Paradero gastronómico La Estación de Mocha

Si llegaste a Mocha en busca de las famosas papas con cuero y queso, o de unos cuyes, este paradero es perfecto. 12 mujeres maestras en la gastronomía de Tungurahua te atienden con la misma sonrisa de sus abuelas que empezaron esta tradición en 1960.

¿Qué debes saber?

  • 12 familias atienden en este paradero gastronómico de Mocha, que cuenta con su propio parqueadero.
  • Papas con cuero, papas con cuy, cuyes enteros, caldos de gallina, yahuarlocros, habas con queso, choclos con queso, tostado con cueritos, jugos de frutas y batidos, están a tu disposición los 365 días del año.
  • Los precios de los platos van desde los 2 dólares, y no tienen competencia en todo Mocha.
  • Las papas con cuero, por ejemplo, cuestan $2 dólares, caldos de gallina a $2,50, yahuarlocros a 3$, el cuy entero desde los $12 dólares. Habitas con queso y choclos con queso a $1,50 dólares. Jugos a $1 dólar y ensaladas de frutas a $1,50.
  • El paradero atiende desde las 07h00 hasta las 22h00, todos los días del año.
  • Su ambiente es fresco y aseado y la cordialidad de las vendedoras, te encantará.
  • Está ubicado en la calle Jaime Melo Rendón, junto a la panamericana Sur, en pleno barrio La Estación. Para llegar desde la ciudad de Ambato, se debe tomar el bus de la Cooperativa San Juan en el terminal intercantonal, ubicado en el Mercado América.
  • Además, se puede tomar los buses interprovinciales que pasan por la vía Panamericana con dirección Sur hasta el sector de La Estación.

Las papas con cuero y los cuyes de Mocha

En 1960, 4 mujeres iniciaron una tradición, la venta de comida típica en los sectores aledaños a las vías del tren que hasta hoy pasa por Mocha.

Papas con cuero, caldos de gallina eran el deleite de los viajeros del tren, que esperaban con ansias, la llegada a las frías tierras de Mocha, para calmar su apetito.

Varias décadas debieron pasar, para que en el año 2007 las hijas y nietas de estas mujeres, apoyadas por las autoridades locales, lograran estrenar un nuevo y cálido lugar: el Paradero Gastronómico La Estación de Mocha.

Sandra Paredes es la presidente de la “Asociación Jesús del Gran Poder” que agremia a una 12 de gestoras gastronómicas que con sus platos típicos dan vida a este sitio que ya forma parte de la ruta gastronómica de la provincia del Tungurahua.

Sandra cuenta con alegría como este paradero es la segunda casa de estas 12 familias, son tantas las historias que les ha tocado vivir, algunas tristes, como las del frio que tenía que soportar las abuelas que vendían en las vías del tren.

Otras historias más divertidas, como la que pasaron cuando aún sin saber hablar inglés, empezaron a recibir visitas de turistas internacionales. Pero ningún reto es muy grande para estas mujeres, que de a poco, van aprendiendo los secretos del idioma de los turistas del mundo.

Asociación Jesús del Gran Poder

Sandra Paredes, nos cuenta que ellas decidieron agremiarse cuando el presidente del municipio del GAD de Mocha, hace 12 años atrás, tuvo la iniciativa de construir un paradero para quienes vendían al filo de la carretera tuvieran mejores condiciones para vender.

La tradición de los vendedoras que ahora están en La Estación no inició con ellas, sino con sus antepasados, que solían vender comida tradicional, como habas tiernas, papas con cuero, caldo de gallina, junto a las vías del tren hace 75 años atrás.

En el paradero tienen muchos platos para degustar y satisfacer los distintos paladares de quienes los visitan, tienen papitas con cuero, papas con cuy, cuy entero, caldo de gallina, yahuarlocro, habas con queso, choclos con queso, tostado con cueritos, y jugos de frutas naturales.

Los precios varían desde 2 dólares (papitas con cuero), que además es el plato más pedido.

También tienen: caldo de gallina 2, 50 dólares, el yahuarlocro en 3 dólares, el cuy entero entre 12 a 15 dólares, las habas con queso y el choclo con queso cuesta 1,50 dólares cada uno, los jugos a 1 dólar, el batido a 1, 25 dólares, y las ensaladas de frutas a 1,50 dólares.

De todos lados las visitan

Sandra nos cuenta que al paradero llegan turistas de todo el mundo. Nos relata que hace 4 años no hablaban inglés, pero que el Consejo Provincial les ha dado una capacitación, con lo que ahora entienden y pueden atender de mejor manera a los turistas.

Nos cuenta entre risas que alguna vez llegó un extranjero y le decía “chicken, chicken”, y ella le respondía “yes, yes”, pero que no le entendía, hasta que su pequeña hija le dijo que le pedían comer pollo.

Ahora, eso quedó en anécdota, porque ya pueden atender de mejor manera a los visitantes foráneos.

Nos despide Sandra con una sonrisa, y vemos que es la misma sonrisa franca y bella con la que todos tratan a sus clientes. ¡Gracias!.




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