San Roque el altivo y revoltoso

El Barrio de San Roque, en el Centro Histórico de Quito, alberga la Iglesia de San Roque, el Monasterio de Santa Clara, el Mirador de los Pobres, la Plaza Victoria y artesanías como sombreros, trompos y molinos tradicionales.

¿Qué debes saber?

  • Bienvenidos al Barrio de San Roque, un rincón lleno de historia y tradición en el corazón del Centro Histórico de Quito.
  • En este viaje por sus calles empedradas y plazas centenarias, descubrirás una mezcla única de arquitectura colonial, panoramas pintorescos y oficios artesanales que perduran en el tiempo.
  • Realiza la visita tomando precauciones, te recomendamos que realices un tour con guías profesionales que dominen el sector, que suele ser complicado en términos de seguridad.
  • Recuerda que la parada de San Francisco del Metro de Quito se encuentra a 800 metros de mercado que lleva su nombre.

Lugares llenos de historia, religiosidad y cultura

  • Iglesia de San Roque. Fundada en 1596, la iglesia actual es una joya arquitectónica construida entre 1907 y 1916. Su estilo ecléctico combina elementos de diferentes épocas, creando un ambiente único de espiritualidad y belleza. Ubicada en Rocafuerte 2109 y Chimborazo, su imponente presencia invita a los visitantes a adentrarse en su historia y admirar su magnífica arquitectura.
  • Monasterio de Santa Clara. Este monasterio, ubicado entre las calles Cuenca y Rocafuerte, es un testimonio vivo del pasado colonial de Quito. Construido sobre tres casas coloniales, este imponente edificio albergó a niñas criollas y sus criadas en tiempos pasados. Su arquitectura y su historia hacen de este lugar un sitio de visita obligada para los amantes de la cultura y la tradición.
  • Mirador de los Pobres. Aunque poco conocido, este mirador ofrece una vista impresionante del Centro Histórico de Quito. Situado entre las calles Quiroga y Bolívar, es un lugar ideal para contemplar la belleza de la ciudad y disfrutar de momentos de tranquilidad lejos del bullicio urbano.
  • Plaza Victoria. Cargada de historia, esta plaza fue testigo de la Batalla del Pichincha en 1822, donde el ejército patriota celebró su victoria. Situada en Ambato e Imbabura, es un espacio emblemático donde convergen el pasado y el presente de la ciudad. 

Los oficios tradicionales de San Roque

En San Roque aún perduran algunas sombrererías donde los visitantes pueden encontrar una amplia variedad de sombreros de diferentes colores y texturas. Desde sombreros de paño hasta modelos más modernos, estos establecimientos son una ventana al pasado donde el uso del sombrero era primordial en la comunidad andina y la sociedad quiteña.

  • Juego de Trompos. Los mejores jugadores de trompos se encuentran en San Roque. Uno de ellos es Jorge Rivadeneira, campeón mundial de este tradicional juego. Aquí, los visitantes pueden admirar la habilidad de estos artesanos y aprender sobre la historia y la técnica detrás de este entretenimiento centenario.
  • Molinos. Aunque en menor número que en el pasado, aún queda un molino en funcionamiento en San Roque: el Molino San Martín. Aquí, Efraín Pérez continúa la tradición familiar de moler granos, preservando un oficio que ha sido parte integral de la vida del barrio durante generaciones.

Explorar el Barrio de San Roque es sumergirse en la riqueza cultural y la herencia histórica de Quito. Sus lugares emblemáticos y oficios tradicionales son un reflejo de la identidad única de este antiguo barrio, donde el pasado y el presente se entrelazan para ofrecer a los visitantes una experiencia inolvidable.

San Roque: La Historia de un Barrio de Resistencia y Tradición

El Barrio de San Roque, anidado en el Centro Histórico de Quito, Ecuador, no solo es un conglomerado urbano, sino un crisol de historias, resistencia y tradición que ha moldeado la identidad de sus habitantes a lo largo de los siglos. Desde sus orígenes como un enclave habitado por descendientes de los conquistadores incas y mestizos, San Roque ha sido un testigo privilegiado de los vaivenes históricos que han marcado la ciudad y el país. Con una historia que se remonta a tiempos precolombinos, este barrio ha sido escenario de episodios tumultuosos que han dejado una profunda huella en su tejido social y en la memoria colectiva de quienes lo habitan.

La historia de San Roque se entrelaza con la de los yanakunas, quienes sirvieron directamente al gobernante inca y a la aristocracia. Sin embargo, con la llegada de los españoles, algunos de estos yanakunas pasaron a servir a los conquistadores y a los frailes franciscanos. Este mestizaje cultural y étnico sentó las bases para la formación de la comunidad de San Roque, que se caracterizó por su resistencia al poder establecido y su participación activa en numerosas rebeliones a lo largo de los siglos.

El barrio se forjó en un contexto de lucha y conflicto, siendo un punto de encuentro para aquellos que desafiaban el orden establecido. Desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, San Roque fue escenario de numerosas rebeliones populares contra las autoridades coloniales y republicanas. La Rebelión de los Barrios de Quito en 1765 y la Revolución de Quito entre 1809 y 1812 son solo dos ejemplos de la participación activa de los sanroqueños en eventos históricos que marcaron el destino de la ciudad y del país.

Durante el siglo XIX, San Roque fue testigo de las llamadas "guerras de los guambras", enfrentamientos sangrientos entre niños y adolescentes del barrio y otros sectores de la ciudad. Estas disputas, derivadas del hacinamiento y la rivalidad entre diferentes comunidades, fueron una manifestación del orgullo y la identidad de los habitantes de San Roque, así como de su resistencia ante la opresión y la marginación.

En el siglo XX, el barrio continuó siendo un bastión de la lucha popular y la resistencia política. Organizaciones como la Compactación Obrera Nacional jugaron un papel crucial en la movilización de los artesanos y trabajadores de San Roque contra regímenes autoritarios y oligárquicos. La participación activa de los sanroqueños en la política nacional, especialmente durante el gobierno de Neptalí Bonifaz y la era del velasquismo, refleja su compromiso con la justicia social y la igualdad.

A pesar de los desafíos y las adversidades, San Roque ha logrado preservar su identidad y su espíritu de lucha a lo largo de los siglos. Hoy en día, el barrio es un reflejo de la diversidad y la vitalidad cultural de Quito, con sus calles llenas de historia, sus casas coloniales y sus tradiciones arraigadas en la comunidad. Visitar San Roque es adentrarse en el corazón de la historia y la cultura de la ciudad, y descubrir el legado de aquellos que lucharon por un futuro mejor. Desde sus orígenes como un enclave habitado por descendientes de los conquistadores incas y mestizos biológicos, San Roque ha sido un testigo privilegiado de los vaivenes históricos que han marcado la ciudad y el país. Con una historia que se remonta a tiempos precolombinos, este barrio ha sido escenario de episodios tumultuosos que han dejado una profunda huella en su tejido social y en la memoria colectiva de quienes lo habitan.

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