Mucho Gusto - Morocho de Coco & Chocolate

Tigrillos afrodisiacos, bolones de dulce de chocolate o bolones de menta, son un pequeño ejemplo de las espectaculares combinaciones que te esperan en este restaurante de comida típica en Conocoto.

¿Qué debes saber?

  • En la calle Luis A. Proaño entre Olmedo y Eloy Alfaro, en el sector de comidas típicas de Conocoto, te espera Diego Oña, con una propuesta innovadora que rescata los sabores del Ecuador.
  • Atiende de lunes a viernes de 16h00 a 22h00, los sábados de 8h30 a 22h00, y cuando los domingos coinciden con quincenas o finales de mes, de 8h30 a 22h00.
  • Su oferta es un reto a la imaginación, ¡escucha esto!
  • Morocho de coco, morocho de chocolate, morocho con pasas de cerezas, tigrillos vegetarianos, tigrillos afrodisiacos, bolones de dulce de chocolate y bolones de menta.

Arruinó el morocho.

La tarde en la que Diego Oña, regresó a su casa ubicada en el Barrio de la Floresta, se alarmó al encontrar a su madre llorando. “Mijito ya dañé el morocho”. La noche anterior este conocotense, había dejado en la casa de su madre, sus implementos de estudio, un juego de cuchillos y una completa colección de condimentos y especies. Al salir a trabajar, su madre le preguntó, “¿Qué quieres que te cocine mijito?”, un morocho fue lo que pidió Diego.

Y es que el morocho, junto al caldo de 31, las empanadas y la tripamishqui, fueron los aromas que desde muy pequeño empezó a amar, cuando de la mano de su abuelita, cuando tenía 8 años, caminaba por el barrio de la Floresta.

Cuando al fin logró consolar a su madre, regresó a la cocina y en lugar de votar ese morocho arruinado, lo probó. ¡Y qué va! Estaba delicioso, su madre le había agregado por error esencia de coco y así sin pensarlo, inventaría la receta del morocho que más se vende en el negocio de Diego.

El recuerda como fue el amor que su madre le ponía a la cocina lo que le inspiró para lanzarse al mundo de la gastronomía. Amor porque su madre siempre estaba inquieta, explorando sabores para hacer felices a sus hijos, inventando recetas como las de pollo frufrú que consistía en un tallarín con verduras y pollo.

Si bien él ya lo sabía, en la universidad lo confirmaron.

Diego estudiaba gastronomía y cuando probó el morocho con coco de su madre, descartó el plato que había preparado para participar en un concurso de innovación que se había organizado en su universidad y presentó esta nueva creación. Los jurados le dieron el primer lugar, confirmando así que esta combinación tenía futuro.

Al terminar sus estudios, Diego abrió las puertas de “Con mucho gusto Cafetería”, han transcurrido 5 años desde la tarde en que, desde la Calle Luis A. Proaño entre la Olmedo y Eloy Alfaro, en pleno sector de las comidas típicas de Conocoto, ofrece a turistas nacionales e internacionales una propuesta gastronómica diferente.

Morocho de coco, morocho de chocolate, morocho con pasas de cerezas, tigrillos vegetarianos, tigrillos afrodisiacos, bolones de dulce de chocolate y bolones de menta.

Los clientes incrédulos fueron sus mejores aliados.

Los clientes que llegaban a su local, entre risas y asombro, no creían lo que leían en el menú. Fue “la labia” de Diego la que lograba convencerlos a probar estas combinaciones tan extrañas, pero a la vez tan atractivas a la vista. Diego cree que, así como la combinación de los ingredientes típicos de la gastronomía ecuatoriana generaba una explosión de sabores, la combinación de la incredulidad de los clientes con el buen sabor de sus platos, permitieron que los clientes se sintieran tan a gusto, que ellos mismos por su cuenta, empezaron a correr la voz de estas locuras culinarias.

Fue por eso que a su local le puso el nombre de “Con mucho gusto”, pues así recuerda a su madre, que con alegría le enseñó a cocinar y recuerda a sus primeros clientes que al preguntarles si regresarían a Conocoto, le respondían, “Con mucho gusto”.

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