La Floresta y sus primeros cien años

El joven barrio de La Floresta es uno de los primeros barrios de la moderna ciudad de Quito, es ideal para recorrerlo caminando y buscando refugio del sol, tomando un buen café o una cerveza.

¿Qué debes saber?

  •  Abierta las 24 horas. Sin embargo, te recomendamos planear tu visita tomando en cuenta los horarios de atención de las atracciones de este sector.
  •  Se encuentra ubicada en el centro norte de la ciudad, descubre la personalidad divertida y ecléctica del barrio de La Floresta

El Soho de Quito

  • En sus cien años de existencia congrega un sin fin de manifestaciones culturales, desde disfrutar una película de Federico Fellini hasta admirar un mural multicolorido en cualquier pared de la zona.
  • Nos alejamos de las sublimes fachadas del centro colonial o del bullicio rosa de La Mariscal, para adentrarnos en un barrio que guarda un ambiente residencial, pero que asombrosamente luce contemporáneo, vanguardista, sin perder su identidad, donde es posible ver al zapatero convivir con el estudiante de cine, entre diseños rocambolescos y una clínica de bicicletas.
  • La Floresta fue uno de los primeros barrios (junto con La Mariscal) en desarrollarse fuera del centro colonial de Quito durante los primeros años de expansión urbana en la década de los 1920.
  • Su nombre, sus hermosos techos de teja, las residencias ajardinadas que aún sobreviven, sugieren una zona residencial rodeada de naturaleza y tranquilidad. El sector está bordeado por el barrio popular de La Vicentina, el ritmo acelerado de la zona universitaria y altas construcciones donde funcionan bancos, hoteles y oficinas. Esta “personalidad múltiple” hace de La Floresta uno de los barrios más dinámicos de la ciudad moderna.
  • En sí, el barrio se presta para caminar. Los residentes no tienen mayor necesidad de aventurarse a otros sectores de la ciudad en cuanto a necesidades básicas, pues casi todo se encuentra a la mano.
  • Con los años, La Floresta ha atraído a artistas, escritores, músicos, lo que ha dado mucho carácter al sector (especialmente tomando en cuenta los murales que adornan el espacio público).
  • Mucho de lo que se ve es independiente, lo cual hace de caminar por sus calles una agradable aventura, entre tiendas alternativas y especializadas, cafeterías singulares y otros negocios de tendencia. 
  • No todo tiene éxito, pues muchos emprendimientos desaparecen tan rápido como aparecen: lo que escribimos hoy puede que no esté con nosotros en un mes. 

Algunos hitos del barrio

Historia de La Floresta

  • La Floresta, un barrio con 100 años de historia en el centro norte de Quito, Ecuador, se erige como un enclave urbano de singular encanto y significado cultural. Esta área, declarada Patrimonio Cultural Nacional de Bienes Inmuebles, ha sido testigo de una evolución notable a lo largo de los años, manteniendo un equilibrio entre su rica herencia histórica y su vibrante vida contemporánea.
  • El inicio del barrio se remonta al año 1917, cuando comenzó a poblarse con la construcción de viviendas para la clase media de la época. Desde entonces, La Floresta ha experimentado transformaciones significativas, reflejando el devenir de la sociedad quiteña. A pesar de los cambios, el barrio ha conservado elementos característicos de su identidad, como sus calles arboladas y sus casas antiguas de estilo colonial, que hoy en día se entremezclan con modernos edificios y locales comerciales.
  • Uno de los aspectos más destacados de La Floresta es su atmósfera multicultural y cosmopolita. El barrio ha atraído a una diversidad de residentes, desde artistas y jóvenes emprendedores hasta familias tradicionales y extranjeros. Esta amalgama de culturas y estilos de vida ha enriquecido el tejido social de La Floresta, convirtiéndolo en un lugar dinámico y lleno de energía.
  • La Floresta es conocida por su escena cultural vibrante. Sus calles albergan una gran cantidad de cafeterías bohemias, bares, galerías de arte y tiendas de diseño, que reflejan la creatividad y el espíritu emprendedor de sus habitantes. Además, el barrio cuenta con instituciones culturales importantes, como el Instituto de Cine y el Instituto Metropolitano de Diseño, que contribuyen al enriquecimiento cultural de la comunidad.
  • En el aspecto gastronómico, La Floresta ofrece una amplia variedad de opciones para todos los gustos y presupuestos. Desde restaurantes de lujo hasta puestos de comida callejera, el barrio es un paraíso culinario donde se pueden degustar platos tradicionales ecuatorianos, así como sabores internacionales. La presencia de mercados de alimentos frescos y tiendas de productos orgánicos también refleja el compromiso de la comunidad con la alimentación saludable y sostenible.
  • La arquitectura de La Floresta es otro de sus atractivos principales. A lo largo de sus calles, se pueden admirar edificios de distintas épocas y estilos, que cuentan la historia del barrio y de Quito en general. Desde casas coloniales hasta modernos rascacielos, la diversidad arquitectónica de La Floresta es un reflejo de su evolución a lo largo del tiempo.
  • A pesar de su crecimiento y desarrollo, La Floresta ha logrado preservar su ambiente tranquilo y seguro. Sus parques y espacios públicos son lugares de encuentro para la comunidad, donde se pueden disfrutar actividades al aire libre y eventos culturales. Además, la presencia de una estación de policía comunitaria contribuye a mantener la seguridad en el barrio.
  • La declaración de La Floresta como Patrimonio Cultural Nacional de Bienes Inmuebles es un reconocimiento a su importancia histórica y cultural para la ciudad de Quito y para todo el país. Esta distinción implica la implementación de medidas de protección y conservación para salvaguardar su patrimonio arquitectónico y cultural para las generaciones futuras.
  • En conclusión, La Floresta es mucho más que un simple barrio de Quito. Es un reflejo de la diversidad y la riqueza cultural de Ecuador, un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan de manera armoniosa. Ya sea explorando sus calles históricas, disfrutando de su vibrante vida cultural o simplemente relajándose en uno de sus encantadores cafés, La Floresta ofrece una experiencia única que cautiva a residentes y visitantes por igual.



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