La casa de la molleja

Si estas de paso por la capital del Ecuador y te queda un poco de tiempo, no puedes perderte la oportunidad de saborear unas mollejas. No será difícil que ubiques esta hueca, pues el aroma de esta golosina quiteña será tu mejor guía.

¿Qué debes saber?

  • Este restaurante es un negocio muy familiar, tal vez por eso sus platos llevan nombres como “la mama molleja” o “papá pincho o su nueva innovación el tío taco”.
  • Su plato estrella son las mollejas asadas, pero también se puede combinar, el mixto tradicional consta de mollejas cuerito asado papas cocinadas ensalada y la salsa de la casa.
  • Ahora bien, si eres de buen apetito puedes pedir el Mega Mixto, que viene con todo (mollejas + cuerito asado + pollo + carne + papas cocinadas + ensalada + salsa de la casa).
  • No disponemos de pincho de camarón solamente de pollo carne y mixtos y no se quedan atrás, los choclitos asados y los maduros con queso manaba.
  • Tiene colada morada, todos los días del año.
  • Los precios van de 1,50 a 7 dólares
  • Están ubicados en la Avenida de La Prensa y Luis Tufiño, al norte de Quito, el aroma de las mollejas asadas será tu mejor guía.
  • Atiende de lunes a sábado, desde las 3 de la tarde hasta las 8 de la noche. No tenemos servicio a domicilio

Recuerdos y golosinas del Quito de antaño

Cuando la gente busca los primeros recuerdos de su infancia, los hallazgos son muy diversos. Hay quien recuerda a sus padres y hermanos, otros recuerdan lugares como patios de juegos o habitaciones, sin embargo, en cada recuerdo, siempre están presentes olores y sabores.

Yadira no es la excepción, en sus recuerdos sobresalen las divertidas reuniones familiares que en casa de su abuelita servían para compartir alegrías y tristezas. Familia, risas, amor, mucho amor, así resume a sus recuerdos que tienen aroma y sabor de mollejas asadas al carbón.

En el Ecuador, y particularmente en Quito, las mollejas más que un plato típico son sin duda las golosinas preferidas de propios y extraños.

Son una golosina con una rica historia, que nace en nuestros pueblos indígenas, que se madura en nuestra época colonial y que llegan a nuestros tiempos a través de una casita del sabor, que le rinde tributo de lunes a sábado en el norte de Quito.

La casita del sabor expertos en mollejas

Una casita, pues este emprendimiento que abrió sus puertas en el 2017 es un negocio familiar. Participan en él, la abuelita Elsita, su hija Carmita y claro está, su nieta Yadira. 3 generaciones de quiteñas unidas por un profundo amor a las tradiciones de su ciudad, la carita de Dios.

La receta de las mollejas que se sirven en esta casa, se podría decir que le pertenece a la nieta, quien hace años atrás, decidida a emprender su propio negocio, estudio gastronomía.

Se podría decir, pues en realidad, el toque secreto que hace que estas mollejas empiecen a ganar fama, le pertenece a los cientos de reuniones familiares en el que entre pruebas y errores se fue forjando el secreto mejor guardado de esta familia.

El secreto mejor guardado en el norte de Quito

Secreto, y bien guardado, por cierto, pues no se puede discutir que estas mollejas tienen un toque especial que hace imposible que los comensales se chupen los dedos.

Tal vez sea el chimichurri, o tal vez sea las 2 fases de asado a la parrilla - una con las mollejas enteras y otra con las mollejas cortadas en pedacitos - o tal vez sea la salsa de la casa lo que hace a estas mollejas inolvidables.

Lo cierto, es que son este grupo de mujeres, las que con su servicio que está lleno de sonrisas y anécdotas, las que han sabido hacer que sus mollejas se ganen un puesto en el mapa gastronómico de la bella ciudad de Quito.

Asadas con el fuego de la constancia

Yadira se emociona cuando cuenta los primeros pasos de su negocio. No duda al confesar que no fue nada fácil. Empezaron de cero, con lo más básico, lo más simple, pero con la decisión de alcanzar su meta.

A los malos días donde no hubo clientes, le siguieron tardes y noches en que de apoco la gente empezó a volver, clientes que en cada regreso reclamaban más del sabor de esta casa.

Tal vez por eso, estas 3 mujeres innovaron en su negocio, y a las mollejitas le siguieron los cueritos asados, luego vinieron los choclitos y se sumaron al final los maduros, todos asados y acompañados con un exquisito queso manaba.

Así que si estas de paso por la capital del Ecuador, y te queda un poco de tiempo en el norte de Quito, no puedes perderte la oportunidad de buscar la Casa de la  molleja. No será difícil que ubiques este negocio, pues el aroma de esta golosina será tu mejor guía.




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