Fausto Costales: “aquí me quedo, esta es mi cuidad”

“Aquí me quedo, esta es mi ciudad”, fue la respuesta tajante de Fausto Costales a la invitación que le hacían varios amigos para que invierta en Quito

Y es que su aporte fue fundamental desde un negocio próspero como almacenes La Competencia y claro dando a la ciudad el primer edificio moderno y funcional, cuando apenas empezaba la década de los ochenta.
Fausto Costales Moreno vivió en unas propiedades en Cesel en el cantón Guamote, su madre tenía terrenos en Punín y una casa en Riobamba, creció en el campo mirando muchos árboles y plantas, entre caballos chúcaros, el sonar del viento y el paso del ferrocarril.
Se crió en los barrios Bellavista y San Francisco, donde disfrutó de la calma de una ciudad pequeña, con una vecindad que se conocían y amigos que estaban siempre dispuestos a compartir el tiempo entre juegos y aventuras.
“Las calles eran de tierra, pero no nos importaba, para mi eran calles lindas, un espacio ideal para jugar tardes enteras, entre trompos y bolas, todos éramos amigos, nos conocíamos y nos conocían los padres de cada uno, si bien la luz era deficiente, eso no importaba todos estábamos dispuestos para divertirnos”, indica Fausto.
Estudio en la escuela de Hermanos Cristianos La Salle, inició sus estudios secundarios en el colegio San Felipe y los terminó en el colegio Pedro Vicente Maldonado. El levantamiento de pesas y el vóley fueron deportes que coparon su juventud, jugaba como ponedor y lo hacía bastante bien, de hecho jugo en varias ciudades en varias invitaciones recibidas.
Viajó a Quito para estudiar en el colegio militar Eloy Alfaro, sin embargo el destino le tenía trazado otros planes, empezó a trabajar en un almacén de importaciones de artículos para el hogar en Quito y aprendió la forma de venta a crédito como una alternativa de adquisición de productos del hogar.
Fue un tiempo de aprendizaje sobre la forma como tratar a un cliente, la manera de seleccionar la mercadería, los distintos procesos de importación, conocer marcas y bondades de los productos y mirar cómo se cumplían técnicas de venta exitosas.
Su matrimonio con Aida Brito hizo que piense en radicarse en Riobamba, retorno y fundó en 1964, en la calle Guayaquil y España, el almacén La Competencia, que ha marcado un referente de atención de muchas familias de la ciudad, sin duda muchos hogares fueron adquiriendo los diferentes productos, que eran innovación para la época, en el almacén de Fausto Costales.
“Fue una época de trabajo muy intensa, tenía clientes de Riobamba y también de toda la provincia, que terminaron siendo buenos amigos y nunca se tuvo problemas por el cobro pues eran excelentes pagadores que honraban el crédito, eran otros tiempos sin duda”, recuerda Costales.
Muchos clientes de La Competencia encontraban siempre cosas novedosas para las actividades de la casa, televisores, radios, grabadoras, cocinas y demás utensilios estaban en los diferentes mostradores.
“La mercadería llegaba desde el exterior, en los inicios no se contaban con buenas carreteras y muchos de esos productos venia en el ferrocarril, que se constituyó en una alternativa de comercio determinante para entonces”, asegura Costales.
De forma personal se cumplía con las diferentes actividades que demandaba el negocio, muchas de ellas en la capital de los ecuatorianos, recuerda viajes largos y cansados por una carretera empedrada, que significaba más de seis horas de viaje, pero que significaba poder realizar trámites necesarios.
“La gente poco a poco estaba pendiente de los productos que traíamos, se buscaba ofrecer cosas novedosas que se iban necesitando, pero siempre productos de calidad que se daban con garantía, para tranquilidad del cliente que terminaba comprando con esa confianza”, explica Costales.
En 1968 fue tomado en cuenta por la empresa Philips para ser distribuidor de sus productos, su relación con la empresa electrónica holandesa duró muchos años, a más de tener exclusividad en los diferentes productos que llegaban desde Europa y satisfacía las necesidades de los hogares riobambeños, significó varias posibilidades de negocios y apoyos para su familia.
Un aporte económico de esa empresa permitió se pueda construir un edificio moderno y funcional, dónde además puedan instalar el negocio, que para entonces había crecido y tenía otras demandas. La construcción empezó en el 1978 y se inauguró en 1982, edificio Costales es el primero en su tipo, en su momento el más alto de Riobamba, con subsuelo para garaje, un penthouse que sirvió para muchas celebraciones y bailes de la época.
Más de un centenar de trabajadores estuvieron detrás de esta obra, liderados por su cuñado, Jaime Brito, que venía graduado como Ingeniero Civil de los Estados Unidos, al poco tiempo de inaugurado recibió el Premio Ornato de parte del Municipio de Riobamba.
Sin embargo no todo fue fácil, la sucretizacion dictaminada por el gobierno del ex presidente Osvaldo Hurtado, afectó, de forma determinante, el préstamo recibido por la empresa internacional, “Me prestaron un dólar de 25 sucres y luego estuvo a cuatro veces más”, indica Fausto Costales. Los propietarios de Banco Internacional le compraron la primera planta del edificio para la sucursal en Riobamba y eso fue un apoyo importante para poder cubrir la deuda, recuerda con mucho aprecio y cariño el gesto de algunos clientes que vinieron a ofrecer dinero para cubrir una deuda sumamente grande, eso no fue necesario y se honró el pago en los plazos determinados.
Con su hija Renata viajaron por varios países para conocer la medicina Homeopática y sus bondades y beneficios, esta larga ruta terminó en un hermosa realidad, Fausto Costales fundó el Instituto de Naturopatía Misael Acosta Solís, que entrega profesionales cada año para vincularse con esta medicina alternativa.
Su relación con sus hijos ha sido permanente, siempre ha estado pendiente de ellos y sus actividades, la sobremesa los días sábados después del almuerzo, son espacios de relación en familia, se analiza lo que pasa, los temas de actualidad, las situaciones personales y profesionales.
“Un buen padre debe generar los espacios y las acciones que permitan que se lleven bien entre sus hijos, que valoren el papel y el rol fundamental de ser hermanos, la educación es la mejor herencia que podemos dar”, dice convencido.
Asegura que el respeto es clave en un negocio y que ello lo aprendió en su hogar, pide que se trabaje por devolver a Riobamba al sitial que tuvo el siglo pasado y sabe que siempre habrá algo bueno por hacer por esta ciudad, que simplemente es la mejor y tiene aún mucho por mostrar.

