Rápidos y furiosos

En Ecuador, los deportes extremos se han desarrollado y crecido de tal manera que los jóvenes deportistas pueden cumplir sus sueños, plantearse nuevos retos, y traernos de afuera nuevas experiencias para compartir.

¿Qué debes saber?

Osadas y temerarias. Así son las personas que, cada vez más, practican deportes extremos en Ecuador. No es fácil resistirse, la combinación es perfecta: sentir adrenalina en medio de la naturaleza. Hay paisajes que, se cree, solo pueden ser contemplados en las fotos. De pronto, uno de estos locos irrumpe dentro de ellos y se arriesga en medio de una efímera satisfacción extrema.

  • El downhill es un deporte que permite recorrer la montaña en bicicleta, a la velocidad más alta posible: implica descender desde la cima en el menor tiempo posible, pero sin desbaratarse en el intento.
  • Rutas hay para todos los gustos. Y hasta Ecuador llegan ciclistas de todas partes de la región para conocer sus bikeparks.
  • La Mitad del Mundo cuenta con algunas rutas para practicar este deporte; una de las más frecuentadas es la pista que atraviesa las faldas del imponente Rucu Pichincha, al occidente de Quito: la famosa Ruta del Teleférico.

Este trayecto está lleno de arena y vegetación típica de un páramo, incluso, si el clima está muy frio, se puede encontrar con algo de nieve. ¡Bingo! Para acceder al punto de salida de esta vía, los ciclistas deben tomar las cabinas del Teleférico de Quito. Mientras suben, pueden disfrutar de la maravillosa vista de la capital. Hoy existen varias organizaciones que hacen carreras en diferentes ciudades del país.

La Comisión de Ciclismo de Montaña de Pichincha busca promover este deporte entre los jóvenes y hay un premio: los más talentosos pueden ir a otras partes del mundo para representar a Ecuador. Un desafío atlético y mental: destreza y concentración en frenética combinación, además de una buena bicicleta que soporte todo el ajetreo de descender por la montaña. La Cikla es un almacén dedicado al ciclismo y brinda asesoramiento personalizado para adquirir una bici, según las condiciones físicas del deportista.

Vuelo, ruido y placer

La geografía local permite la práctica de muchos deportes extremos: el motocross es otro. Esta disciplina ha tenido auge en los últimos años. Son carreras de motos todo terreno o enduro, celebradas en circuitos cerrados fuera de la carretera. Los atléticos enduristas son unos locos kamikazes: para evitar accidentes, deben tener mucha concentración y analizar cada secuencia del trayecto.

Azuay ha apostado al turismo de aventura. Aquí se encuentra el Parque Extremo de Yunguilla, que cuenta con un gran circuito de motocross. Y en los alrededores de la capital: Amaguaña Motocross Racetrack o Cantú MX Pista Motocross, entre otras.

En nuestro país, se desarrollan campeonatos provinciales durante todo el año y varias agrupaciones de este deporte trabajan duro para llevarse el trofeo. El Coyote Moto Club es una de ellas y está presidida por el legendario Miguel Ángel "Coyote" Cordovez, un piloto con gran trayectoria en la región. Acá, la Federación Ecuatoriana de Motociclismo (FEM) es la entidad encargada de imponer reglas y orden, para avalar todas las competencias de la especialidad.

Agua, rocas y paisajes

Pero estos eufóricos potros de acero no son los únicos vehículos para practicar deportes extremos. Si llegamos a los caudalosos ríos ecuatorianos, encontramos a varios aficionados al kayak, un deporte que consiste en deslizarse río abajo por las corrientes más rápidas, intentando no voltearse y esquivando las piedras de la ruta; de cuando en cuando, llega algo de calma para apreciar la naturaleza.

La selva de Ecuador, además de frondosa y exótica, tiene una gran concentración de ríos. Si a esto sumamos flujos constantes de agua durante todo el año y una buena accesibilidad a ellos, tendremos, posiblemente, el mejor campo de juego de aguas bravas del toda la región. De esto conoce muy bien Santiago Cisneros de Ríos Ecuador, una operadora que se especializa en rafting, kayak, jungla y senderismo.

Ofrece aventuras, organizadas por profesionales, en los mejores ríos del país. Su página web oferta varias giras a diferentes precios y duraciones. Algunos salen de Quito y otros de la ciudad de Tena. Los ríos más conocidos para esta actividad son: Jatunyacu, Jondachi, Hollín, Misahuallí alto y bajo, ubicados en Tena. En la zona de Baeza, se encuentran el Quijos y, en Santo Domingo, el Toachi y el Blanco; en Baños, el Pastaza y, en los últimos años, figura también el Upano en Macas.

Kayak y rafting son distintos. Para el primero, se recomienda tomar clases para dominar las técnicas de remada, rescate y el mismo léxico especializado. Por lo general, se emplea una embarcación pequeña para una persona. El rafting, en cambio, se practica en balsas inflables para varias personas: un deporte colectivo que resulta perfecto para el trabajo en equipo.

¿De qué están hechos estos locos divertidos? ¿Qué impulsa a los aventureros a estas prácticas donde, incluso, arriesgan la vida? Ha pasado, pero David Armendáriz, publicista, realizador y creativo, apunta una filosofía: al amanecer del terremoto que destruyó buena parte de Manabí, arrancó su KTM Súper Enduro y voló a prestar ayuda. Una descarga de humanismo ejecutada con un riesgo extremo. "Se trata de buscar la intensidad de la vida todo el tiempo, pero en modo acelere. Busco la vida, incluso, merodeando la muerte. Personalmente, siento que mis cojones se vuelven de acero. ¡Par rulimanes!", afirma Armendáriz.




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