El tejar se muestra entre historias y leyendas de un Quito Antiguo

ALOJAMIENTO, AVENTURA, CULTURA, GASTRONOMÍA, IGLESIAS, MUSEOS, TEATROS, TURISMO ANCESTRAL, TURISMO RELIGIOSO

EL TEJAR SE MUESTRA ENTRE HISTORIAS Y LEYENDAS DE UN QUITO ANTIGUO

24 Julio , 2017 / Por: Sandy Doicela

Pasillos amplios, pisos de madera antigua, colecciones de pinturas de siglos atrás, leyendas del Quito antiguo, todo ello observado, contado y vivido en el paisaje nocturno, es posible experimentar en el Convento Mercedario de El Tejar, ubicada en uno de los barrios tradicionales del Centro Histórico de la Capital que lleva su mismo nombre.

Recorrer este lugar no es algo común, la idea nació como una propuesta universitaria de Karina Jaya, directora del proyecto, quien comenta que la iglesia de El Tejar es parte de la orden Mercedaria y abre sus puertas todos los meses y cada 15 días este espacio recibe a turistas nacionales y extranjeros para disfrutar de un turismo vivencial, reactivando a los barrios de esta zona.

Al iniciar este recorrido, los primeros en recibirme son libros antiguos y cubiertos con pasta de cuero de borrego, en una biblioteca que guarda textos de religión y arte, son importantes colecciones que posee la ciudad y reliquias de los siglos XV, XVI y XVII. Observar esta biblioteca es sentir el paso del tiempo, la añoranza del papel que ahora es remplazado por lo digital, que sin negarlo nos ha facilitado muchas cosas.

Al ver una infinidad de papeles en la mesa, contemplo la belleza de las letras, el arte de escribir a mano, las ganas de todos los autores por plasmar el saber, en no olvidar cada detalle en sus escritos. Aquellos literatos no imaginarían que sus obras llegarían a nuestros días, para ser parte de una muestra del arte en pequeñas piezas que se mantienen en este lugar.

Una vez que los libros me han impactado, camino por un largo pasillo, subo unas gradas amplias, el frío quiteño me abraza, sin embargo cada paso por este lugar es una intriga, es encontrar misterios develados que se empernan en cada pared de este convento mercedario.

Un cuarto amplio me espera, allí se ubican pinturas y esculturas. Un relicario del siglo XVIII con huesos de sacerdotes, que han dirigido el convento de El Tejar, nos recibe en la sala, en ella puedo contemplar la alta preparación de nuestros artesanos que con sus manos elaboraron piezas únicas con acabados precisos, un poema para el ojo humano.

Varias pinturas han sido colocadas en el convento para admirar la religiosidad y la doctrina católica, que fueron parte del desarrollo social y cultural de Quito. La escultura de la Virgen de la Merced colocada en el centro de la sala fue elaborada con las técnica del encarne (uso de la vejiga del cordero para dar brillo a las esculturas), y la técnica gonces (da movilidad a las articulaciones). El miedo y el frío producen una sensación incierta, que se acentúa con la mirada de esta escultura, su mirada fijamente me detiene, me obliga a bajar la cabeza.

No cabe duda, que este lugar acelera los sentidos, y te hace permanecer atento a cada movimiento.

Una panorámica desde las alturas de El Tejar

Mientras sigo pensando en las pinturas de santos y el detalle tratado con minuciosidad en cada una de ellas, me dirijo por un piso que suena con cada paso, las tablas antiguas hacen un coro al caminar, que luego se convierte en un sonido común.

Tras unos minutos de recorrer sobre los tablones, que muestra la antigüedad del lugar, llego a la entrada al campanario, un lugar de pasadizos estrechos, que solo permiten subir a las personas de una en una. “No olvide tomar la baranda” comenta el guía del convento, “para prevenir cualquier caída”.

Las luces de la ciudad están encendidas, pocos autos se divisan desde lo alto. Este lugar se convierte sin dudarlo en uno de los mejores para ver el Centro Histórico, rodeado del Panecillo, la Cima de la Libertad y el barrio de San Juan, hacen de este lugar inolvidable.

Entre la oscuridad aparece inesperadamente “Julia: La Viuda de El Tejar”, personaje extraído de leyendas quiteñas, que según cuenta las malas lenguas, era una mujer muy bella. El mito relata que su amado Joaquín, quien se casó con ella, mantuvo una aventura con su prima. Poco tiempo después su esposo murió. La bella mujer se convirtió en un alma maldita, que vagaba en busca de hombres parranderos para llevarlos al más allá. Su rostro es una mezcla de hermosura y muerte.

Catatumbas: las leyendas de la noche

El silencio, la oscuridad de la noche y una pequeña vela nos acompaña entre los pasillos que nos conducen a unas criptas amplias con relatos impensables. El cuerpo se estremece al mirar varios nichos abiertos, y pienso que muchas almas invaden el lugar, pero la respuesta es que solo compartiremos unos minutos con cada espíritu que habita en el convento. Sigo el recorrido y nuevamente me pregunto, si las almas que se esconden en la penumbra, saldrán a susurrar al oído o aparecerán entre las bancas de la capilla para mostrar su rostro pálido.

Otro relato: un joven murió en esas criptas, así cuenta la leyenda, al querer pagar una apuesta frente a la tumba de su amada, puso un clavo en el nicho, este objeto sin darse cuenta lo colocó sobre su capa, él pensó que desde el fondo su querido amor lo llevaba al más allá, la desesperación lo mató.

El barrio El Tejar lleva su nombre porque en este lugar se fabricaron las primeras tejas y adobes para la construcción de las casas y casonas de Quito. En el convento se sepultaron a importantes próceres de la Batalla de Pichincha y fue el primer lugar donde se izó la bandera del Ecuador por primera vez.

Para Karina Jaya, la iniciativa busca la reactivación cultural del sector. El museo ha funcionado desde 1977 pero su apertura no ha sido permanente, sin embargo, desde noviembre de 2016 este espacio ha recobrado su valor cultural.

Mostrar a Quito desde los lugares y barrios tradicionales, es descubrir espacios únicos llenos de cultura e identidad. Los habitantes de estos sitios buscan en su labor diaria reactivar el valor patrimonial de estas joyas arquitectónicas que guardan tesoros inimaginables.

#BarriosVivos es una iniciativa del Ministerio de Turismo que busca difundir al mundo la memoria histórica y turística en los rincones más emblemáticos de la Carita de Dios.

Para conocer más detalles de estos recorridos ingresa a la página de Facebook Convento y Museo Mercedario “El Tejar” o haz tu reserva al número celular: 0998954141 o al correo conventoeltejar@hotmail.com




Publicado en:


Publicado por: