Poema a Baños

Dedicado a Baños, postales del ayer por Rodrigo Herrera Cañar.

Tardes de Mi Pueblo 

EI día languidece, camina presuroso en busca de las sombras, los montes circundantes se cobijan de bruma, las calles poco a poco se quedan solitarias, la tarde se prepara a encontrarse con la noche y a llenar el ambiente de contrastes fulgentes. 

Tardes azulinas, con nubes pasajeras navegando en silencio, con ocasos de luces y arreboles, con vientos venidos del oriente que llenan el entorno de quietudes piadosas, con vuelos presurosos de golondrinas en busca de la noche: con toques de campanas llamando al Rosario para llegar ai cielo en Ietanias santas; con lánguldas luces de velas en el templo, relampagueantes, consumiéndose en llanto, llevándose dolores, peticiones y angustias.

Tardes que se adormecen con armónico arrullo de cristalinas aguas, con aromas suntuosos de apaclbles boscajes. con música del alma, de efimeros idilios que perduran por siempre a través de sus notas.

Horas crepusculares que evocan las nostalgias, que transmiten excelsas la paz del infinito, que proclaman silencios, que dicen en susurros que van llegando airosas las estrellas noctámbulas a brillar en los cielos con altlvez perfecta.

Policromos momentos de contagiosa calma que llenan el paisaje de arreboles, de murmullos silvestres, de nidos dormllones, de sllbldos de brisa, de arcoiris brillantes, de perfumes de lirios y de nardos.

Me dejo cautivar por inefable embrujo y divago en silencio por insondables mundos, siento lo lmpalpable de lo bello pasarse frente a rnl con destellos de luces fulgurantes y el silencio seduce ml espiritu sereno. Me dejo transportar por Ideas fugaces a magistrales campos y ml ser se renueva al contemplar el éxtasis de estas tardes de encantos, de paisajes sublimes, de nubes juguetonas, de cefiros vialeros, de frescura de ensueño y melodias claras de aguas saltarinas.

Las tardes de mi pueblo. tranquilas y serenas, de mágicos colores, de admirables contrastes, de diáfanos lulgores y aromas de misterios, serán por siempre espléndldas, seductoras, sutiles, mensajeras de calma y de reposo.

No existe en otros lares tardes como estas tardes, donde la paz se vive y no es solo quimera, de donde se renace con fuerza a nueva vida y se transforman en alas lluslones ya muertas. son únicas, divinas, no puedo compararlas ni aún con aquellas que orlflaman los mares. l.as tardes de mi pueblo yo se que están presentes como herencia preciosa, en cada ser que nace en tus campos de sueños.

Autor: Rodrigo Herrera Cañar




Publicado en:


Publicado por: