La Plaza de toros del Jesús del Gran Poder

La Feria Jesús del Gran Poder de Quito, surgida en los años cincuenta, mezcla tradición religiosa y tauromaquia. Se convirtió en un evento emblemático de trascendencia mundial y su sede fue, La plaza de toros de Quito.

¿Qué debes saber?

  • La Plaza de Toros Quito es la más grande de la ciudad de Quito, con un aforo para 15 mil personas y fue la sede de la famosa Feria Taurina Jesus del Gran Poder.
  • La Feria Jesús del Gran Poder surge como una celebración popular de la ciudad de Quito, Ecuador, a finales de los años cincuenta. Inspirada por la "Serenata Quiteña" y con la construcción de la Monumental Plaza de Toros, la feria se convierte en un evento emblemático que mezcla la devoción religiosa con la pasión por la tauromaquia.
  • La Feria Jesús del Gran Poder se consolidó como uno de los eventos taurinos más destacados de América. A lo largo de los años, contó con la participación de renombrados toreros españoles y ecuatorianos, convirtiéndose en un referente en el mundo taurino.
  • El empresario español Pablo Martín Berrocal adquierió la Plaza de Toros de Quito y revitalizó la feria, llevándola a su máximo esplendor. Bajo su gestión, se realizan importantes mejoras en la infraestructura y se promueve la feria a nivel internacional, atrayendo a turistas y medios de comunicación de todo el mundo.
  • La suspensión de la Feria Jesús del Gran Poder generó un grave impacto económico en Quito. Se registrarón pérdidas significativas en diversos sectores, incluyendo turismo, hotelería, restaurantes y comercio. La feria era un evento clave para la dinamización de la economía local y la promoción de la cultura taurina en la región.
  • La feria adopta su nombre del 'Señor del Gran Poder', una estatua traída desde España que originalmente estaba confinada en el Convento Máximo de San Francisco. La imagen se convierte en el patrón de la feria, con toreros y aficionados visitándola para buscar suerte antes de las corridas. No se la debe confundir con la principal advocación católica quiteña: El Jesús del Gran Poder atribuido al Padre Carlos de la Escuela Quiteña, que lidera la procesión del viernes santo, que partiendo de la Iglesia de San Francisco, recorre las calles del Centro Histórico de Quito.
    • Ubicación: Esta ubicado a 150 metros de la estación Jipijapa, en la Avenida Amazonas y Avenida Juan de Ascaray.
    • La estación Jipijapa de Metro de Quito queda al frente de la Plaza de toros de Quito.

Feria Jesús del Gran Poder de Quito

La Plaza de Toros de Quito, inaugurada en marzo de 1960, es un monumento emblemático que proyecta al Ecuador en el escenario taurino continental y mundial. Este majestuoso escenario, testigo de innumerables gestas taurinas, se erige como un símbolo de tradición, pasión y cultura arraigada en lo más profundo del corazón quiteño y ecuatoriano.

Desde su inauguración, la plaza fue el escenario de eventos taurinos de renombre internacional, atrayendo a las figuras más destacadas del toreo. Su primera feria, anunciada en diciembre de aquel mismo año, marcó el inicio de una larga tradición de corridas que atraían a aficionados y toreros de todas partes del mundo. La presencia de figuras como Paco Camino, El Cordobés, El Viti, Palomo, Miguelín, Paquirri, Manzanares, Enrique Ponce, y El Juli, entre otros, ha contribuido a consolidar la reputación de la plaza como uno de los escenarios taurinos más importantes de América.

El nombre de la feria, "Jesús del Gran Poder", guarda una historia entrañable que se remonta a la década de 1950. Durante años, la estatua del 'Señor del Gran Poder' estuvo confinada en un depósito del Convento Máximo de San Francisco de Quito. Sin embargo, gracias al impulso de un grupo de periodistas y artistas que buscaban enriquecer la vida cultural de la ciudad, la estatua fue sacada a la luz y colocada en la Iglesia de San Francisco como patrono de la feria taurina. Esta conexión entre la religiosidad popular y la tradición taurina ha dado lugar a una devoción única que se refleja en la identidad cultural de Quito y Ecuador.

El empresario español Pablo Martín Berrocal, quien adquirió la Plaza de Toros de Quito en 1986, desempeñó un papel fundamental en la promoción y organización de la Feria del Jesús del Gran Poder. Bajo su dirección, la feria alcanzó su máximo esplendor, convirtiéndose en un evento reconocido a nivel internacional y considerado como la mejor feria taurina de América. Berrocal, además de empresario, fue un apasionado de la tauromaquia y un verdadero embajador del Ecuador, promocionando el país y su cultura taurina en todo el mundo.

La suspensión definitiva de la Feria del Jesús del Gran Poder ha dejado un vacío profundo en el corazón de Quito y en la economía de la ciudad. Esta decisión, motivada por razones políticas y sociales, ha tenido graves repercusiones en diversos sectores, desde los toreros y ganaderos hasta los hoteleros y comerciantes locales. La prohibición del último tercio de la lidia en 2011 y la posterior suspensión de la feria han generado pérdidas económicas significativas y han afectado negativamente el turismo y la actividad comercial en la ciudad.

El impacto de la suspensión se refleja en la disminución de ingresos en hoteles, restaurantes y otros negocios relacionados con la feria taurina. La reducción del número de turistas y la falta de eventos taurinos han afectado la ocupación hotelera, las ventas de restaurantes y la actividad comercial en general. Además, la suspensión de la feria ha tenido un impacto emocional en la comunidad taurina y en aquellos que venían a Quito para disfrutar de este evento único.

A pesar de los desafíos y las dificultades, la Plaza de Toros de Quito sigue siendo un símbolo de la cultura y la tradición taurina en Ecuador. Su historia y su legado perdurarán en la memoria colectiva de quienes han sido testigos de sus corridas y en el corazón de aquellos que han sido tocados por la pasión y la emoción de la tauromaquia. Aunque la suspensión de la feria ha dejado un vacío en la vida cultural y económica de la ciudad, la plaza sigue en pie, lista para recibir a aquellos que buscan experimentar la emoción y la belleza de la tauromaquia en uno de sus escenarios más emblemáticos.




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