Reserva biológica Yanacocha

Al oeste del volcán Pichincha, a tres mil doscientos metros sobre el nivel del mar se encuentra un lugar paradisíaco en el que habitan diversos tipos de colibríes.

¿Qué debes saber del Yanacocha?

  • Es una reserva privada manejada por la Fundación Jocotoco, abarca 1200 hectáreas, rodeadas por una matriz de tierras agrícolas con remanentes de bosque maduro, que se ubican hacia las acantilados y líneas de cumbre desprendidas de los riscos del volcán Pichincha. 
  • Es el principal hábitat del Zamarrito Pechinegro (Eriocnemis nigrivestis), ave emblemática de Quito desde 2005, también se pueden observar al cóndor andino, oso andino, lobo de páramo, puma, entre otros.
  • La reserva que se encarga de la protección de la fauna especialmente de aves, como el colibrí, caracara curiquingue muy amenazado que habita en la zona, entre los 3200 a 3400 m de altura. 
  • En el 2005 el Zamarrito Pechinegro fue declarado “Ave Emblemática del Distrito Metropolitano de Quito” mediante Resolución del Concejo Metropolitano.
  • Forma parte del grupo de lugares turísticos que permiten practicar el avistamiento de aves en los alrededores de Quito.
    • La Reserva Yanacocha se encuentra en las laderas occidentales altas detrás del Volcán Guagua Pichincha, en la cercanía la ciudad de Quito, en la parroquia rural de Nono, en la provincia de Pichincha.  Antigua carretera a Nono, ecoruta paseo El Quinde km 10. Girar a la izquierda y seguir 8 km. Cruzar instalacionnes EPMAPS 2km más.
    • Su horario de atención es de  07:00 a 15:30.

Reserva biológica Yanacocha

  • La zona ha sido proveedora de agua para el norte de Quito desde hace más de 100 años y forma parte de la Reserva de biósfera del Chocó Andino, en la provincia de Pichincha.
  • Recorrer la reserva incluye el cruce de cultivos donde es posible observar aves permanentemente, aquí también vive el Tinamú Piquicurvo.
  • El sendero de entrada consta de bosques altoandinos.
  • Hay algunas estaciones de bebederos de colibrí en varios puntos del sendero, que ofrecen avistamientos muy próximos de numerosas especies.
  • Hogar de una enorme diversidad de aves, anfivios, reptiles y mamíferos que vuelven a este lugar en un destino muy visitado por los turistas nacionales y extranjeros.
  • La mitad de las especies (en su totalidad anfibios) son endémicas de los Andes Norte de Ecuador y Sur de Colombia, e incluyen a las ranas terrestres: Pristimantis curtipes, Pristimantis leoni y Pristimantis unistrigatus.
  • Dos especies son endémicas de los Andes de Ecuador, e incluyen una rana terrestre (Pristimantis sp. nov.), y una lagartija minadora (Riama unicolor). 
  • El estado de conservación del 60% de las especies de anfibios y reptiles registradas tienen un 60 % de conservación, a exepción de lagartija tija minadora (Riama unicolor) que se encuentra en peligro de extinsión.

La reserva de Yanacocha preserva el santuario de varias especies de colibríes

  • Al oeste del volcán Pichincha, a tres mil doscientos metros sobre el nivel del mar se encuentra un lugar paradisíaco en el que habitan diversos tipos de estas pequeñas aves.
  •  El clima de Quito, temparano en la mañana, es frío, similar a cualquier otro día. A esa hora  iniciamos el recorrido por la vía a Nono, noroccidente de Quito, hacia la reserva Yanacocha.
  • La ciudad queda atrás y continuamos el camino hacia el oeste del volcán Pichincha. El camino es sinuoso y con grandes zanjas de lodo. Mientras subimos los 3200 metros sobre el nivel del mar se puede divisar a la derecha e izquierda el páramo ecuatoriano y el ganado vacuno pastando. La capital se va reduciendo tras de nosotros.
  • Una ruta que dura una hora y treinta minutos par llega a la reserva, Se estaciona el auto en la entrada de un complejo turístico que tiene una área de 960 hetáreas.  Y el costo de entrada es de $3 dólares turistas nacionales.
  • Un sendero angosto que mayor grado de dificultad, pero que te permite observar la flora del lugar y en el camino se puede observar los helechos, bromelias, orquídeas y otras especies de plantas, donde los pequeños insectos se posan y llevan a cabo también el proceso de polinización, adicionalmente el agua se puede escuchar y ver pequeños riachuelos que viajan por medio de las rocas.
  • Se llega al último refugio denominado "Black-Breasted Puffleg" el paisaje se convierte en otro panorama. En el humedal, los colibríes son libres y vuelan cerca de uno.
  • Estas pequeñas aves pasan rápidamente cerca del oído o por detrás de nuestra espalda; por su velocidad no se las puede ver, pero las sentimos. Un fotógrafo toma su cámara y como si fuera su último deseo, busca fotografiar al Colibrí de Pico Espada, que luego se convertiría en nuestro karma.
  • De pronto aparece Luis Hipó, encargado de la reserva. Llega al sitio con una botella de agua y pone el líquido dentro de unos bebederos para colibríes. Él nos cuenta que desde las 07:00 hasta las 15:00 la reserva está abierta.
  • Los colibríes se paran en los bebederos como si estubieran posando para el fotógrafo. Sus grandes ojos, su delgado y largo pico, sus coloridas plumas de colores eléctricos petrifican a los visitantes y se muestran como una orquesta melódica. Estelas de colores azules, verdes, negros y amarillos se ven mientras aletean y absorben el agua.
  • El colibrí más común del lugar es el Zamarrito Pechinegro, ave emblemática de Quito, considerada en peligro de extinción por la deforestación y por el cambio climático.
  • La neblinaae expande y el frío aumenta, pero el gran colibrí que mi compañero quiere fotografiar no aparece. En el sitio tenemos casi dos horas y media. “Solo dos segundos” dice, ya que unos minutos antes no pudo inmortalizarlo en una fotografía por su rápida presencia.
  • A los cuarenta y cinco minutos el ave aparece y se queda inmóvil como queriendo que la fotografíen. Su pico es más largo que su cuerpo y mide 10 centímetros.
  • Luego de lograr la foto nos retiramos del lugar y detrás de nosotros, los colibríes revolotean. 



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