Cinco aventuras por vivir a bordo del tren ecuatoriano

Atraviesa la serranía ecuatoriana en un paseo en tren

¿Qué debes saber?

Ecuador lo tiene todo para vivir múltiples aventuras a bordo del mejor Tren del mundo, entre páramos, plantaciones cacaoteras, volcanes, lagunas, parques y reservas naturales. Un paraíso en Latinoamérica te impulsa a olvidar los miedos y poner a prueba tu energía con paseos en bicicleta, escalas en roca, caminatas por senderos, surf sobre las olas o snorkell y buceo bajo el mar.

Pero en esta ocasión te presentamos un recorrido sobre las rieles del tren, entre durmientes y vagones cargados de historia y valor patrimonial. Locomotoras a vapor y diésel te llevan a un recorrido por las venas metálicas que unieron dos regiones, en el país de los 4 mundos.

Recorriendo por las arrugas del diablo: Desde el valle de Alausí la locomotora recorre por el tramo más difícil para la ingeniería. Pistishi fue la montaña temida por los constructores que con gran imaginación entre picos y encañonados observaban una imagen diabólica. Sobre esta pared de roca el tren recorre por sus rieles con pausas y en zig-zag para llegar a Sibambe. Desde este sitio puedes ver a la elevación por la que descendiste, que se ubica a 2 346 msnm, y tiene una pendiente de 5,8 grados y 83 metros de longitud. Los brequeros se vuelven los ojos del maquinista, anímate a detener el tiempo, la respiración y los latidos.

Un camino de honor entre arrozales y cacao: Un recorrido por los cantones de Durán, Yaguachi y Bucay te adentra al bello recorrido del Tren de la Dulzura. Un trayecto que se abre paso entre arrozales, caña de azúcar, cacao y palma. A bordo de la locomotora, el pasillo y varias tonadas alegres acompañan un viaje por la calidez de la Costa ecuatoriana. La aventura transita por los sabores, aromas y la habilidad de artesanos locales que convierten la caña, el bambú y la madera en perfectas piezas de arte. 

Sintiendo la energía de guardianes: Una aventura inicia en la ciudad de Quito para sentir las palpitaciones del corazón ecuatoriano y la energía de los guardianes de los Andes. Transitar por estos senderos es mirar la imponencia de legendarias elevaciones que componen el paisaje como el Pichincha, Atacazo, Pasochoa, la Viudita y Rumiñahui; que son parte de la conocida “Avenida de los Volcanes”, denominada de esta manera por científico Alexander Von Humboldt. Gastronomía, cultura chacarera y exótica flora y fauna te convierten en un aventurero del centro del mundo.

Historia, páramos y bajas temperaturas: En el centro de los Andes, desde Riobamba se vive una aventura a las faldas del volcán Chimborazo, elevación más alta del mundo, medida desde el centro de la tierra. Un viaje de frío intenso te obliga a templar los nervios para sentirte vivo con temperaturas entre los 10y 15°C. Además, en este recorrido se puede conocer a Baltazar Ushca, denominado “el último Hielero del Chimborazo”. La aventura no culmina, porque descendientes de la cultura Puruhá te introducen en un enigmático recorrido por los saberes y las tradiciones de su pueblo.

Entre nubes, cultura e historia: Por cuatro días las maravillas de Ecuador te esperan para conocerlas a bordo del Tren Crucero, galardonado como el mejor del mundo. Esta aventura te lleva desde los Andes hasta la Costa del Pacífico, en modernas máquinas electro-diesel y antiguas locomotoras a vapor, por los hermosos y enigmáticos parajes ecuatorianos. Volcanes, bosques, cultura, gastronomía y la calidez de los ecuatorianos te esperan en un viaje en tren en el país de los cuatro mundos.




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