Las anécdotas: 

  • La señora Coco Barriga de García, era la dueña del lugar donde hoy funciona el edificio que lleva su apellido, ella le propuso la compra, le pidió 400.000 sucres que nos los tenía en ese momento, al morir ella, los nietos Garcés – García, le vinieron a ofrecer nuevamente y con la facilidad de que pague como él pueda, el negocio se concretó.
  • Fausto Costales pertenece desde hace muchos años al Radio Club, al Tenis Club, al Club de Leones, además pertenece a la Logia Masónica, espacios de realización personal dónde se ha encontrado con personas maravillosas.
  • Dentro del proceso de construcción del edificio se mostró muchas innovaciones, llamó la atención ver grandes grúas, que por primera vez llegaron a la ciudad, Fausto Costales llegó incluso a manejarlas.
  • Gusta del campo, adquirió una quinta en el cantón Guano, en la que sembró 500 plantas de cipreses, llegó a tener 60 avestruces y también muchas llamas, es un lugar para escapar de la ciudad y compartir en familia.
  • Está casado más de medio siglo con Doña Aída Brito, “por ella sigo viviendo, pues me cuida con paciencia, soy feliz con mi esposa y su amor” dice muy emocionado. Seis hijos tiene el matrimonio Costales Brito: Tatiana, Fausto, Renata, Rosana, Patria y Paúl que falleciera hace algunos años dejando un vacío muy difícil de llenar, todos honran su memoria y se quedan con los buenos recuerdos. Tiene dos bisnietos: Martina y Luciana.
  • Le gusta la música nacional y las cumbias, tiene una colección de 50 cámaras de video, filmar siempre fue para él un hobbie.
  • Realizó un concurso de trompos cuando inauguró el almacén resultó muy novedoso ver todos los trucos que hacían y claro ha pasado tantos años y hasta hoy piden los radio multi bandas, cosa que le parece muy novedosa.

Fuente: La Riobambeñidad




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