La nueva escuela de arte quiteña

Explora la Escuela Quiteña en Quito, fundada en 1551, preservando técnicas artísticas centenarias. A pesar de desafíos, persiste en enseñar y transmitir la rica herencia cultural quiteña.

¿Qué debes saber?

  • En el Quito contemporáneo, se levanta la Nueva Escuela de Arte Quiteño, fundada por Adrián Cerón y Katalina Ávila, donde imparten talleres de policromía y pan de oro, escultura figurativa, taracea en madera, cincelado en cuero, tallado den madera y otras técnicas de la centenaria Escuela quiteña de Artes y Oficios que empezó a funcionar dede la misma Fundación de Quito.
  • La nueva escuela es el fruto de un largo proceso que inició en la antigua casa de Benalcazar en el Centro Histórico de Quito, que pasó al Teatro Bolívar, hasta llegar al Quito moderno.
    • Dirección: 6 de diciembre y Noruega.
    • Puedes visitarla de lunes a viernes de 10h00 a 18h00, los sábados hasta las 17h00 y los domingos hasta las 13h00

Guardianes del legado Caspicara y Santiago

  • Explora la rica tradición artística de la Escuela Quiteña, cuyo legado se remonta a 1551, cuando fue fundada por los frailes Jodoco Ricke y Pedro Gosseal en las históricas calles de Quito. Esta tradición artística hoy se puede observar luciendo en los retablos de las Iglesias de La Compañia, de San Francisco y de Santo Domingo, así como en el Museo del Carmen Alto, de Fray Pedro Gocial, de Fray Pedro Bedón, de Miguel de Santiago, del Padre Almeida y en Museo de Arte Colonial de Quito.
  • El legado de esta escuela, desempeñó un papel fundamental en la formación de artesanos indígenas, mestizos y criollos, transmitiendo técnicas y conocimientos a través de generaciones; y por otro lado dejando un legado en la identidad quiteña, que celebran procesiones con las escutluras de estos artístas y que decoran sus lugares turísticos con la Virgen de Legarda, que luce radiante en la loma del Panecillo, vigilando a los turistas que recorren la vieja calle de La Ronda.
  • Originalmente ubicada en las calles Olmedo y Benalcázar, en una zona impregnada de historia en el Casco Colonial de Quito, la Escuela de Arte Quiteño siguió la tradición de la antigua Escuela Taller Quito, que operó hasta 2012. Su director, Adrián Cerón, destaca el objetivo principal de la escuela: preservar el legado de los artistas que enriquecieron la ciudad con sus obras durante la época colonial.
  • La Nueva Escuela Quiteña se distingue por su compromiso con las técnicas tradicionales, como el uso de la vejiga de cordero para abrillantar las esculturas de madera. Esta técnica, que tiene más de 300 años de antigüedad, ha sido fundamental en la elaboración de esculturas religiosas. Los talladores de la escuela continúan utilizando métodos históricos, como el chinesco (una lámina de plata colocada bajo las capas de color) y los ojos de vidrio, para mantener viva la autenticidad de las creaciones.
  • A pesar de los desafíos, la Nueva Escuela de Arte Quiteño se ha mantenido firme en su compromiso con la preservación del patrimonio artístico de Quito. Sin embargo, el año 2021 trajo consigo uno de los golpes más duros para la escuela: un robo en sus instalaciones. Delincuentes ingresaron durante la madrugada del 6 de diciembre y se llevaron pinturas, esculturas, herramientas costosas y equipos. Este incidente obligó a cerrar temporalmente los talleres en Olmedo y Benalcázar, ya que la seguridad de las instalaciones fue comprometida.
  • El director, Adrián Cerón, y Katalina Ávila, ambos comprometidos con la preservación del legado artístico quiteño, no se dejaron vencer por este revés. A pesar de los desafíos, buscaron un nuevo espacio para continuar con la enseñanza de las artes. La escuela operó provisionalmente en el segundo piso del histórico Teatro Bolívar, ubicado en las calles Espejo y Flores.
  • Cristian Oleas, gestor cultural e historiador especializado en la Escuela Quiteña, destaca la importancia de estos talleres para mantener viva una tradición que estuvo al borde de la desaparición. Desde la época en que Quito tenía apenas 320 hectáreas, estas aulas han sido testigos de la evolución del arte quiteño, desde las primeras figuras talladas en madera hasta la aplicación de pan de oro en las iglesias coloniales.
  • Los talleres de la Nueva Escuela de Arte Quiteño, ahora ubicados en las calles 6 de diciembre y Noruega, en el norte de Quito, ofrecen una variedad de cursos, desde escultura y tallado en madera hasta joyería, bordado y caligrafía. Los estudiantes tienen la oportunidad de sumergirse en las técnicas tradicionales y aprender a trabajar con materiales auténticos, como la madera de cedrón o nogal y pigmentos naturales para la pintura.
  • La Escuela de Arte Quiteño no solo es un lugar de enseñanza, sino un faro que ilumina la rica historia cultural de Quito. A pesar de los obstáculos, esta institución persiste en su misión de preservar, enseñar y transmitir la esencia única del arte quiteño, contribuyendo así a la identidad y el patrimonio cultural de la ciudad. Visitar los talleres de la Escuela Quiteña es sumergirse en el pasado, presente y futuro del arte en Quito, donde cada talla, cada pincelada y cada creación cuenta una historia de perseverancia y amor por la herencia cultural.

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