofrece además chocolate de Ambato, empanadas, aplanchados, pastas, etc.

Proceso de preparación del Ponche Suizo

  • La preparación del Ponche Suizo es todo un arte.
  • La mezcla precisa de ingredientes se mantiene como un secreto celosamente resguardado.
  • La batidora utilizada en el proceso, una multimixer, se ha convertido en una pieza invaluable.
  • Aunque han intentado reemplazarla con otras máquinas, ninguna ha logrado replicar la textura y consistencia perfectas que la multimixer otorga al ponche.
  • La búsqueda por esta batidora ha llevado a los herederos a rastrearla por Europa y Estados Unidos, pero se han enfrentado a la difícil realidad de que ya no se fabrica ni se encuentra disponible para reparaciones.
  • A pesar de este obstáculo, la familia Viera se mantiene optimista y confiada en que encontrarán una solución para preservar la autenticidad del Ponche Suizo.

El Ponche Suizo de Ambato: Una dulce tradición de sabor y secretos bien guardados

La historia del Ponche Suizo en Ambato se remonta a hace 64 años, cuando Serafín Viera, un empresario de Píllaro, logró traer esta receta desde Europa. En la primera Fiesta de la Fruta y de las Flores, celebrada después del terremoto de 1949, el Ponche Suizo hizo su debut desde una de las pocas casas que quedaron en pie en las calles Bolívar y Martínez. Serafín, al regresar de Suiza, donde obtuvo la receta de manos de un chef suizo, supo que este postre sería su mejor negocio.

La tradición continuó con sus seis hijos, quienes heredaron la receta y el compromiso de mantenerla viva. La receta del Ponche Suizo ha sido tan preciada que la familia decidió formar una compañía, obteniendo la patente y la propiedad intelectual del postre para protegerlo de imitaciones no autorizadas.

El local del Ponche Suizo ha sido testigo de innumerables historias a lo largo de los años. Heydi Palacios y Paúl Tamayo, una pareja que inició su historia de amor hace 19 años, comparten recuerdos de su romance que se entrelazan con las visitas al Ponche Suizo. La fama del postre trasciende fronteras, y visitantes de la capital e incluso de otros lugares del país viajan exclusivamente para saborear este manjar.

El local no solo es conocido por su postre icónico, sino también por ser un punto de encuentro para diversas generaciones. Desde niños hasta adultos mayores, el Ponche Suizo ha sido escenario de encuentros románticos de adolescentes que eligen el rinconcito del fondo para declararse o robar besos. El lugar se llena de vida, risas y conversaciones, creando una atmósfera única que se mantiene a lo largo del tiempo.

A pesar de las inevitables fluctuaciones en las ventas, el Ponche Suizo sigue siendo un éxito. En días más tranquilos, se venden alrededor de 200 ponches, mientras que en jornadas más prósperas, hasta mil personas pueden deleitarse con esta delicia. El costo varía entre un dólar para el vaso grande y 80 centavos para el vaso pequeño. Además del ponche, se ofrecen opciones complementarias como pasteles, galletas y barquillos elaborados en el mismo local.

La Tradición en las Nuevas Generaciones:

La tradición del Ponche Suizo ha pasado de generación en generación. Paul Suárez Viera, un nieto de Serafín Viera, ha asumido la tarea de preservar este legado familiar. Después de terminar sus estudios universitarios como abogado, Paul regresó a Ambato para liderar el negocio y asegurarse de que el Ponche Suizo continúe alegrando a las familias como lo ha hecho durante décadas.

El proyecto de remodelación del local en Ambato se llevó a cabo en 2018, dotándolo de una infraestructura más moderna sin perder la esencia y la tradición. Paul también tiene la visión de expandir el negocio a Quito, convirtiendo el local en la capital en un referente de la tradición ambateña.

El Ponche Suizo de Ambato no es solo un postre; es una experiencia, una tradición y una parte integral de la identidad de la ciudad. Su historia, marcada por el ingenio de Serafín Viera, la dedicación de la familia Viera y la magia de la multimixer, ha dejado una huella imborrable en el paladar y los corazones de quienes tienen el privilegio de probarlo. Mientras el local en Sucre y Montalvo continúa siendo un punto de encuentro y deleite, el Ponche Suizo se prepara para trascender fronteras y llevar consigo la dulce esencia de Ambato a nuevos horizontes.




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