La ruta de la Mitad del Mundo a San José de Minas

Por Ecuador, pasa la famosa línea Ecuatorial que lo ubica en dos hemisferios.

¿Qué debes saber?

A 25 km del centro de Quito, en plena línea ecuatorial, donde se puede poner un pie en cada hemisferio, se encuentra la Ciudad Mitad del Mundo.
Mágico sitio turístico, el más visitado del Ecuador y que es la sede del probablemente, más fotografiado monumento del país de los cuatro mundos, el Monumento de la Mitad del Mundo.
El inconfundible monumento que alberga en su interior a un museo etnográfico, junto a museos temáticos, experiencias gastronómicas y un hotel boutique, forman parte de esta pequeña ciudad, desde la cual se puede dar inicio a una ruta de turismo cultural y de contacto con la naturaleza, en el nororiente de la provincia de Pichincha.
Con la brújula apuntando al nororiente, desde el "Pupo del mundo" la ruta visita San Antonio de Pichincha, Puéllaro, Perucho, Atahualpa, Chavezpamba y San José de Minas, 6 parroquias rurales, desde las cuales se puede emprender un pequeño viaje de 30 minutos en dirección al oriente, para explorar el Bosque Protector Jerusalem y el Parque arqueológico Cochasquí.
Desde la Ciudad Mitad del Mundo hasta San José de Minas, 50 kilómetros de caminos, invitan a los viajeros a realizar el recorrido en automóvil, o incluso en bicicleta.

Esta parroquia turística por excelencia es un destino inconfundible por sus singulares cualidades naturales y la variada oferta hotelera y gastronómica que reciben a sus visitantes.
La cultura andina, historia precolombina, colonial y republicana, junto a la deliciosa gastronomía, son solo algunas de sus características; es un destino ideal para realizar paseos cortos desde la capital, salir de la rutina y volver el mismo día, pues se ubica a apenas a 13 kilómetros al noroccidente de Quito, es decir, a unos 40 minutos.
La ciudad Mitad del Mundo, las famosas ruinas de Pucará de Rumicucho, el cerro Catequilla y su cartódromo, brindan a los turistas opciones de relax y entretenimiento.

Este pueblo colonial presume sus cuyes, dos iglesias (que datan de 1879 y 1920) y un singular cementerio.
Una conmovedora procesión se lleva a cabo la noche del martes, durante Semana Santa.

Su iglesia, con fachada de madera y adobe, alberga obras de la Escuela Quiteña y puedes aprovechar para ver más piezas de arte en el museo local.
Degustar el vino de mandarina de la zona y las chirimoyas (frutas cultivadas en los Andes desde el año 200), es un rito obligatorio.
El sancocho peruchano, el jugo y vino de mandarina, son experiencias gastronómica imperdibles de la zona, que se puede probar los sábados frente al parque o si prefieres visitar las plantaciones de mandarina a la izquierda de la iglesia.

Cuyo nombre rinde tributo al legendario inca.
Además de la iglesia y el cementerio, puedes visitar las lagunas de Mojanda, tres vastos espejos de agua de origen volcánico, enclavados en los pajonales.
Atahualpa tiene un acceso a los páramos de Mojanda, además de aguas termales y balnearios como El Valle Encantado o El Paraíso.
Camping, caminata, mirador, vista panorámica, restaurantes

Conformada por menos de 50 casas, a las faldas del gran Cerro Itagua presume sus talleres de carpintería y sus visitas al rio Cubí.
Detalles que podrás apreciar desde el mirador natural del cerro Itagua.

El pueblo más lejano de la ruta esta lleno de leyendas con fantasmas de las antiguas minas de oro y relatos de una terrible plaga de ratas, erradicada por la Virgen de la Caridad.
Admira los fabulosos exvotos en su iglesia principal.
Las varias minas de arena, piedra y cal dan su nombre al pueblo.
Aquí, los turistas pueden culminar el recorrido en la Casa de Pancho, probando la trucha y otros platos típicos.
Y para los aventureros, las cascadas de Cuvi son la próxima estación.

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