La Esquina del Sabor

Desde hace 11 años las mejores fritadas de Machachi están en La Esquina del sabor. Sin embargo esta receta ha pasado por 4 generaciones, de ahí que su sabor es inimitable.

¿Qué debes saber?

  • Ubicada en la Perez Pareja y 11 de Noviembre
  • Atiende de Lunes a domingo de 07:00 a 18:00

Las especialidades del establecimiento son las siguientes: fritada, hornado, caldo de pata y de gallina.

  • 0983002398
  • 2314221
  • info@esquinadelsabor.com
  • www.esquinadelsabor.com

Fritada, tostado, ají de piedra servidos en una hoja de col

Así era la presentación de la fritada de doña María Chicaiza que a inicios del siglo pasado inicio una tradición gastronómica en una de las esquinas del parque central de Machachi. María acudía todas las mañanas llevando su carretilla con bateas en la que exhibía una deliciosa y fragante fritada.

Su vida entera transcurrió en esa esquina en donde sus dos hijas, Rosa y Clementina Cañar mantuvieron la tradición por más de 60 años. 4 hijas de Rosa no se quedaron atrás, una de ellas puso un local en el patio de comidas, otra puso un local en el comedor municipal y dos se quedaron ocupando 2 esquinas del parque central. Las Cajas, así se las conoce en Machachi, pues la gente sabe que son hermanas y reconoce la sazón de esta familia.

La cuarta generación tomó las posta.

Valeria hija de Laura, una de las 4 hermanas Cajas, mantiene viva esta tradición. Y esa responsabilidad no es casual, al contrario Valeria se entrenó desde muy joven para asumir este reto. Con picardía recuerda que ella se fugaba de clases para ir a vender. Ella jugaba a cambiarle el mal genio a las personas, veía como sus clientes, abrumados por sus tareas cotidianas, atravesaban el parque con el ceño fruncido. Pronto descubrió que el aroma de una fritada, le cambia el día a cualquiera, pronto reconoció su habilidad para las ventas.

Pero con los años, la alegría que sintió en sus juegos de vendedora, se fue apagando, de pronto se encontró trabajando en una oficina, en una mecánica, muy lejos de lo que le gustaba. Pero la alegría volvió, cuando se casó y en medio de la falta de dinero, la tradición familiar se metió por la puerta.

Y es que su esposo tenía un local de arreglo de computadoras, lo malo es que no habían tantas computadoras dañadas en Machachi, fue por eso que su madre le motivo a vender fritadas. Ni corta ni perezosa, Valeria improvisó una carretilla en la vereda del local de su esposo y se reencontró con sus juegos infantiles.

La tradición se metió por la puerta.

El puesto en la vereda empezó a tener éxito, de pronto la gente empezó hacer cola y de a poquito, los clientes empezaron a sentarse en el local de su esposo. No fue difícil tomar la decisión de abrir un local, que aun sin nombre permitió a Valeria expandir su oferta gastronómica.

Ahora a la fritada le acompañaban maduros, tortillas de papa, hierbitas y ají hecho en mortero de piedra. Si bien la hoja de col fue remplazada por platos de loza, lo cierto es que el sabor de las Cajas se mantuvo tan intacto, que fueron sus mismos clientes, que pensando en el legado de ese puesto de una de las esquinas del parque central de Machachi, bautizaron al local de Valeria, como La esquina del sabor.

Hoy 11 años después de la inauguración del local, que mantiene la misma dirección, a 6 cuadras del parque central de Machachi, Valeria mira al pasado y claramente ve como puntos importantes de su vida fueron los peldaños que le permitieron construir su propia esquina del sabor.

Fue la travesura de robarse las cebollas tostadas de la paila del tostado de su abuela, su gusto por las ventas en el parque, el impulso de su esposo para arrendar su primer local y el cariño de los machachenses al sazón de las Cajas, lo que la motivan a no contar a nadie el secreto de su receta familiar que es además orgullo del cantón Mejia.




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